Isla convertida en península hace sesenta millones de años, la Península del Cabo es uno de los lugares más emblemáticos para visitar desde Ciudad del Cabo. En su interior alberga la reserva de Cape Point, el conocido Cabo de Buena Esperanza y la alucinante Boulders Beach en Simons Town repleta de pingüinos. Un lugar imprescindible de conocer durante un viaje por la preciosa Sudáfrica.
En esta ocasión, la excursión a Península del Cabo no la realizamos en nuestra flamante van rosa, sino que el transporte y visitas del tour fueron llevadas a cabo por la Agencia Roots Africa Tours como parte de la colaboración que realizamos con la Oficina de turismo de Sudáfrica.
El precio de esta excursión privada de día completo recorriendo la Península del Cabo con visitas a Cape Point, Cabo de Buena Esperanza y Simons Town con entradas incluidas es de 3250 rands (unos 228 euros). El horario de la misma es desde las 9:00 AM hasta las 17:00 PM.
Para el primer día que salíamos de Ciudad del Cabo teníamos previsto visitar la muy recomendable Península del Cabo, que cuenta no sólo con un entorno natural único, sino con una gran importancia histórica.
A las 9 AM puntualmente estaba esperándonos nuestro guía. En perfecto inglés nos comentó la ruta del día y fue ahí cuando se dió cuenta de que tendría que lidiar con un equipo de españoles con escasos conocimientos en idiomas. No obstante, armado de paciencia, fue repitiéndonos las explicaciones hasta que las íbamos comprendiendo.
La primera parada del día fue un auténtico caramelo: el mirador de Maiden's Cove en Ciudad del Cabo, el día se mostraba victorioso y repleto de luz y fue cuando sin remedio alguno…nos enamoramos de esta preciosa ciudad.
Tras las fotos de rigor y aún sin creernos el maravilloso paisaje que se abría ante nuestros ojos, partimos a través de Camps Bay por la carretera costera llegando hasta Hout Bay, un pueblo de pescadores desde donde zarpan barcos hacia Seal Island, formación rocosa habitada por decenas de miles de focas.
Nuestro guía nos explicó que podíamos coger un barco para ir a ver a las focas, pero aquí la falta de entendimiento nos jugó una mala pasada porque no comprendimos lo que nos quería decir, quedándonos todos en el puerto y no pudiendo ver a las focas chapotear en el agua.
En Hout Bay paseamos por su mercadillo repleto de productos de artesanía y vimos el espectáculo circense de locales que sostenían pescado con su boca, para alimentar a las focas que nadaban por el puerto y así pedirles unos rands a los turistas.
Una vez todos a bordo en la Van partimos a nuestro destino: la reserva natural de Cape Point. Por el camino fuimos realizando varias paradas en diversos miradores. En los laterales de la carretera se ubican varias granjas de alpacas y avestruces. Ante la emoción que estas aves despertaban en el equipo viajero, nuestro guía nos paró en el borde de la carretera junto a una de ellas y desde una distancia prudencial y con la reja sirviendo como escudo, pudimos apreciar el enorme tamaño (y pico) que estas aves poseen.
Una vez llegados a nuestro destino, cogimos el funicular para alcanzar el pico más alto de Chapman´s Peak donde apreciamos la verticalidad de la cordillera, los faros que evitan los hundimientos de los barcos y el Cabo de Buena Esperanza desde las alturas. Nuestro guía nos dió la opción de subir realizando el recorrido por unas largas escaleras, pero la mayoría decidimos hacerlo de forma que requiriera menos entrenamiento de combate.
Contrariamente a lo que se piensa, el Cabo de Buena Esperanza no es la unión de ambos océanos. Las corrientes del Indico y el Atlantico se encuentran en Cape Agulhas en la Ruta Jardín.
Para el regreso desde Chapman´s Peak, la mitad del equipo decidió hacerlo andando (claro que eran escaleras abajo…) dándoles la oportunidad de visitar un pequeño mirador desde el que se podía fotografiar el segundo faro y donde Paco encontró una inscripción que seguro hará las delicias de nuestro amigo Nacho ya que en este lugar se indicaba que se encontraban los restos de una estación de radar secreta instalada aquí en 1943 de forma apresurada durante la Segunda Guerra Mundial en respuesta al incremento de los ataques de los U-boat (submarinos) alemanes sobre los convoyes aliados. Esta estación fue desarrollada y mantenida por los South African Defence Force Special Signal Services (SSS)(servicios de señales especiales de la fuerza de defensa de Sudáfrica).
Tocaba reponer fuerzas y el único lugar cercano para hacerlo era el Restaurante Two Oceans donde a base de frutos del mar y pescados, degustamos todo el sabor marino que posee la zona.
