Una excursión típica para realizar desde Bangkok es la visita al famoso Mercado Flotante Damnoen Saduak, un lugar que antaño servía para el comercio local de productos de la tierra en su mayoría y que actualmente es un potente reclamo turístico. Os relatamos nuestra experiencia en el mercado flotante más famoso de Tailandia así como la visita a la estupa pagoda más grande del mundo, el Wat Phra Pathom Chedi Ratchaworaviharn.
Un mercado flotante es un mercado que se instala en un río o a las orillas de un canal donde se realiza la compra-venta de productos frescos y otros enseres. Antiguamente, estos mercados flotantes eran muy importantes para la vida diaria ya que en ellos se gestionaba el comercio local y regional y eran donde se vendían los productos agrícolas y los alimentos locales. Actualmente su enfoque es principalmente turístico dejando poco espacio para el comercio local.
Es el más grande e importante de Tailandia. Se encuentra a 100 kilómetros de Bangkok. Abre a diario desde las 06:30 hasta las 11 horas. La mejor hora para visitarlo y ver el escaso comercio local que queda es a primerísima hora. Después, se convierte en floatinlandia.
Existen dos formas de llegar: en autobús o en taxi. Teniendo en cuenta que lo más auténtico por así decirlo del mercado es a primerísima hora y que el mercado está a más de 100 kms desde Bangkok lo mejor es hacerlo en Taxi para llegar lo antes posible.
El precio aproximado de un taxi para un trayecto de ida y vuelta desde Bangkok oscila entre los 1000 a los 2000 bath dependiendo de vuestras dotes negociadoras. Una vez lleguéis al mercado Damnoen Saduak, la siguiente parte es negociar con una barca para que os de el paseo. Este puede costar desde 100 bath por persona hasta 500.
Como viajeros comodones y que disponen de un tiempo limitado, decidimos la opción de ir en taxi descartando hacerlo en autobús.
Tras una velada estupenda en la Bayoke Sky Tower viendo Bangkok iluminado, al regreso a nuestro hotel nos dispusimos a encontrar un traslado para el día siguiente. Le consultamos al primer (y único taxista) que había en la puerta del hotel sobre si nos podría llevar al día siguiente al mercado flotante de Damnoen Saduak. Nos dijo que sí y negociamos el precio. Habíamos leído en foros que los precios oscilaban entre los 1000 y 2000 bath, por lo que cuando el taxista nos pidió 1500 nos pareció bien.
A la hora indicada y sin que el astro rey se hubiera despertado, nos recogió y fuimos rumbo al mercado flotante. Una vez en el mercado realizo una primera parada en el embarcadero de unos amigos suyos que nos pedían 2000 bath por la barca, evidentemente dijimos que no y le pedimos que nos llevara a otro sitio. En el siguiente lugar y tras mucho negociar el precio por la barca se quedo en 800 Bath (400 bath cada uno).
Tras cerrar el acuerdo nos montamos en la barquita rumbo a recorrer el tan emblemático Damnoen Saduak.
Y si, lo tuvimos que admitir…esa excursión con la que soñábamos antes de nuestro viaje a Tailandia, ese exótico mercado flotante en el cual se vendían antaño frutas y verduras se había convertido en un mero espectáculo turístico carente del espíritu del pasado, donde puestos de suvenires se intercambiaban con barcas de refrescos para los turistas.
En nuestro recorrido atisbamos algunas barcas que si ejercían el comercio local, cargadas de frutas, verduras y cocos.
En los canales secundarios ajenos al ajetreo turístico del principal, la vida proseguía.
Con cierta decepción emprendimos nuestro regreso a Bangkok no sin antes fijar una parada extra en la ruta que hizo que la excursión desde Bangkok mereciera la pena
Este templo tiene la peculiaridad de contener la pagoda estupa más grande del mundo con unos flamantes 127 metros de altura. Ha sido un importante centro budista desde el siglo VI.
Y lo mejor sin duda, es que la carencia absoluta de autenticidad del mercado Damnoen Saduak lo compensó con creces con un espectacular interior.
De vuelta a Bangkok y con Paco dando una pequeña cabezada en el taxi nos paró la policía. Sin más explicaciones, el conductor se bajó y fue hacia la comisaria quedándonos ambos solos y desconcertados…pasados 10 minutos un policía se acercó a nosotros y nos indicó que el taxista había sido multado por exceso de velocidad y por no tener carnet de conducir.
Estupefactos vimos regresar a nuestro taxista quien puso de nuevo rumbo hacia Bangkok, por lo que intuimos que había “huntado” generosamente a la policía para que lo dejaran marchar y seguir conduciendo.
Con el semblante enojado nos preguntó que donde quería que nos llevara en Bangkok. Le indicamos una parada del Sky Train.
