Dormir en un monasterio en Vilnius Lituania

Como ya os referimos en nuestro post de dormir en una carcel en Helsinki, el viaje por los países bálticos nos deparo toda una maravillosa variedad de peculiares y especiales alojamientos. Comenzamos en una cárcel y acabamos durmiendo en un Monasterio de carmelitas descalzas. Situado en el corazón de Vilna (Vilnius), este hotel no solo tiene como aliciente su localización, sino su precio y como os explicare su calidad. Os dejamos aquí nuestras fotos e impresiones de dormir en un monasterio en Vilnius de Carmelitas Descalzas del Domus Maria.

HISTORIA DEL MONASTERIO DE CARMELITAS DESCALZAS

La construcción del Monasterio data del Siglo XVI y pertenece al conjunto arquitectónico en el que se sitúa la Puerta de la aurora y la Iglesia de Santa Teresa.

En la planta baja se ubicaron las celdas de las monjas, el trastero, el granero, la panadería y la cocina.
En principio el Monasterio albergo un noviciado pero posteriormente se dedico para estudios de filosofía.

En el siglo XVIII fue cerrado y entregado a monjes ortodoxos que lo reconvirtieron en una escuela de niñas.

Actualmente ha sido acondicionado como hotel (Hotel Domus Maria) situándose en un enclave privilegiado de Vilnius muy cerca de todos los sitios turísticos y restaurantes. Su distancia con el aeropuerto es de solo 10km.

Zona de aparcamiento del Hotel Domus Maria

DORMIR EN UN MONASTERIO DE CARMELITAS DESCALZAS EN VILNIUS

Debido a una sugerencia de Joan fuimos a pasar las dos últimas noches de nuestro viaje por los países bálticos en este Monasterio convertido en el Hotel de tres estrellas Domus Maria.

Buscando por las redes encontramos una oferta irresistible para alojarnos en este bello sitio: 62 euros la noche con desayuno y situado en el corazón de Vilna ¿podría ser mejor?

La Puerta de la Aurora

Tras la reserva me puse en contacto con ellos para que instalaran una cama supletoria o una cuna en la habitación y me contestaron amablemente que sin cargo extra la cuna pero que la cama era imposible debido al tamaño de las celdas...que digo de las habitaciones.

Una vez en el destino el acceso reconozco que nos costó a pesar de haber introducido en el GPS la dirección y debido a que para entrar en el monasterio donde dormir en Vilnius es necesario cruzar la calle Ausros Vartu en dirección prohibida indicado por unos carteles que existen 300 metros antes de llegar al hotel.

Y allí estábamos los 5 encontrándonos con ese cartel de dirección prohibida y sin forma de llegar al hotel. Joan se exploro toda la calle, finalmente llego al monasterio y le dijeron que el prohibido se lo podía saltar sin problemas para entrar en el hotel. Subimos con el coche por la calle a una velocidad mínima y temerosos de que nos pusieran una multa, al llegar a la verja del monasterio (A mano izquierda de la Iglesia) nos la abrieron desde recepción y aparcamos sin problemas.

Iglesia de Santa Teresa desde la habitación

Una vez dentro, el edificio destila paz por todos sus rincones, con un bonito patio y rodeado de jardines es un enclave para aislarse del mundanal ruido de la ciudad de Vilnius.

Al final del pasillo se encontraba nuestra habitación. Nos sorprendió porque nos la esperábamos más pequeña pero tenía un tamaño adecuado y con todo lo necesario. Lo único que la cama era de 135 cm algo pequeña para esos momentos en los que nos encontramos los tres durmiendo en ella. La cuna que instalaron era estupenda de madera para la peque y las vistas desde la habitación, preciosas y relajantes al máximo.

Los desayunos de este hotel son variados y ricos. A destacar los huevos que tenían unos condimentos deliciosos.

Como muy positivo y por lo que recomendaría este hotel con los ojos cerrados para dormir en vilnius no es por el precio, ni por su increíble localización… sino por la atención de su recepcionista que se mostró increíblemente amable en todo momento. Un día se olvidaron de dejarnos toallas y a los pocos minutos las teníamos. Y tras hacer el check in de los vuelos con el wifi el hotel (que es gratuito) nos imprimieron sin problemas las tarjetas de embarque.

Dormir en un monasterio de monjas fue una agradable, confortable y económica experiencia por lo que es la mejor elección para dormir en Vilnius.

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¡¡Buen viaje!!

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