A la tercera fue la vencida y volando a la capital de la República Dominicana, no existía ya ninguna excusa para no dedicarle unas horas a ver y visitar Santo Domingo, su gran olvidada. A la sombra de la famosa Punta Cana, Santo Domingo conserva en buen estado edificios históricos ligados al descubrimiento de América por Colón y unas preciosas calles coloniales que invitan a perderse en ellas por lo que consideramos que es ineludible visitar esta capital caribeña.
En nuestras anteriores visitas a la República Dominicana, Punta Cana y sus playas fueron siempre nuestro destino. La lejanía de Santo Domingo a unas cuantas horas de carretera, así como la infundada creencia por comentarios de familiares y amigos de que “no tenía nada que ver”, hicieron que la dejáramos en el olvido. Y no ha sido hasta esta ocasión en la que le hemos dado una oportunidad quedando muy satisfechos con lo visto.
Al igual que en las otras excursiones que realizamos durante nuestro crucero por el Caribe con Pullmantur, unas semanas antes planificamos las visitas a Santo Domingo. Contactamos primero con una taxista de Punta Cana llamada Jenny que nos comento que ella no podría desplazarse tan lejos y nos recomendó a un compañero. Via Whasap y de forma muy fluida, hablamos con Junior y acordamos que nos recogería en el puerto con una van para darnos un paseo de unas tres horas y mostrarnos los lugares emblemáticos de esta ciudad caribeña. El precio acordado fue de 15$ la hora.
Saliendo de la terminal del Puerto de Santo Domingo esperamos un rato a Junior. Tras 20 minutos apareció un señor que se identifico como Duarte, un amigo taxista. Junior no había podido acudir a nuestra cita pero en su lugar, había enviado a un buen amigo que sería el encargado de mostrarnos la ciudad. Sentados en su coche, tanto Junior como Jenny nos llamaron por teléfono para ver si estaba todo en orden. Un detalle que nos encantó por lo que en atención y seriedad a estos señores hay que ponerles matrícula de honor.
La primera parada del día fue el conocido como Cenote Tres Ojos que se encuentra increíblemente cerca de Santo Domingo. Al aproximarnos a la taquilla para comprar la entrada resulto que solo admitían pesos dominicanos. Nosotros, debido al corto tiempo que íbamos a pasar en Santo Domingo, no habíamos cambiado y solo llevábamos euros y dólares. Uno de los guías que se encontraban a la entrada esperando clientes nos ofreció el cambio y lo aceptamos.
Con nuestras entradas bajamos las resbaladizas escaleras encaminándonos al corazón del Cenote. Una azul piscina en calma era el punto más bajo. Desde allí, levantamos la mirada hacia arriba mostrándonos una estampa aun más bonita que el pequeño lago.
Subimos y bajamos varios tramos de escaleras para visitarlo en su totalidad. Mientras, el alto índice de humedad hacia que pareciera que estábamos duchándonos en vez de haciendo turismo.
Sofocados por el calor, salimos al exterior y proseguimos la ruta.
Una corta parada en el Faro a Colón y entramos de lleno en el Santo Domingo mas colonial. Declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1990, sus calles adoquinadas invitan a pasear y perderse recordándonos aquellas uruguayas de Colonia del Sacramento.
En nuestras anteriores visitas a la República Dominicana, Punta Cana y sus playas fueron siempre nuestro destino. La lejanía de Santo Domingo a unas cuantas horas de carretera, así como la infundada creencia por comentarios de familiares y amigos de que “no tenía nada que ver”, hicieron que la dejáramos en el olvido. Y no ha sido hasta esta ocasión en la que le hemos dado una oportunidad quedando muy satisfechos con lo visto.
Al igual que en las otras excursiones que realizamos durante nuestro crucero por el Caribe con Pullmantur, unas semanas antes planificamos las visitas a Santo Domingo. Contactamos primero con una taxista de Punta Cana llamada Jenny que nos comento que ella no podría desplazarse tan lejos y nos recomendó a un compañero. Via Whasap y de forma muy fluida, hablamos con Junior y acordamos que nos recogería en el puerto con una van para darnos un paseo de unas tres horas y mostrarnos los lugares emblemáticos de esta ciudad caribeña. El precio acordado fue de 15$ la hora.
Saliendo de la terminal del Puerto de Santo Domingo esperamos un rato a Junior. Tras 20 minutos apareció un señor que se identifico como Duarte, un amigo taxista. Junior no había podido acudir a nuestra cita pero en su lugar, había enviado a un buen amigo que sería el encargado de mostrarnos la ciudad. Sentados en su coche, tanto Junior como Jenny nos llamaron por teléfono para ver si estaba todo en orden. Un detalle que nos encantó por lo que en atención y seriedad a estos señores hay que ponerles matrícula de honor.
Parque Los Tres Ojos de Agua
La primera parada del día fue el conocido como Cenote Tres Ojos que se encuentra increíblemente cerca de Santo Domingo. Al aproximarnos a la taquilla para comprar la entrada resulto que solo admitían pesos dominicanos. Nosotros, debido al corto tiempo que íbamos a pasar en Santo Domingo, no habíamos cambiado y solo llevábamos euros y dólares. Uno de los guías que se encontraban a la entrada esperando clientes nos ofreció el cambio y lo aceptamos.
Con nuestras entradas bajamos las resbaladizas escaleras encaminándonos al corazón del Cenote. Una azul piscina en calma era el punto más bajo. Desde allí, levantamos la mirada hacia arriba mostrándonos una estampa aun más bonita que el pequeño lago.
Subimos y bajamos varios tramos de escaleras para visitarlo en su totalidad. Mientras, el alto índice de humedad hacia que pareciera que estábamos duchándonos en vez de haciendo turismo.