A nuestra llegada a la ciudad de los ángeles, una torrencial lluvia caía. A la hora de bajarnos y pagarle ocurrió un imprevisto. El taxista paró, yo abrí la puerta de mi lado y Paco le abonó los 1500 bath que habíamos concertado el día anterior. Justo cuando puse un pie en el suelo, el taxista arrancó no dejándonos bajar y gritando como loco que le estábamos engañando y que le habíamos dado un billete de 100 en vez de uno de 1000. Nos mostró uno de 500 y a su lado el supuesto de 100 bath.
Dudando de si había sido un error nuestro y tras ver que no nos dejaba bajarnos del coche, Paco le entregó otro billete de 1000 liberándonos de nuestro temporal secuestro.
En tierra firme y tras revisar la billetera, caímos en la cuenta de que nos había timado y que en un momento de despiste cambio nuestro billete de 1000 por uno de 100 para hacernos pensar en nuestro error y de camino subsanar la multa que había tenido que pagar a la policía.
Indignados por la situación (que no por la pérdida de dinero) y una vez llegamos al hotel consultamos con la manager el caso. Yo precavidamente me había apuntado la matrícula y el número del taxista.
La manager del hotel llamó a la empresa de taxis les dió parte y nos dijo que era un chico que ya tenía muchas multas y que trataría de solucionar el problema, que si queríamos ella nos devolvía el dinero. Le declinamos la oferta ya que para nosotros lo importante era haber dado parte de lo sucedido y que esperábamos que no se volviera a repetir o que al menos el taxista no volviera a pasar por el hotel.
Y esta fue nuestra excursión desde Bangkok al mercado flotante de Damnoen Saduak, una visita agridulce con timo incluido que tuvo como recompensa ver la inmensa pagoda estupa de Nakon Pathom. Por cierto, si después de todo decidís visitar el mercado flotante recordar que es posiblemente el mercadillo más caro de toda Tailandia.
También os puede interesar:
Cena crucero por el rio Chao Phraya en Bangkok
¿Qué es un mercado flotante?
Un mercado flotante es un mercado que se instala en un río o a las orillas de un canal donde se realiza la compra-venta de productos frescos y otros enseres. Antiguamente, estos mercados flotantes eran muy importantes para la vida diaria ya que en ellos se gestionaba el comercio local y regional y eran donde se vendían los productos agrícolas y los alimentos locales. Actualmente su enfoque es principalmente turístico dejando poco espacio para el comercio local.
Mercado flotante de Damnoen Saduak
Es el más grande e importante de Tailandia. Se encuentra a 100 kilómetros de Bangkok. Abre a diario desde las 06:30 hasta las 11 horas. La mejor hora para visitarlo y ver el escaso comercio local que queda es a primerísima hora. Después, se convierte en floatinlandia.
Excursión desde Bangkok al Mercado Flotante Damnoen Saduak
Cómo llegar al Mercado Flotante de Damnoen Saduak
Existen dos formas de llegar: en autobús o en taxi. Teniendo en cuenta que lo más auténtico por así decirlo del mercado es a primerísima hora y que el mercado está a más de 100 kms desde Bangkok lo mejor es hacerlo en Taxi para llegar lo antes posible.
El precio aproximado de un taxi para un trayecto de ida y vuelta desde Bangkok oscila entre los 1000 a los 2000 bath dependiendo de vuestras dotes negociadoras. Una vez lleguéis al mercado Damnoen Saduak, la siguiente parte es negociar con una barca para que os de el paseo. Este puede costar desde 100 bath por persona hasta 500.
Nuestra excursión al Mercado Flotante Damnoen Saduak
Como viajeros comodones y que disponen de un tiempo limitado, decidimos la opción de ir en taxi descartando hacerlo en autobús.
Tras una velada estupenda en la Bayoke Sky Tower viendo Bangkok iluminado, al regreso a nuestro hotel nos dispusimos a encontrar un traslado para el día siguiente. Le consultamos al primer (y único taxista) que había en la puerta del hotel sobre si nos podría llevar al día siguiente al mercado flotante de Damnoen Saduak. Nos dijo que sí y negociamos el precio. Habíamos leído en foros que los precios oscilaban entre los 1000 y 2000 bath, por lo que cuando el taxista nos pidió 1500 nos pareció bien.
A la hora indicada y sin que el astro rey se hubiera despertado, nos recogió y fuimos rumbo al mercado flotante. Una vez en el mercado realizo una primera parada en el embarcadero de unos amigos suyos que nos pedían 2000 bath por la barca, evidentemente dijimos que no y le pedimos que nos llevara a otro sitio. En el siguiente lugar y tras mucho negociar el precio por la barca se quedo en 800 Bath (400 bath cada uno).