Y llegó el momento que mas ansiábamos…ver los famosos pingüinos africanos de anteojos de Boulders Beach en Simons Town los cuales se encuentran actualmente en peligro de extinción.
Para entrar en esta colonia era necesario o pagar la entrada o tener la tarjeta de Parques Nacionales Sudafricanos llamada Wild Card.
Tras el acceso a ella llegamos a la pasarela de madera y desde ahí a la playa de Boulders, pero la experiencia al completo junto con decenas de imágenes de los pingus lo veréis en el monográfico de pingüinos de Boulders Beach.
Siguiendo la ruta teníamos previsto visitar las coloridas y famosas casetas de la playa de Muizenberg pero debido a que en todas las paradas del día habíamos consumido tiempo en exceso (se notaba que íbamos de vacaciones…) y como queríamos llegar antes del cierre al Jardín Botánico de Kirstenbosch, decidimos no ir y poner rumbo de vuelta a Ciudad del Cabo.
Pero nuestro guía (que era muy majo) nos comentó que conocía otras casetas de la playa a las que solo iba la gente local y que no entrañarían dar un rodeo tan grande con la consiguiente pérdida de tiempo.
Dicho y hecho, nos llevó hasta ellas.
La última parada del día y poco antes del cierre fue al Jardín Botánico de Kirstenboch donde visitamos el mayor jardín botánico de África del Sur.
La llovizna y el atardecer pusieron punto y final a otro increíble día recorriendo Sudáfrica.
Rememorando lo vivido, la Península del Cabo es un espectacular lugar para visitar donde se encuentra la combinación perfecta de los maravillosos paisajes naturales de la reserva Cape Point, los adorables pingüinos de Boulders Beach y el famoso Cabo de Buena Esperanza.
Queremos dar las gracias a la Oficina de Turismo de Sudáfrica y a Roots Africa Tours por su colaboración en esta experiencia
EXCURSIÓN A PENÍNSULA DEL CABO: CAPE POINT Y CABO DE BUENA ESPERANZA
En esta ocasión, la excursión a Península del Cabo no la realizamos en nuestra flamante van rosa, sino que el transporte y visitas del tour fueron llevadas a cabo por la Agencia Roots Africa Tours como parte de la colaboración que realizamos con la Oficina de turismo de Sudáfrica.
El precio de esta excursión privada de día completo recorriendo la Península del Cabo con visitas a Cape Point, Cabo de Buena Esperanza y Simons Town con entradas incluidas es de 3250 rands (unos 228 euros). El horario de la misma es desde las 9:00 AM hasta las 17:00 PM.
NUESTRA AVENTURA RECORRIENDO LA PENÍNSULA DEL CABO
Para el primer día que salíamos de Ciudad del Cabo teníamos previsto visitar la muy recomendable Península del Cabo, que cuenta no sólo con un entorno natural único, sino con una gran importancia histórica.
A las 9 AM puntualmente estaba esperándonos nuestro guía. En perfecto inglés nos comentó la ruta del día y fue ahí cuando se dió cuenta de que tendría que lidiar con un equipo de españoles con escasos conocimientos en idiomas. No obstante, armado de paciencia, fue repitiéndonos las explicaciones hasta que las íbamos comprendiendo.
La primera parada del día fue un auténtico caramelo: el mirador de Maiden's Cove en Ciudad del Cabo, el día se mostraba victorioso y repleto de luz y fue cuando sin remedio alguno…nos enamoramos de esta preciosa ciudad.
Tras las fotos de rigor y aún sin creernos el maravilloso paisaje que se abría ante nuestros ojos, partimos a través de Camps Bay por la carretera costera llegando hasta Hout Bay, un pueblo de pescadores desde donde zarpan barcos hacia Seal Island, formación rocosa habitada por decenas de miles de focas.
Nuestro guía nos explicó que podíamos coger un barco para ir a ver a las focas, pero aquí la falta de entendimiento nos jugó una mala pasada porque no comprendimos lo que nos quería decir, quedándonos todos en el puerto y no pudiendo ver a las focas chapotear en el agua.
En Hout Bay paseamos por su mercadillo repleto de productos de artesanía y vimos el espectáculo circense de locales que sostenían pescado con su boca, para alimentar a las focas que nadaban por el puerto y así pedirles unos rands a los turistas.
