Formando parte del Parque Nacional de Kakadu y haciendo frontera con la región sagrada de Arnhem Land en Australia, se encuentran los Alligator Rivers cuyas orientaciones Este, Oeste y Sur determinan sus tres nombres. Estos ríos fueron bautizados por Phillip Parker King quien erróneamente los designo como Alligator Rivers ya que confundió las especies de caimanes con la de los cocodrilos. En nuestro recorrido por Kakadu, la excursión por el East Alligator River marco un antes y un después en nuestra percepción sobre estos reptiles y es que no todos los días te mira fijamente uno de los mejores depredadores de la tierra.
La excursión por el East Alligator River formaba parte del paquete de excursiones que realizamos en Kakadu. Tras el Yellow Water pensábamos que difícilmente iba a superar la experiencia de naturaleza salvaje y belleza que habíamos disfrutado, pero nos equivocábamos, la mezcla del miedo unido a la visión tan cercana de los cocodrilos hicieron de esta una experiencia única y que quedara por siempre en nuestro recuerdo.
Esta excursión contaba con dos partes, primero un paseo en barco por el East Alligator River acompañados de un guía aborigen y bajo su permiso, desembarque en la tierra sagrada aborigen de Arnhem Land.
Antes de montarnos en la barca nos advirtieron de que ningún brazo-mano sobresaliera de ella por el enorme riesgo que eso conllevaba. Esta misma recomendación nos la habían hecho antes en otros ríos australianos por lo que no le dimos la menor importancia hasta que vimos que el East Alligator River era diferente.
Una vez subimos a la barca y manteniendo un silencio sepulcral, fuimos recorriendo parte del río. Ante el asombro de todos, los cocodrilos que en sus orillas se encontraban y en sus aguas nadaban se contaban por decenas dándonos imágenes escalofriantes de sus escamas, colores amarillos y dientes con restos de sangre.
Nos explicaron que los cocodrilos suelen estar durante el día en la orilla y que sus inmersiones en el agua eran para cazar. Al ver tal cantidad de ellos nadando nos preguntamos si es que no habían pensado que un suculento barco de turistas iba a servirles de festín. Y fue en ese momento viendo las intensas miradas que nos dedicaban desde el agua y desde tierra que comenzamos a sentir miedo ante una especie que jamás nos había atemorizado.
Continuamos la navegación hasta llegar a la Arnhem Land donde desembarcamos todos de forma cautelosa y rápida por aquello de evitar que algún reptil de los que nos habían acompañado viniera a nuestro encuentro.
Con un calor sofocante y cientos de moscas atacándonos, nuestro guía aborigen nos explico un poco sobre su cultura y métodos de caza haciéndonos demostración con las jabalinas.
Una vez terminado, regresamos a la barca llevándonos una desagradable sorpresa: se había estropeado y no arrancaba.
Como si fuera todo fruto de un maquiavélico plan, 5 pares de ojos distribuidos alrededor de la barca, desde el agua nos miraban posiblemente relamiéndose de las presas que podrían conseguir.
Con la imagen en mente del cocodrilo Gustavo corriendo por los campos de Burundi (de la película Cocodrilo, un asesino en serie) nos adentramos en la Arnhem Land sabiendo que si habían decidido que nosotros éramos su aperitivo, poco podíamos hacer para evitarlo, ya que la tierra no los detendría en su misión. Mientras, nuestro guía intentaba por todos los medios de arrancar la barca y se notaba que el hombre (y nosotros) sufríamos por tan inesperado contratiempo.
Tras casi una hora de intentos, consiguió hacerla arrancar, momento en el cual corrimos hacia la barca y partimos de regreso al embarcadero. Misteriosamente esos ojos que nos observaban desde el agua desaparecieron, posiblemente al ver que ya no éramos un pinchito tan fácil de degustar.
La excursión al East Alligator River no solo nos dejo unas imágenes de cocodrilos que jamás pensábamos poder captar, sino que contribuyo a que tengamos un profundo respeto y miedo por esta especie. Mirando atrás fríamente, nos decimos a nosotros mismos que muchas veces no somos conscientes del peligro que pasamos en determinados lugares. Repasando las fotos del East Alligator River y viendo esos intensos ojos amarillos mirándonos no me cabe duda que tuvimos suerte en aquella ocasión.
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Que emoción de día!!! estoy absolutamente maravillada por cómo nos has transmitido la experiencia. Me encantaría poder vivirla en primera persona después de leerte.
ResponderEliminarbesos
Australia es increíble y el Parque Nacional de Kakadu tiene unos rincones únicos. Me encanta que te haya gustado tanto. Un abrazo
EliminarEntre el calor, las moscas y los cocodrilos como para que al guía le dé un patatús y os tengáis que quedar ahí jejeje! Muy buena entrada :)
ResponderEliminarOstras Pedro, esa opción hubiera sido mortal, vamos, dudo mucho que hubiéramos sobrevivido y lo digo en serio. Rodeados de cocodrilos por un lado y con el desierto de las tierras Arnhem Land a ver para donde tirábamos y como cruzábamos a la orilla buena porque en el agua esta claro que no me metía. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHe vivido el terror con ustedes; pero resultó una aventura fascinante, igual que la mejor película de esta temática. Un lujo de imágenes y muy bien transmitida la tensión que se vive al recorrer las aguas de ese río. Saludos, queridos
ResponderEliminarMuchisimas gracias Maria Eugenia. Eres un cielo y siempre tienes bonitas palabras hacia mis artículos. Me alegro que te haya gustado esta pequeña aventura. Un abrazo muy fuerte.
EliminarMadre mía estaba leyendo acojonadita! eso de estar rodeada de tanto cocodrilo debe ser chulo, toda una experiencia, aunque eso de que la barca no arrancara no me mola nada, vaya susto! Un abrazo :-)
ResponderEliminarPara que veas tu donde nos metemos sin saber...en otras excursiones veías a los mas 3 cocodrilos, pero en esta nos tenían completamente rodeados y en el agua que es cuando se supone que se meten para "cazar al blanquito que va en bote roto" jejeje La verdad es que no recordaba haber pasado tanto miedo hasta que no he vuelto a ver las fotos, que si que mola verlos tan cerquita pero con la leche que se gastan...mejor lejos. Abrazos Pepa
EliminarCaray Verónica!! Esta experiencia la he disfrutado leyéndola pero no sé si me hubiera gustado vivirla. ¡ Que valiente!
ResponderEliminarJajaja de valiente nada y creo que si te hubiera gustado vivirla, es naturaleza salvaje en estado puro. Lo único que quizás hubiera elegido unas vistas un poco mas seguras pero eso también le da emoción al viaje de la vida no? un abrazo
EliminarMadre mia!! Emocionante, si, pero imagino que con un escalofrío recorriéndote el cuerpo también.
ResponderEliminarPa haberse matao!!
Sudor frió por toda la espalda Leolux!! Sobre todo cuando la barca decidió no arrancar y los cocodrilos jugueteaban entre ellos en el agua próximos a nosotros...aun así...es una experiencia de una vez en la vida!! Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
EliminarYa me imagino el subidon de adrenalina!!... pero a pesar del susto les quedan esas imagenes bastante bellas de los cocodrilos... parece que estaban posando :-o
ResponderEliminarEs una especie que hay que respetar y temerle guardando las distancias y respetando su habitat
Saluditos!
Gracias por tu comentario Gaolga. Es de esos momentos difíciles de olvidar. Saludos y encantada de que te pases por aquí.
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