“Me encantan que los planes salgan bien” era la famosa frase que Hannibal Smith siempre decía al final de sus aventuras en la épica serie de El Equipo A. Pero los que nos vamos de viaje sabemos que esto siempre no es así. Los imprevistos y sorpresas suelen inundar el camino del viajero, a veces agradables, otras no tanto, pero siempre todas tienen en común que perduran en la memoria y tras un tiempo prudencial serán relatadas como anécdotas de viajes a los amiguetes. En nuestro caso, quitando el huracán que vivimos en la Riviera Maya, casi todos los incidentes viajeros han estado relacionados con los taxis y en concreto con los taxistas. Es por ello que para no hacer un post soporífero solo de nuestras aventuras, hemos invitado a varios viajeros que nos cuenten sus anécdotas de viajes en los taxis y con los taxistas. Y estas han sido sus vivencias:
Libreta Viajera: El taxista filósofo de Arequipa
Eran cerca de las 8 de la mañana cuando llegábamos a la ciudad blanca: Arequipa.
Allí, Leónidas, nos estaba esperando para llevarnos al hotel. La noche anterior, habíamos contactado con Gustavo, el amigo de un amigo, para que nos enseñara la ciudad. Le pedimos que nos ayudara con el transporte hasta algún hotel y así fue como conocimos a Leonidas.
Nos dijeron que los taxistas no eran muy de fiar y por eso enviaba a su tío, y sufrimos de nuevo estrecheces en un coche peruano, ya empezaba a ser algo habitual. Seis personas, seis mochilas y un taxista nos introdujimos en un coche. A decir verdad, las mochilas iban atadas con una cuerda en el techo del vehículo y las personas, a excepción del conductor nos apiñamos los unos encima de los otros, de esta guisa comenzó la marcha.
¿Alguna vez habéis tenido un taxista, escritor, poeta y filósofo? Pues eso es lo que es Leónidas. Nos contó que tiene varios libros escritos, novela, ensayo y también poesía, y nos recitó uno de sus poemas.
Lo hizo con tanto sentimiento y desgarro que nos emocionamos y rompimos a aplaudir de forma espontánea, y eso que no cabía ni una mosca en el coche. Es uno de esos momentos para recordar y para contar.
Tan concentrado iba en sus disertaciones e interpretaciones (porque también nos cantó una canción de Rocío Jurado) que se pasó de largo el hospedaje, el dueño salió corriendo al vernos, pero ya se había pasado, así que tuvimos que dar alguna vuelta de más y nos dejó en el hostal, sanos, salvos y maravillados con Leónidas.
Libreta Viajera: Con la puerta en la mano
Queríamos ir al barrio copto para terminar nuestras visitas en El Cairo, así que decidimos coger un taxi en la misma puerta del hotel. El taxista nos dice que por supuesto que sabe donde está, sin lugar a dudas. Nos ponemos en marcha y a los pocos metros me indica que agarre la puerta porque está rota y se abre. Perfecto, estamos en El Cairo, con su tráfico caótico y tengo que ir sujetando con todas mis fuerzas la puerta del taxi, la agarraba con tanta fuerza que terminé con dolor muscular y agujetas.
De esta guisa nos encontrábamos cuando vemos que continuando la marcha, se inclina hacia el asiento del copiloto, abre la ventanilla derecha y se pone a hablar con otro coche vecino, todo esto en marcha y esquivando peatones y demás obstáculos. Yo, que seguía sujetando la puerta fuertemente, pienso, no tiene sentido seguir sujetando la puerta, vamos a morir!!!! Por lo que intuimos, no sabía cómo llegar al barrio copto y estaba preguntando a la gente. Después de varias vueltas, giros y pirulas llegamos al barrio copto, me arrodillé y por primera vez en mi vida, recé.
Mindul Travel By sara: Coco-taxis en La Habana
Cuando llegas a una ciudad nueva, buscar un taxi es todo un reto, pero sin duda Cuba tiene algo especial. Después de aterrizar en un vuelo de Cubana de Aviación, que fue toda una experiencia, fuimos en autobús hasta el centro de La Habana, donde estaba situado nuestro hotel. La zona parecía muy animada, con pequeños bares para tomar mojitos. ¡Muy buena elección!
