El metro de Moscu no sólo puede presumir de ser el que contiene mayor densidad de pasajeros del mundo sino que ostenta el titulo del “Palacio del Pueblo”. Un paseo por las estaciones de metro más emblemáticas os hará sentir que estáis en un museo donde mármoles, lámparas de araña y mosaicos os mostrarán el pasado glorioso de la Unión Soviética.
El sexto del mundo en longitud, el metro de Moscu cuenta con 12 líneas y 196 estaciones. Su obra corrió a cargo de Stalin y en 1935 se procedió a su inauguración.
Durante la Guerra Fría, se construyó una sección más profunda en el metro con vistas a servir como refugio nuclear. La parada de Arbatskaya es una de ellas.
Si estábamos ansiosos por ver la Plaza Roja, con el metro de Moscu nos pasó algo parecido. Fue amor a primera vista, nada más entrar en el majestoso edificio que sirve como puerta de entrada de la estación Smolenskaya nos sentimos en un museo plagado de recuerdos históricos.
Nos aproximamos a la taquilla y compramos nuestro ticket de acceso. Lo mejor es comprar un bono de 10 viajes ya que todos los desplazamientos en Mocu los realizareis en el metro y os saldrá más económico. El precio exacto del bono no lo recordamos, pero el billete sencillo costaba 50 rublos, un euro al cambio actual (Julio 2015) eran aproximadamente 60 rublos.
Existen también maquinas expendedoras en ruso e inglés y en las que tampoco es difícil comprar un billete (lo comprobamos y no fue un drama) pero si comprar un bono, por lo que lo mejor es comprarlo en taquilla.
Al llevar la silla de paseo de Helia nos encontramos que el acceso normal era estrecho y el que es más ancho sólo se abre mediante autorización del personal encargado. Durante todos nuestros paseos por el metro de Moscu, siempre hubo alguien que estaba pendiente de abrirnos el acceso grande.
El segundo reto vino al bajar las kilométricas escaleras directas al núcleo de la tierra, con una silla de ruedas. Sin ascensor tuvimos que ingeniárnoslas para hacer lo que en todas partes del mundo recomiendan no realizar: bajar y subir con la silla por las escaleras mecánicas. Paco cogía en brazos a Helia y yo realizaba equilibrismo con la silla evitando caerme y que el vértigo se apoderada de mí.
Otro punto negativo de accesibilidad en el metro llega con las escaleras, con dos rampas metálicas como única ayuda. Tocaba siempre coger en brazos la silla (sin Helia que esos kilitos van pesando ya) y subirla y bajarla por empinadas escaleras.
Una vez en lo más profundo del metro de Moscu, abrimos bien los ojos: mármoles, granitos y esculturas se abrían paso en cada parada. Mosaicos, emblemas y lámparas de cristales adornaban cada estación haciéndonos sentir en el auténtico palacio de Moscu, el del pueblo.
Limpieza máxima, amplitud y escrupulosa puntualidad son otras de las cualidades positivas del palacio del pueblo. Ni un kleenex ni un chicle puedes ver en sus lustrosos suelos.
Sobre los horarios del metro de Moscu deciros que existe un reloj que indica el tiempo que ha pasado desde el tren anterior, siendo la frecuencia habitual de un tren cada 2 minutos, pero de forma habitual y según las líneas a veces era frecuencia era incluso menor, por lo que no es para nada ningún drama si se escapa un tren.
En el interior de los vagones y salvo picos máximos de aglomeraciones, siempre encontramos algún asiento libre y alguna esquina donde aparcar la silla de paseo de Helia. En algunas ocasiones, chicos jóvenes se levantaban de su asiento para que la mami se sentara (amabilidad rusa).
Algo que a mucha gente le intimida cuando viaja en el metro de Moscu son las indicaciones de las estaciones en cirílico, en inglés casi no existen (salvo las líneas más céntricas). Os aseguro que con el plano del metro siempre a mano y contando las estaciones, no os perderéis. Nosotros, despistados por naturaleza, podemos decir con orgullo que conseguimos ir siempre en nuestro camino.
