Reconstruido casi en su totalidad tras las Segunda Guerra Mundial, el antaño hotel vacacional de los zares de Rusia puede presumir de contener en sus jardines inferiores, uno de los complejos de fuentes más grandes del mundo. Visitar el Palacio de Peterhof es una agradable excursión para realizar desde San Petersburgo que permitirá pasear por vistosos jardines y doradas fuentes haciéndote sentir como un autentico zar.
Existen diferentes zonas para visitar en el Palacio de Peterhof. Nosotros decidimos por tiempo y porque nos lo habían recomendado, solo ver los jardines y fuentes ya que teníamos previsto al día siguiente deleitarnos con el interior del Palacio de Catalina y su famoso salón Ámbar.
Existen diferentes precios según la zona que se quiera visitar del Palacio de Peterhof. La entrada a los jardines (The lower park) nos costó 500 rublos cada uno, Helia al ser menor no pagaba.
Para evitar esperar en las famosas filas que se forman en la taquilla, realizamos la compra de estas desde su página web y una vez en el acceso de entrada del embarcadero, solo tuvimos que ir a una caja que se encontraba vacía y canjear el ticket de compra entregándonos las entradas.
Existen dos formas de llegar al Palacio Peterhof: por tierra (muy barata) o por mar (cara):
En la parada de Metro “Avtovo” coger los buses 200 o 210. También van allí los minibuses 224, 300, 424, 424-A. Esta forma es la más económica pero optamos por la siguiente que es la mas cómoda si viajas con bebés y niños.
Detrás del Hermitage se encuentran los embarcaderos para llegar en transbordador al palacio. Existen varias compañías que realizan ese traslado pero no sé si fue por la hora en la que llegamos o por el mal día que hacía, que solo encontramos una abierta. Nos acercamos a la taquilla y preguntamos el precio: 700 rublos un billete de ida o 1200 rublos el de ida y vuelta, al ser un poco más económica, elegimos esta opción. Helia al ser menor no pagaba.
Compramos los tickets abonando la cantidad en efectivo ya que no nos dejaron pagarlo con tarjeta dejándonos casi sin cash para el resto del día.
Dentro de un mismo billete se encontraban los dos trayectos, por lo que os recomiendo que lo guardéis hasta el final de la excursión.
Llamado antiguamente Petrodvoréts, el Palacio de Peterhof se encuentra situado a 29 kilómetros de San Petersburgo. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue residencia de los zares de Rusia hasta la Revolución en 1917.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la invasión alemana destrozo al completo el palacio y los jardines siendo hoy en día, palacios, jardines y fuentes reconstrucciones de la obra de Pedro el Grande.
El complejo esta formado por varios palacios y dos zonas de jardines, la superior con cinco fuentes y la inferior con montones, todas alimentadas por manantiales naturales que se encuentran a 22 kilómetros de distancia.
Nuestro primer día en San Petersburgo se levantó con un cielo nublado y fue cuestión de minutos que comenzara la dichosa lluvia, algo que iba a deslucir mucho la visita a los jardines de Peterhof.
Con el resguardo de haber comprado las entradas por internet pusimos rumbo al Hermitage ya que habíamos decidido llegar al palacio vía marítima por ser la mas fácil con la silla de paseo. Un poco desorientados, preguntamos en la oficina de información turística que se encuentra junto al Hermitage que transbordador nos recomendaban utilizar y si nos podían facilitar un mapa de los jaridnes y fuentes de Petrodvorets, pues ni mapa ni indicación efectiva de que compañía elegir.
Aunque la verdad que esta última no nos hizo falta ya que estaban todas cerradas salvo una: Meteor
Compramos el billete de ida y vuelta y subimos al transbordador con la silla de paseo de Helia incluida.
Desde el embarcadero hasta el palacio tardamos unos 30 minutos aproximadamente de navegación bajo una buena lluvia que no nos dejo disfrutar de las vistas que el Golfo de Finlandia regala.
Una vez en tierra firma, cambiamos nuestro resguardo y accedimos directamente a la zona de los jardines inferiores de Peterhof.
Caminamos hasta llegar al puente más próximo a la famosa fuente de Sansón maravillándonos con la visión del conjunto. Claro está que ofreciendo tan buena vista se encontraba altamente concurrido de visitantes lo que ocasionoó alguna mala mirada por parte de alguno que se piensa que podía estar posando en el puente 10 minutos sin que nadie pasara por delante o se apoyara en la barandilla para hacer su propia foto.