Una vez todos a bordo en la Van partimos a nuestro destino: la reserva natural de Cape Point. Por el camino fuimos realizando varias paradas en diversos miradores. En los laterales de la carretera se ubican varias granjas de alpacas y avestruces. Ante la emoción que estas aves despertaban en el equipo viajero, nuestro guía nos paró en el borde de la carretera junto a una de ellas y desde una distancia prudencial y con la reja sirviendo como escudo, pudimos apreciar el enorme tamaño (y pico) que estas aves poseen.
Una vez llegados a nuestro destino, cogimos el funicular para alcanzar el pico más alto de Chapman´s Peak donde apreciamos la verticalidad de la cordillera, los faros que evitan los hundimientos de los barcos y el Cabo de Buena Esperanza desde las alturas. Nuestro guía nos dió la opción de subir realizando el recorrido por unas largas escaleras, pero la mayoría decidimos hacerlo de forma que requiriera menos entrenamiento de combate.
¿Es el Cabo de Buena Esperanza el lugar de unión entre el Océano Atlántico e Indico?
Contrariamente a lo que se piensa, el Cabo de Buena Esperanza no es la unión de ambos océanos. Las corrientes del Indico y el Atlantico se encuentran en Cape Agulhas en la Ruta Jardín.
Para el regreso desde Chapman´s Peak, la mitad del equipo decidió hacerlo andando (claro que eran escaleras abajo…) dándoles la oportunidad de visitar un pequeño mirador desde el que se podía fotografiar el segundo faro y donde Paco encontró una inscripción que seguro hará las delicias de nuestro amigo Nacho ya que en este lugar se indicaba que se encontraban los restos de una estación de radar secreta instalada aquí en 1943 de forma apresurada durante la Segunda Guerra Mundial en respuesta al incremento de los ataques de los U-boat (submarinos) alemanes sobre los convoyes aliados. Esta estación fue desarrollada y mantenida por los South African Defence Force Special Signal Services (SSS)(servicios de señales especiales de la fuerza de defensa de Sudáfrica).
Tocaba reponer fuerzas y el único lugar cercano para hacerlo era el Restaurante Two Oceans donde a base de frutos del mar y pescados, degustamos todo el sabor marino que posee la zona.
Y llegó el momento que mas ansiábamos…ver los famosos pingüinos africanos de anteojos de Boulders Beach en Simons Town los cuales se encuentran actualmente en peligro de extinción.
Para entrar en esta colonia era necesario o pagar la entrada o tener la tarjeta de Parques Nacionales Sudafricanos llamada Wild Card.
Tras el acceso a ella llegamos a la pasarela de madera y desde ahí a la playa de Boulders, pero la experiencia al completo junto con decenas de imágenes de los pingus lo veréis en el monográfico de pingüinos de Boulders Beach.
Siguiendo la ruta teníamos previsto visitar las coloridas y famosas casetas de la playa de Muizenberg pero debido a que en todas las paradas del día habíamos consumido tiempo en exceso (se notaba que íbamos de vacaciones…) y como queríamos llegar antes del cierre al Jardín Botánico de Kirstenbosch, decidimos no ir y poner rumbo de vuelta a Ciudad del Cabo.
Pero nuestro guía (que era muy majo) nos comentó que conocía otras casetas de la playa a las que solo iba la gente local y que no entrañarían dar un rodeo tan grande con la consiguiente pérdida de tiempo.
Dicho y hecho, nos llevó hasta ellas.
La última parada del día y poco antes del cierre fue al Jardín Botánico de Kirstenboch donde visitamos el mayor jardín botánico de África del Sur.
La llovizna y el atardecer pusieron punto y final a otro increíble día recorriendo Sudáfrica.
Rememorando lo vivido, la Península del Cabo es un espectacular lugar para visitar donde se encuentra la combinación perfecta de los maravillosos paisajes naturales de la reserva Cape Point, los adorables pingüinos de Boulders Beach y el famoso Cabo de Buena Esperanza.
Queremos dar las gracias a la Oficina de Turismo de Sudáfrica y a Roots Africa Tours por su colaboración en esta experiencia
Gracias al crack de Paco por la mencion y muy interesante el detalle. Ayuda a hacerse una idea de que la SGM alcanzo rincones muy alejados de los lugares mas habituales con los que se la asocia.
ResponderEliminarVaya pedazo de viaje hicisteis, espero poder ir yo a SA pronto.
Un abrazo!
Releyendo sus notas me encontre el tip de la SGM que tanto os apasiona a ambos. Sudafrica se que te encantaria. Un abrazo!
EliminarQue bonita excursión, las fotos son preciosas de verdad.
ResponderEliminarPor no hablar de los pingüinos... ¿pueden ser más bonitos?
Un abrazo,
No, no pueden ser mas bonitos!! Nos volvieron locos a los tres! Un abrazo
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