¿Robos en el metro de Moscu? Al existir tanta densidad de población que lo utiliza es normal que haya carteristas y algún mangante. Cierto es que por la experiencia de nuestro amigo Joan en el metro, íbamos atentos y con las billeteras protegidas. Quizás fue cuestión de suerte que no sufriéramos ningún robo, ni aquí ni en San Petersburgo.
Una tarde mientras Helia descansaba en su silla tras la visita al Kremlin, decidimos realizar una excursión por las estaciones más bonitas. El día antes nos habíamos dedicado a señalar en el plano del metro de Moscu todas las recomendaciones de nuestro amigo Oscar y este es el resultado de tan fantástica visita:
Es la circular y más antigua de todas. La gente dice que es donde se encuentran las estaciones más bonitas (para nosotros no fue así). Se tarda en recorrerla al completo (sin bajadas) unos 30 minutos.
Con estas paradas en las estaciones, descubrireis el porqué el metro de Moscu es conocido como el palacio del pueblo. Una maravilla de diseño y arquitectura única que esperamos os guste tanto como a nosotros.
El sexto del mundo en longitud, el metro de Moscu cuenta con 12 líneas y 196 estaciones. Su obra corrió a cargo de Stalin y en 1935 se procedió a su inauguración.
Durante la Guerra Fría, se construyó una sección más profunda en el metro con vistas a servir como refugio nuclear. La parada de Arbatskaya es una de ellas.
Si estábamos ansiosos por ver la Plaza Roja, con el metro de Moscu nos pasó algo parecido. Fue amor a primera vista, nada más entrar en el majestoso edificio que sirve como puerta de entrada de la estación Smolenskaya nos sentimos en un museo plagado de recuerdos históricos.
Nos aproximamos a la taquilla y compramos nuestro ticket de acceso. Lo mejor es comprar un bono de 10 viajes ya que todos los desplazamientos en Mocu los realizareis en el metro y os saldrá más económico. El precio exacto del bono no lo recordamos, pero el billete sencillo costaba 50 rublos, un euro al cambio actual (Julio 2015) eran aproximadamente 60 rublos.
Existen también maquinas expendedoras en ruso e inglés y en las que tampoco es difícil comprar un billete (lo comprobamos y no fue un drama) pero si comprar un bono, por lo que lo mejor es comprarlo en taquilla.
ACCESIBILIDAD DEL METRO DE MOSCU PARA VIAJAR CON NIÑOS
Al llevar la silla de paseo de Helia nos encontramos que el acceso normal era estrecho y el que es más ancho sólo se abre mediante autorización del personal encargado. Durante todos nuestros paseos por el metro de Moscu, siempre hubo alguien que estaba pendiente de abrirnos el acceso grande.
El segundo reto vino al bajar las kilométricas escaleras directas al núcleo de la tierra, con una silla de ruedas. Sin ascensor tuvimos que ingeniárnoslas para hacer lo que en todas partes del mundo recomiendan no realizar: bajar y subir con la silla por las escaleras mecánicas. Paco cogía en brazos a Helia y yo realizaba equilibrismo con la silla evitando caerme y que el vértigo se apoderada de mí.
Otro punto negativo de accesibilidad en el metro llega con las escaleras, con dos rampas metálicas como única ayuda. Tocaba siempre coger en brazos la silla (sin Helia que esos kilitos van pesando ya) y subirla y bajarla por empinadas escaleras.
Una vez en lo más profundo del metro de Moscu, abrimos bien los ojos: mármoles, granitos y esculturas se abrían paso en cada parada. Mosaicos, emblemas y lámparas de cristales adornaban cada estación haciéndonos sentir en el auténtico palacio de Moscu, el del pueblo.
TIPS DEL METRO DE MOSCU
Limpieza máxima, amplitud y escrupulosa puntualidad son otras de las cualidades positivas del palacio del pueblo. Ni un kleenex ni un chicle puedes ver en sus lustrosos suelos.
