Después de visitar los fantásticos Doce Apóstoles de la Great Ocean Road, nuestro guía-chofer nos llevo hasta el corazón de las Grampians en Melbourne, donde teníamos el alojamiento para pasar la noche y poder visitar al día siguiente el bello Parque Nacional de las Grampians. Conducía a baja velocidad para evitar atropellar a los canguros que cruzan la carretera por la noche y se quedan cegados por las luces de los coches, luz que los paraliza y los convierte en victimas. El guía nos confeso que el año anterior había atropellado accidentalmente a dos y que ese año afortunadamente aun no había tenido ningún accidente más.
El alojamiento de esa noche era un albergue para todo el grupo. Esa iba a ser nuestra primera vez con este tipo de alojamientos y la verdad es que nos gusto mucho el ambiente que allí se respiraba entre todos los compañeros compartiendo experiencias. Al ser matrimonio pedimos una habitación privada y nos la dieron y el resto del grupo durmió en una comunitaria.
Antes de llegar allí nuestro guía, de origen alemán pero afincado en Melbourne desde hacía muchos años, nos había parado en un supermercado para que pudiéramos comprar la cena y así lo hicimos todos. Tras pasar un agradable rato con los compañeros cenando, el guía nos comento que muy cerca de allí se podían ver canguros salvajes. Ante esta sugerencia todos reaccionamos de la misma manera: ¿dónde? Nosotros llevábamos solo dos días en Australia y aun no habíamos tenido la suerte de ver ningún canguro (al Featherdale fuimos varios días después) por lo que estábamos impacientes por poder ver al animal insignia de Australia. El guía nos dijo que junto al campo de rugby y nos animo a ir a verlos.
Un poco de información sobre el Canguro
Herbívoros, de fuertes patas traseras y grandes pies diseñados para saltos, los canguros poseen una larga y musculosa cola que les permite mantener el equilibrio. Son principalmente nocturnos alimentándose durante las tardes y noches en manada. Fuente Wikipedia
Tras cenar el grupo entero decidió que teníamos que ir a ver a esos maravillosos canguros salvajes mientras pastaban. Nosotros nos entretuvimos un poco más en salir buscando las linternas de dinamo que llevábamos y quedamos descolgados del grupo. Al salir a buscarlos, el grupo ya había llegado al campo de Rugby y veíamos la luz de sus linternas buscando canguros en la noche cerrada.
Fuimos andando por el borde de la carretera para llegar allí pero se me ocurrió decirle a Paco que acortáramos camino andando campo a través por una zona no iluminada ya que teníamos nuestras linternas…y eso hicimos y cual no fue nuestra sorpresa al encontrarnos en mitad de una manada de canguros.
La primera impresión fue de pánico total ya que algunos eran incluso más altos que yo (cosa nada difícil) y estábamos totalmente rodeados por ellos. Como pudimos salimos de la oscuridad y fuimos al encuentro del grupo. Ellos nos comentaron que no habían visto ninguno y les dijimos donde se encontraban todos los canguros.
Ya todos juntos volvimos a adentrarnos en el campo y comenzamos a disparar las cámaras encontrándonos con escenas maravillosas de familias de canguros completas, las mamas canguros llevaban a sus peques en sus bolsas resguardados del frió mientras ellas comían hierbas. Fueron unos momentos increíbles verles y aunque mantuvimos las distancias para no asustar a tan bonitos animales salvajes pudimos disfrutar de la maravillosa sensación de ver canguros en libertad.
Toda una experiencia única que la maravillosa Australia nos regalo. Sin duda, visitar las Grampians en Melbourne es una buena opción de excursión combinada con los doce apóstoles y si a esto se le añade ver canguros salvajes pastando por la noche la experiencia merece un sobresaliente.
Me gustaría tanto ver canguros y koalas! Tuvísteis la ocasión de ver también koalas? Es que a mí todo bicho que se mueva me encanta!
ResponderEliminarEs una experiencia maravillosa ver toda la fauna local de Australia, al menos lo fue para nosotros ya que habiamos leido mucho sobre ornitorrincos y la vida de los marsupiales. Koalas vimos unos cuantos, en la excursion de ese mismo dia vimos uno salvaje y luego en el Featherdale Wildlife Park en Sydney tuvimos otra oportunidad. Hay fotos de ellos en ese post. Luego para rematar en Cairns pudimos cogerlos y hacernos una foto con ellos....huelen a eucalipto!!
EliminarYo sólo he visto un Koala y trataba de esconderse. Fue visitando el Biopark, pero igual alguna vez se anima la cosa y nos vamos a verlos a Australia. Saludos!!
ResponderEliminarNunca se sabe Sonia!! Mucha suerte y si tienes la oportunidad de achuchar a un koala darte el gustazo!! Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
EliminarYa sabes como soy yo con los animales. Cada vez que veo uno en estado salvaje me emociono y me pongo a llorar...
ResponderEliminarPreciosa experiencia Vero.
Besicos y Feliz año nuevo
Mi alegro que te haya gustado. Un momento y un lugar que siempre recordaremos...no todos los días esta uno rodeado de canguros salvajes! Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
EliminarPero qué cosa más bonita!!!!! ...
ResponderEliminarY grandes!!! Que tu no sabes que altura tenían los bichos saltarines!! Un abrazo Alfonso
EliminarNo sabía que había canguro-buhos, jeje... me encantan los canguros, que suerte verlos de noche en su habitat natural....
ResponderEliminarQue gracioso eres Carlos!! Fue toda una experiencia pero no se si te hubiera hecho tanta gracia verte rodeado de animales que posiblemente eran casi iguales de alto que tu :) Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
EliminarDebe ser precioso encontrarse en la situación, aunque a la vez algo terrorífico. Vistos a la vez de la pantalla parecen muy amables, pero en su hábitat y con la noche como manto, no sé no sé...
ResponderEliminarNi que lo digas Enrique!! Rodeándonos y con solo la linterna de dinamo te aseguro que dio un poco de miedo. Un abrazo.
Eliminar