Poco a poco el día iba mejorando y cuando llegamos junto a la zona principal de fuentes de Peterhof, unos esplendidos y escasos rayos solares brillaron sobre los cuerpos dorados de las estatuas mostrando el esplendor que en otra época contemplaban los zares de Rusia durante sus vacaciones veraniegas.
Visto la zona central decidimos ir en busca del resto de las fuentes. Gracias a la guía de viaje que llevábamos (Guía Azul de Moscú y San Petersburgo) fuimos orientándonos en los jardines encontrándolas casi todas.
Tras un rato caminando paramos junto a un puesto de Hot Dogs ya que si algo muy bueno tienen estos jardines, es encontrar en cada esquina chiringuitos de helados, cafés, hamburguesas y perritos calientes donde reponer fuerzas. También existen varios restaurantes y baños (de pago).
Con algo sólido en el estómago proseguimos andando alejándonos de la concurrida zona central. Nos encontramos con el trenecito que recorre todo el recinto pero considerando que estos no tienen la extensión de los jardines de Versalles, decidimos seguir andando.
Casi terminando la visita a la zona de los jardines inferiores, la lluvia comenzó a hacer acto de presencia dando por finalizada nuestra visita a Peterhof.
Corrimos al embarcadero para subirnos al transbordador, cosa que no evitó que nos pusiéramos hechos unas sopas de tanta agua. Comentar que ni a la ida ni a la vuelta, el transbordador fue lleno de gente encontrando asientos libres en ambas ocasiones.
Un día mejor nos hubiera permitido disfrutar más de las peculiares fuentes de Peterhof, pero no todos los días luce el sol en los viajes...
HORARIOS, PRECIOS Y COMO LLEGAR AL PALACIO DE PETERHOF
Existen diferentes zonas para visitar en el Palacio de Peterhof. Nosotros decidimos por tiempo y porque nos lo habían recomendado, solo ver los jardines y fuentes ya que teníamos previsto al día siguiente deleitarnos con el interior del Palacio de Catalina y su famoso salón Ámbar.
HORARIOS DE LOS JARDINES DE PETERHOF
- Los Jardines bajos (The lower park) abren desde las 9 hasta las 20 horas. Los sábados hasta las 21.
- Las fuentes comienzan a funcionar desde las 10 hasta las 18 horas y los sábados hasta las 19 horas.
PRECIOS DE LOS JARDINES DE PETERHOF
Existen diferentes precios según la zona que se quiera visitar del Palacio de Peterhof. La entrada a los jardines (The lower park) nos costó 500 rublos cada uno, Helia al ser menor no pagaba.
Para evitar esperar en las famosas filas que se forman en la taquilla, realizamos la compra de estas desde su página web y una vez en el acceso de entrada del embarcadero, solo tuvimos que ir a una caja que se encontraba vacía y canjear el ticket de compra entregándonos las entradas.
COMO LLEGAR AL PALACIO DE PETERHOF
Existen dos formas de llegar al Palacio Peterhof: por tierra (muy barata) o por mar (cara):
Por tierra:
Por Mar:
Detrás del Hermitage se encuentran los embarcaderos para llegar en transbordador al palacio. Existen varias compañías que realizan ese traslado pero no sé si fue por la hora en la que llegamos o por el mal día que hacía, que solo encontramos una abierta. Nos acercamos a la taquilla y preguntamos el precio: 700 rublos un billete de ida o 1200 rublos el de ida y vuelta, al ser un poco más económica, elegimos esta opción. Helia al ser menor no pagaba.
Compramos los tickets abonando la cantidad en efectivo ya que no nos dejaron pagarlo con tarjeta dejándonos casi sin cash para el resto del día.
Dentro de un mismo billete se encontraban los dos trayectos, por lo que os recomiendo que lo guardéis hasta el final de la excursión.
UN POCO DE HISTORIA…
Llamado antiguamente Petrodvoréts, el Palacio de Peterhof se encuentra situado a 29 kilómetros de San Petersburgo. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue residencia de los zares de Rusia hasta la Revolución en 1917.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la invasión alemana destrozo al completo el palacio y los jardines siendo hoy en día, palacios, jardines y fuentes reconstrucciones de la obra de Pedro el Grande.
El complejo esta formado por varios palacios y dos zonas de jardines, la superior con cinco fuentes y la inferior con montones, todas alimentadas por manantiales naturales que se encuentran a 22 kilómetros de distancia.