Sobre los horarios del metro de Moscu deciros que existe un reloj que indica el tiempo que ha pasado desde el tren anterior, siendo la frecuencia habitual de un tren cada 2 minutos, pero de forma habitual y según las líneas a veces era frecuencia era incluso menor, por lo que no es para nada ningún drama si se escapa un tren.
En el interior de los vagones y salvo picos máximos de aglomeraciones, siempre encontramos algún asiento libre y alguna esquina donde aparcar la silla de paseo de Helia. En algunas ocasiones, chicos jóvenes se levantaban de su asiento para que la mami se sentara (amabilidad rusa).
Algo que a mucha gente le intimida cuando viaja en el metro de Moscu son las indicaciones de las estaciones en cirílico, en inglés casi no existen (salvo las líneas más céntricas). Os aseguro que con el plano del metro siempre a mano y contando las estaciones, no os perderéis. Nosotros, despistados por naturaleza, podemos decir con orgullo que conseguimos ir siempre en nuestro camino.
¿Robos en el metro de Moscu? Al existir tanta densidad de población que lo utiliza es normal que haya carteristas y algún mangante. Cierto es que por la experiencia de nuestro amigo Joan en el metro, íbamos atentos y con las billeteras protegidas. Quizás fue cuestión de suerte que no sufriéramos ningún robo, ni aquí ni en San Petersburgo.
Una tarde mientras Helia descansaba en su silla tras la visita al Kremlin, decidimos realizar una excursión por las estaciones más bonitas. El día antes nos habíamos dedicado a señalar en el plano del metro de Moscu todas las recomendaciones de nuestro amigo Oscar y este es el resultado de tan fantástica visita:
EXCURSIÓN POR LAS ESTACIONES DEL METRO DE MOSCU
LINEA 5 MARRÓN
Es la circular y más antigua de todas. La gente dice que es donde se encuentran las estaciones más bonitas (para nosotros no fue así). Se tarda en recorrerla al completo (sin bajadas) unos 30 minutos.
Para indicar el sentido en el que se viaja, se diferencia mediante una voz masculina si se recorre en el sentido de las agujas de un reloj y una voz femenina si es en contra. Nosotros la recorrimos en contra de las agujas del reloj (voz de señora rusa):
Línea donde teníamos ubicado el hotel y para nosotros la más espectacular.
- Park Kultury
- Taganskaya
- Komsomolskaya
- Prospekt Mira
- Novoslobodskaya
- Belorusskaya: sirve para cambiar la línea marrón con la verde.
LINEA 3 AZUL
Línea donde teníamos ubicado el hotel y para nosotros la más espectacular.
- Park Pobedy
La estación de metro más bonita sin duda alguna. La conjunción astral hizo que antes de salir a la intempestiva lluvia que nos esperaba en el Museo de la Gran Madre Patria, disfrutáramos en soledad de su maravillosa perspectiva. Al fondo, un colorido mosaico nos dejaba claro porque esta estación es obligatoria de incluir en todo paseo por el palacio del pueblo que se precie.
- Kiyevskaya
Famosa por salir los trenes hacia Kiev desde allí.
- Smolenskaya
Nuestro hotel se encontraba a 1 minuto andando de ella por lo que la recorrimos en muchas ocasiones.
- Arbatskaya
Es una de las más profundas. Durante la Guerra Fría se ideo su sección más profunda para esconder al pueblo en caso de guerra nuclear. En esta parada se encuentra la famosa calle comercial de Arbat, una inmensa calle peatonal que concentra negocios, tiendas de souvenires y muchos restaurantes. Ideal para pasear por las tardes disfrutando de la vida moscovita.
- Ploshchad Revolyutsii
Es la parada por la que se accede a la Plaza Roja. Cuenta con figuras en bronce representativas del pueblo y donde la más desgastada es la de un perro ya que todo el mundo le toca el hocico al chucho porque dicen que trae suerte. A nosotros lo que más nos gustó fue la Hoz y el Martillo en la cúpula blanca del techo y los mármoles grabados con banderas de la URSS.
