A escasos 20 km de distancia del Glaciar Fox en la Isla Sur de Nueva Zelanda, se encuentra el Glaciar Franz Josef. Alcanza una longitud de 12km y posee una inclinación mayor que su vecino resultando un poco más difícil su escalada. Es posible explorarlo también desde diferentes zonas: accediendo a su cara terminal, haciendo ice climbing o mediante Helihike. En esta ocasión decidimos llegar hasta la parte terminal del glaciar Franz Josef sustituyendo los arcos blancos y cuevas de azul intenso por cascadas, ríos y la visión del hielo lleno de sedimentos.
El Glaciar Franz Josef sufrió un retroceso en su tamaño hasta 1984 debido al cambio climático. A partir de esa fecha comenzó a avanzar a un elevado ritmo llegando a alcanzar los 70cm al día. Actualmente este ritmo se ha detenido y ha vuelto a comenzar a reducirse su tamaño.
Tras las emociones vividas el día anterior en el Glaciar Fox habíamos decidido solo pararnos para hacer algunas fotos de la lengua glaciar del Franz Josef desde el mirador y no contratar en esta ocasión ninguna excursión.
Una vez llegamos y aparcamos el coche, comenzamos la bajada por el bosque hasta la cuenca que antaño ocupaba el gigante de hielo, llegados a este punto y viendo su cercanía, decidimos emprender ruta y alcanzar la zona final del Glaciar Franz Josef. Un cartel indicaba que solo dos kms de distancia nos separaban del objetivo pero dicho sea de paso, se hicieron muy largos.
Y es que tener que andar sobre cantos rodados y piedras durante dos kilómetros hizo que el ritmo fuera lento, a cada paso que dábamos nos costaba trabajo seguir sin doblarnos los tobillos.
Durante el camino nos cruzamos con varias cascadas de agua procedente del deshielo que encontraban en la cuenca su salida, adornadas todas con un arcoíris fruto del día soleado y agradable que hacía.
Al final pudimos mirar de frente al colosal Franz Josef. Qué pequeño se siente uno cuando esta tan cerca de una obra de la naturaleza tan grande.
En su cara terminal el color blanco del hielo apenas era visible debido a la gran cantidad de sedimentos que tenia. En su base, un tímido rio con agua procedente del mismo corazón de Franz Josef salía en dirección al mar. Este rio se conoce como rio Waiho.
En un lateral de la base del Glaciar Franz Josef, se encontraba un camino señalizado de ascenso por el cual iban los grupos guiados. Nosotros tras la experiencia el día anterior y sabiendo lo peligroso que puede llegar a ser explorar un glaciar sin un guía decidimos no arriesgarnos por él.
Desde allí también podíamos ver la parte superior del glaciar Franz Josef con hielo inmaculado en tonalidades azules.
Tras disfrutar un rato de la apacible visión que el Glaciar Franz Josef nos proporciono, decidimos volver por el camino de cantos rodados rumbo a la siguiente parada del día, la isla sur de Nueva Zelanda tenia aun muchas maravillas por descubrir.
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¡Qué día más bueno! ¡Qué suerteeeeeeeeeee! Preciosas las fotos con el cielo azul.
ResponderEliminarAnimo para seguir!!
Meha
Gracias Meha!! Nosotros los días malos los tuvimos en la isla norte, pero en la sur todas las fotos son con ese solazo!!! Espero terminar este año con ese viaje inolvidable. Un abrazo.
EliminarQué lujo poder hacer esa excursión con ese día tan fantástico. Nosotros tuvimos que hacerla "corriendo" porque se anunciaba tormenta. Como tu bien dices, la marcha se hace lenta porque hay que ir caminando por un sendero con piedras y saltar algún riachuelo, pero vale la pena la caminata. Un "must" de la isla sur. Feliz día!
ResponderEliminarTuvimos mucha suerte en la isla Sur Mauxi, en la norte no tanto. La marcha se hizo muy lenta, ese camino es durillo. Saludos y me alegra que compartamos amor x Nueva Zelanda.
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