Tras cerrar el acuerdo nos montamos en la barquita rumbo a recorrer el tan emblemático Damnoen Saduak.
Y si, lo tuvimos que admitir…esa excursión con la que soñábamos antes de nuestro viaje a Tailandia, ese exótico mercado flotante en el cual se vendían antaño frutas y verduras se había convertido en un mero espectáculo turístico carente del espíritu del pasado, donde puestos de suvenires se intercambiaban con barcas de refrescos para los turistas.
En nuestro recorrido atisbamos algunas barcas que si ejercían el comercio local, cargadas de frutas, verduras y cocos.
En los canales secundarios ajenos al ajetreo turístico del principal, la vida proseguía.
Con cierta decepción emprendimos nuestro regreso a Bangkok no sin antes fijar una parada extra en la ruta que hizo que la excursión desde Bangkok mereciera la pena
Wat Phra Pathom Chedi Ratchaworaviharn o lo que es lo mismo Templo Nakon Pathom
Este templo tiene la peculiaridad de contener la pagoda estupa más grande del mundo con unos flamantes 127 metros de altura. Ha sido un importante centro budista desde el siglo VI.
Y lo mejor sin duda, es que la carencia absoluta de autenticidad del mercado Damnoen Saduak lo compensó con creces con un espectacular interior.
De vuelta a Bangkok y con Paco dando una pequeña cabezada en el taxi nos paró la policía. Sin más explicaciones, el conductor se bajó y fue hacia la comisaria quedándonos ambos solos y desconcertados…pasados 10 minutos un policía se acercó a nosotros y nos indicó que el taxista había sido multado por exceso de velocidad y por no tener carnet de conducir.
Estupefactos vimos regresar a nuestro taxista quien puso de nuevo rumbo hacia Bangkok, por lo que intuimos que había “huntado” generosamente a la policía para que lo dejaran marchar y seguir conduciendo.
Con el semblante enojado nos preguntó que donde quería que nos llevara en Bangkok. Le indicamos una parada del Sky Train.
A nuestra llegada a la ciudad de los ángeles, una torrencial lluvia caía. A la hora de bajarnos y pagarle ocurrió un imprevisto. El taxista paró, yo abrí la puerta de mi lado y Paco le abonó los 1500 bath que habíamos concertado el día anterior. Justo cuando puse un pie en el suelo, el taxista arrancó no dejándonos bajar y gritando como loco que le estábamos engañando y que le habíamos dado un billete de 100 en vez de uno de 1000. Nos mostró uno de 500 y a su lado el supuesto de 100 bath.
Dudando de si había sido un error nuestro y tras ver que no nos dejaba bajarnos del coche, Paco le entregó otro billete de 1000 liberándonos de nuestro temporal secuestro.
En tierra firme y tras revisar la billetera, caímos en la cuenta de que nos había timado y que en un momento de despiste cambio nuestro billete de 1000 por uno de 100 para hacernos pensar en nuestro error y de camino subsanar la multa que había tenido que pagar a la policía.
Indignados por la situación (que no por la pérdida de dinero) y una vez llegamos al hotel consultamos con la manager el caso. Yo precavidamente me había apuntado la matrícula y el número del taxista.
La manager del hotel llamó a la empresa de taxis les dió parte y nos dijo que era un chico que ya tenía muchas multas y que trataría de solucionar el problema, que si queríamos ella nos devolvía el dinero. Le declinamos la oferta ya que para nosotros lo importante era haber dado parte de lo sucedido y que esperábamos que no se volviera a repetir o que al menos el taxista no volviera a pasar por el hotel.
Y esta fue nuestra excursión desde Bangkok al mercado flotante de Damnoen Saduak, una visita agridulce con timo incluido que tuvo como recompensa ver la inmensa pagoda estupa de Nakon Pathom. Por cierto, si después de todo decidís visitar el mercado flotante recordar que es posiblemente el mercadillo más caro de toda Tailandia.
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Cena crucero por el rio Chao Phraya en Bangkok
Yo me quedé con ganas de ir al mercado flotante..., aunque nos faltó tiempo. Vaya mala pata lo del taxista! Pero es que por allí tienen unas malas artes algunos!!! Bufff!!
ResponderEliminarPues nosotros ha sido la única vez en Tailandia que hemos tenido problemas. Me imagino que fue un cumulo de cosas...la multa le picaría y pensaría en compensarlo con nosotros. La verdad es que el susto te lo llevas pero de todas formas yo sigo considerando Tailandia un país bastante seguro. Yo me empeñe en ir a ver el Mercado Flotante la primera vez y la verdad es que al hacerlo al final de todo el viaje me decepciono...
EliminarSaludos y gracias por pasarte por aquí.