- Partizanskaya
Referente para ir al Mercado de Izmailovo, es una estación impresionante presidida por una gigantesca estatua de trabajadores.
Para esta línea estábamos ya agotados de subir y bajar escaleras por lo que aunque sabíamos que nos dejábamos dos estaciones muy bonitas, regresamos al hotel para descansar. Estas son las que nos recomendaron:
LINEA 2 VERDE
Para esta línea estábamos ya agotados de subir y bajar escaleras por lo que aunque sabíamos que nos dejábamos dos estaciones muy bonitas, regresamos al hotel para descansar. Estas son las que nos recomendaron:
- Mayakovskaya
- Novokuznetskaya
Si este es el palacio del pueblo, ya no me quiero imaginar el de la nobleza!!!
ResponderEliminarQue bonitas estaciones!!!!!!!
En Kiev vimos unas así del mismo estilo, o sea hermosas (y súper profundas).
Saluditos!
Que ganas le tenemos a Kiev Olga!. Los palacios por muy bellos que sean, no dejaran de ser lugares inalcanzables. En cambio el Metro de Moscú es utilizado todos los días por los trabajadores..no me dirás que no tiene que ser bonito ir a trabajar viendo tanta maravilla :) Un abrazo
EliminarLa verdad es que es una maravilla. Precioso post y muy bien documentado. Por cierto, veo que ha encarecido un montón, yo lo recuerdo como de 15 o 20 céntimos de euro.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Jordi. Lo de encarecerse no lo se. Piensa que hemos viajado con el rublo en mala forma y ha salido el viaje mas económico...San Petersburgo si que valía unos 25 céntimos el billete de metro. Saludos y gracias por pasarte por aquí.
EliminarYo tambien pase mas de medio dia saltando de una estacion a otra y alucinando con ellas. De hecho, tras el conjunto Kremlim+Plaza roja, me parece lo mas interesante y bonito que ver en Moscu. Preciosas las fotos, yo creo que hice un par o 3 como mucho :(
ResponderEliminarY de Rusia! Ya sabes que volvimos maravillados con el Metro de Moscu. Muchas gracias por las fotos, fue la cámara, no yo ;)
EliminarSiempre miro fotos del metro de Moscú y siempre me quedo con la boca abierta. Que ganas de descubrirlo por nosotros mismos.
ResponderEliminarMuy buenos apuntes
Por mucho que miras hasta que no estas allí no te das cuenta de su grandeza...yo decía bah! sera como otro cualquier! Gran error, no existe un lugar así en el mundo. Debería de ser declarado Patrimonio de la Humanidad. Un abrazo.
EliminarCuando estaba en EGB, no recuerdo el curso, en uno de k¡mis libros de historia había una foto del metro de Moscú. En esa época no había visto ni un metro, no había salido del pueblo y alrededores, pero me llamaba tanto la atención que buscaba en la enciclopedia de casa (esa de pastas duras marrones y letras doradas), información sobre el metro y me quedaba alucinada, tanto que era uno de mis destinos futuros cuando pudiese viajar. Cuando por fin hice mi sueño realidad no me defraudó, limpio, barato, precioso y funcionando a la perfección y sobre todo esa sensación de viajar por el subsuelo en plan palacio, una pasada. Muy buena entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarCaliope no podías haber expresado mejor el sueño que supone ver el Metro de Moscú. Al igual que tu, lo habíamos visto en fotografías y era uno de esos lugares principales que queríamos ver. La primera impresión cuando bajamos nos dejo alucinados. Tras utilizar metros en los 5 continentes, este simplemente nos pareció una obra de arte, un palacio de mármoles. lamparas de cristal y mosaicos único en el mundo. Me alegro que te haya gustado. Le puse todo mi cariño al escribirla. Un abrazo.
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