NUESTRA VISITA A LOS JARDINES Y FUENTES DEL PALACIO PETERHOF
Nuestro primer día en San Petersburgo se levantó con un cielo nublado y fue cuestión de minutos que comenzara la dichosa lluvia, algo que iba a deslucir mucho la visita a los jardines de Peterhof.
Con el resguardo de haber comprado las entradas por internet pusimos rumbo al Hermitage ya que habíamos decidido llegar al palacio vía marítima por ser la mas fácil con la silla de paseo. Un poco desorientados, preguntamos en la oficina de información turística que se encuentra junto al Hermitage que transbordador nos recomendaban utilizar y si nos podían facilitar un mapa de los jaridnes y fuentes de Petrodvorets, pues ni mapa ni indicación efectiva de que compañía elegir.
Aunque la verdad que esta última no nos hizo falta ya que estaban todas cerradas salvo una: Meteor
Compramos el billete de ida y vuelta y subimos al transbordador con la silla de paseo de Helia incluida.
Desde el embarcadero hasta el palacio tardamos unos 30 minutos aproximadamente de navegación bajo una buena lluvia que no nos dejo disfrutar de las vistas que el Golfo de Finlandia regala.
Una vez en tierra firma, cambiamos nuestro resguardo y accedimos directamente a la zona de los jardines inferiores de Peterhof.
Caminamos hasta llegar al puente más próximo a la famosa fuente de Sansón maravillándonos con la visión del conjunto. Claro está que ofreciendo tan buena vista se encontraba altamente concurrido de visitantes lo que ocasionoó alguna mala mirada por parte de alguno que se piensa que podía estar posando en el puente 10 minutos sin que nadie pasara por delante o se apoyara en la barandilla para hacer su propia foto.
Poco a poco el día iba mejorando y cuando llegamos junto a la zona principal de fuentes de Peterhof, unos esplendidos y escasos rayos solares brillaron sobre los cuerpos dorados de las estatuas mostrando el esplendor que en otra época contemplaban los zares de Rusia durante sus vacaciones veraniegas.
Visto la zona central decidimos ir en busca del resto de las fuentes. Gracias a la guía de viaje que llevábamos (Guía Azul de Moscú y San Petersburgo) fuimos orientándonos en los jardines encontrándolas casi todas.
Tras un rato caminando paramos junto a un puesto de Hot Dogs ya que si algo muy bueno tienen estos jardines, es encontrar en cada esquina chiringuitos de helados, cafés, hamburguesas y perritos calientes donde reponer fuerzas. También existen varios restaurantes y baños (de pago).
Con algo sólido en el estómago proseguimos andando alejándonos de la concurrida zona central. Nos encontramos con el trenecito que recorre todo el recinto pero considerando que estos no tienen la extensión de los jardines de Versalles, decidimos seguir andando.
Casi terminando la visita a la zona de los jardines inferiores, la lluvia comenzó a hacer acto de presencia dando por finalizada nuestra visita a Peterhof.
Corrimos al embarcadero para subirnos al transbordador, cosa que no evitó que nos pusiéramos hechos unas sopas de tanta agua. Comentar que ni a la ida ni a la vuelta, el transbordador fue lleno de gente encontrando asientos libres en ambas ocasiones.
Un día mejor nos hubiera permitido disfrutar más de las peculiares fuentes de Peterhof, pero no todos los días luce el sol en los viajes...
Lástima, pero por desgracia es así... No siempre luce el sol.
ResponderEliminarLo que me llama la atención es el tema de los puestos de hot dogs etc...como que no te lo imaginas ahí en medio xD
La verdad es que el tema de los puestos ambulantes de comida es una muy buena idea para prolongar la visita a los jardines de Peterhof ya que te puedes sentar a tomarte un perrito caliente mientras contemplas la fuente de Samson ¿pedazo de plan no? Un abrazo
EliminarSi jeje además a mi me encantan esos planes xD
EliminarHola Vero y Paco
ResponderEliminarDesde Argentina les consulto donde se consigue la Guia Azul de Moscu y San Petesburgo, si tienen data me la pasarían por favor.
Felicitaciones por el Blog, un saludo grande, Carlos
Hola Carlos! Nosotros la compramos en Amazon aunque si llevas toda la información anotada, estas guías se suelen quedar pronto desfasadas. Saludos y buen viaje!
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