La lágrima del Índico es conocida por su famoso Té de Ceylán el cual representa uno de los pilares económicos en Sri Lanka. Considerado como el mejor té del mundo, visitar las plantaciones de té muestra los rostros de aquellas trabajadoras que de sol a sol cortan las hojas para el posterior uso y disfrute en Europa. Es por ello que he querido ponerles rostro a esas mujeres de amplia sonrisa que con cuidadosas manos recolectan el delicioso Té de Ceylán.
Durante nuestro viaje por Sri Lanka, teníamos en ruta una estancia de varios días en Nuwara Eliya, un pueblo enclavado en un valle, rodeado de montañas y espesa niebla, donde se cultiva el té más famoso de Ceylán. A más de 2000 metros de altura, las plantaciones de té se pierden más lejos de lo que alcanza el ojo humano.
La primera parada de nuestra ruta fue a una plantación de Té donde nos explicaron cómo se realizaba la recogida por parte de las mujeres. Con una vara como única medida, elegían todas aquellas hojas que sobresalían, depositándolas en un saco y en algunos casos en una canasta, ceñida a su frente.
Mientras duraba la explicación, las señoras nos miraban con curiosidad y tras pedirles permiso, les hicimos algunas fotos sorprendiéndonos con su fortaleza de espíritu y capacidad de trabajar incluso en condiciones climatológicas difíciles.
Tras intercambiar sonrisas y dejándoles claro nuestra total admiración por la dura labor que realizaban, fuimos hacia la fábrica de té.
Nos enseñaron todo el proceso de producción, señalándonos que las principales variedades de Té en Nuwara Eliya son el Negro (común en toda Sri Lanka) y el Blanco (autóctono de la zona), teniendo un sabor único, otorgado por la climatología de la zona, que según los entendidos hace de éste el mejor Té de Ceylán.
Con una taza de delicioso Té nos despedimos de la fábrica y partimos rumbo a nuestro hotel en Nuwara Eliya. Situado a más de 20 Kms., el peculiar hotel era una fábrica de Té reconvertido y por consiguiente, se encontraba rodeado de plantaciones de té.
En la tarde, bajamos al pequeño pueblo que a sus pies se encontraba para ver regresar a todas esas mujeres agotadas tras un duro día.
En cada taza de Té de Ceylán que me bebo desde entonces, siempre recuerdo sus manos recogiendo las hojas y su amplia y sincera sonrisa bajo un sol abrazador.
Si queréis saber más sobre las variedades de Té que existen en Ceylán y sus diferencias, os recomiendo la lectura de este artículo.
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Tras intercambiar sonrisas y dejándoles claro nuestra total admiración por la dura labor que realizaban, fuimos hacia la fábrica de té.
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Cómo me ha gustado esta entrada... me encanta el té y me vine de Ceilán cargadita de este que es el mejor del mundo.
ResponderEliminarMe habría encantado alojarme en una plantación, que experiencia, Vero.
Besos
Fue muy entretenido, estar sentado tomando un te con la vista infinita de los campos. Había incluso un vagón de tren que era un restaurante para cenar al mas puro estilo srilankes. No sabes como me alegra que te guste :) Saludos
EliminarQue imágenes más bonitas! La verdad es que a mi me gusta más el de Ceyland que el Darjeling de la Índia. Igual viene de aquí!
ResponderEliminarYo creo que son variedades diferentes. Estaba haciendo el articulo de la organización del viaje a Sri Lanka cuando me tope con todas estas fotos y recordé aquellos momentos...Un abrazo
EliminarQue duro el trabajo de las recolectoras!!
ResponderEliminarCuando saboreamos un rico té muchas veces no apreciamos todo el trabajo que hay detrás y gracias a su cuidado y dedicación nosotros podemos saborearlo.
Que bonita experiencia visitar la plantación de té
Un besito!!
Muchas gracias por tu comentario. Creí conveniente, ponerle cara a estas mujeres que trabajan tan duramente. Un saludo
EliminarBonitas fotos, me encantan las plantaciones de té. Un besote!!
ResponderEliminarMe alegro que te gusten Caliope :) Un abrazo
EliminarQué interesante esta entrada. Yo no conozco esta zona, pero cuando fui a la India también me sorprendió el duro trabajo que realizaban las mujeres, trabajando al sol en las carreteras con los niños a cuestas. Pese a las diferencias que aun existen, con estas imágenes, cada vez tengo más claro que tenemos mucha suerte de haber nacido en esta tierra.
ResponderEliminarEn India era increíble ver a las mujeres trabajando de sol a sol mientras ellos...no hacían nada. Sin duda, es cuestión de suerte nacer en uno u otro lugar del mundo. Saludos Mapani!
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