Sofocados por el calor, salimos al exterior y proseguimos la ruta.
El Santo Domingo más colonial
Una corta parada en el Faro a Colón y entramos de lleno en el Santo Domingo mas colonial. Declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1990, sus calles adoquinadas invitan a pasear y perderse recordándonos aquellas uruguayas de Colonia del Sacramento.
Que ver en Santo Domingo
Puerta del Conde
Antigua puerta de entrada a la ciudad.Museo Alcázar de Colón
De la época virreinal y que tiene como protagonista la vida de la familia de Colon en Santo Domingo.
Panteón de la Patria
Lo que más nos gusto. Es un mausoleo donde se conservan los personajes históricos de la República Dominicana.
Palacio Nacional
La casa del presidente de República Dominicana, algo asi como la Casa Blanca pero en pequeño.
Rafael Leónidas Trujillo Molina fue un dictador tirano que gobernó durante las décadas de los 40 y 50 reprimiendo a toda oposición, anulando las libertades civiles y violando constantemente los derechos humanos. Tal fue el culto a su personalidad, que incluso consiguió aprobar por abrumadora mayoría del Congreso el cambio del nombre de la capital Santo Domingo a “Ciudad Trujillo”
La última parada del día estaba íntegramente reservada a la obtención de suvenires y otras delicatesen dominicanas como un buen Brugal añejo. El mejor lugar para encontrar ambas es en el Mercado Modelo y sus alrededores. Una vez fijada la hora de recogida con Duarte nos adentramos para explorarlo. Cuadros de vivos colores y figuras talladas en la madera se encontraban a cada paso nuestro. La segunda planta del Mercado Modelo estaba dedicada a la venta de carne y pescados.
Tras una hora hablando con los dueños de los puestecillos y de regatear alguna camiseta con la frase “Alguien que me quiere mucho me ha traído una camiseta de la República Dominicana” fuimos al encuentro de Duarte quien en menos de 15 minutos nos devolvió al Puerto donde recogeríamos nuestras maletas y daríamos por finalizado el viaje por el Caribe.
Si algo nos llevamos de nuestra fugaz visita a Santo Domingo es que merece la pena pasar por ella y dedicarle al menos un día ya que es el lugar donde se concentra la autentica vida dominicana y todo su importante pasado histórico.
Ciudad Trujillo, el pasado más negro de Santo Domingo
Rafael Leónidas Trujillo Molina fue un dictador tirano que gobernó durante las décadas de los 40 y 50 reprimiendo a toda oposición, anulando las libertades civiles y violando constantemente los derechos humanos. Tal fue el culto a su personalidad, que incluso consiguió aprobar por abrumadora mayoría del Congreso el cambio del nombre de la capital Santo Domingo a “Ciudad Trujillo”
Shopping en Mercado Modelo
La última parada del día estaba íntegramente reservada a la obtención de suvenires y otras delicatesen dominicanas como un buen Brugal añejo. El mejor lugar para encontrar ambas es en el Mercado Modelo y sus alrededores. Una vez fijada la hora de recogida con Duarte nos adentramos para explorarlo. Cuadros de vivos colores y figuras talladas en la madera se encontraban a cada paso nuestro. La segunda planta del Mercado Modelo estaba dedicada a la venta de carne y pescados.
Tras una hora hablando con los dueños de los puestecillos y de regatear alguna camiseta con la frase “Alguien que me quiere mucho me ha traído una camiseta de la República Dominicana” fuimos al encuentro de Duarte quien en menos de 15 minutos nos devolvió al Puerto donde recogeríamos nuestras maletas y daríamos por finalizado el viaje por el Caribe.
Si algo nos llevamos de nuestra fugaz visita a Santo Domingo es que merece la pena pasar por ella y dedicarle al menos un día ya que es el lugar donde se concentra la autentica vida dominicana y todo su importante pasado histórico.
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Pues me ha parecido muy chula la ciudad, sobre todo la parte colonial! La verdad es que pensaba que República Dominicana era solo un destino de playa y que no había nada de interés a nivel cultural.
ResponderEliminarNos faltaron horas Maria del Carmen. Callejuelas de ladrillo y farolillos que tenían un aire colonial precioso! Para la próxima ya sabes donde tienes que hacer una paradita ;) Gracias por pasarte por aquí.
EliminarHola. Me gustaria el contacto del taxista de sto domingo. Voy a hacer el crucero en enero
ResponderEliminarBuenas! Se llama Junior y su teléfono es 001 829 779 6384. Háblale por Wasap, contesta muy rápido. Saludos y buen viaje!
Eliminarbuenas tardes viajera; me ha encantado tu diario y me está ayudando mucho. Nosotros somos un grupo de 5 adultos y un niño y nos vamos la semana que viene 12 de marzo. Estamos interesados en el taxista junior y mi pregunta es si él tiene email porque no tendré datos en el movil salvo qeu en el puerto haya wifi. Cómo contactastes con él? Con cuanto tiempo de antelación para poder pillarlo? Ya pillamos la de La romana con Sara y el señor del 4x4.
ResponderEliminarMuchas gracias! Me alegra que te ayude nuestra experiencia en el crucero. Respondiendo a tu pregunta, no tengo el email de Junior. Nosotros hablamos con el vía wasap antes del viaje y confiamos en que estuviera en el puerto tal y como acordamos, de hecho como el no pudo ir, nos envió a un amigo y nos llamo al teléfono de su amigo para contarnos que no había podido ir. Nosotros le avisamos un par de semanas antes por lo que creo que aun estas a tiempo. Saludos y buen viaje! Dale recuerdos a Sara y al señor Ricardo de parte mía!
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