Al día siguiente, tocaba coger un taxi. Y cuando salimos del hotel, me doy cuenta, a la luz del día, que La Habana ¡hay taxis redondos! Y se llaman coco-taxis. Así que, ni corta ni perezosa, me acerqué a uno de ellos para que nos diesen una vuelta por la ciudad. No me quería perder la experiencia.
Recorrer las calles decadentes de la capital cubana es muy divertido en un pequeño taxi con forma redonda y abierto por el frontal y los laterales. Si no te sujetas bien, te da la sensación de que te vas a caer a la carretera cuando menos te lo esperes. El taxista me vio tan emocionada que me preguntó si quería conducir. Lógicamente tuve que negarme a su oferta; conducir un coco-taxi por La Habana, ¡me parecía una locura!
Dokodemo Door blog: La indiscreción del taxista y los hoteles del cariño japones
Tras una noche de darlo todo en las discos de Shibuya (Tokio) nos montamos en un taxi mi mujer Izumi, su amiga Aiko, mi hermano y yo. Pasamos por delante de la famosa colina de los Love Hotels con sus eufemísticos precios para "descansar" y "pasar la noche" y les digo en inglés a mi mujer y a su amiga : "en España somos taaaaan machotes que en los Love Hotels de allí las tarifas se llaman "hartarse de fo***r" y "fo***r todavía más".
Como iban derrotadas del todo obtengo un par de muecas como toda respuesta y entonces el taxista empieza a reírse a carcajadas y a decir "very good" "very funny" mientras se sigue riendo con ganas. Eso sí que despertó a mi mujer y a su amiga. De hecho aún lo comentan, porque es muy raro que los taxistas japoneses hablen inglés y todavía más que anden con la antena puesta ya que suelen ser discretos y educados hasta la casi invisibilidad.
Dokodemo Door Blog: Una carrera de 10 segundos
¿Cuántos carriles tiene la avenida principal de El Cairo? ¿5? ¿7? Algo así. El caso es que cuando fuimos a cruzarla (en 1997) no había semáforos, ni pasos de cebra ni nada de nada. Íbamos mi hermano, mi madre y yo. Lo intentamos varias veces pero aquello parecía suicida. Al final le pedimos ayuda a un policía, que contuvo el tráfico como pudo y pasamos llevando a mi madre en volandas como a la virgen del Rocío. Pero quedaba volver a cruzarla para volver al hotel…y mi madre se negó a repetir la aventura anterior diciendo que lo había pasado fatal. No se le ocurrió nada mejor que parar un taxi y decirme: “Nacho, dile al taxista que nos lleve al otro lado”. Tardé mas en explicarle al taxista que eso era todo y que nos bajábamos que el tiempo en llegar a la otra acera (un minuto, menos de 10 metros adelantados). Seguro que pensó que estábamos un poco mal de la cabeza, porque su cara al coger el dinero fue inolvidable.
Paco y Vero: El Timo-taxi-secuestro en Bangkok
En nuestro primer viaje a Tailandia no queríamos perdernos la visita al Mercado Flotante Damnoen Saduak que aunque nos habían dicho que era muy turístico nos llamaba mucho la atención. La noche antes negociamos un precio con un taxista y a la hora convenida nos recogió en el hotel.
Una que es un poco desconfiada anoto la matricula y numero de taxi en una libreta y emprendimos la excursión a bordo de nuestro taxi. Todo fue bien hasta que regresando ya a Bangkok íbamos Paco y yo en brazos de Morfeo cuando un policía paro el taxi y se llevo al taxista a comisaria. El policía nos tranquilizaba diciéndonos que nos quedáramos dentro. Luego vino a informarnos que el taxista conducía sin licencia y que no era la primera vez que lo hacía por lo que le habían puesto una multa. Al regreso, notamos muy enfadado a nuestro taxista pero no quisimos molestarle.
Cuando nos fue a dejar en nuestro destino en Bangkok, procedimos a pagarle el precio (creo recordar que 2500 Baths) y cuando abrimos la puerta del coche bajo una cortina de lluvia que caía volvió a arrancar no dejándonos bajar y gritándonos que le estábamos engañando porque le habíamos dado en vez de un billete de 1000 baths uno de 100. Paco estaba en que había sacado el dinero correctamente pero el taxista seguía conduciendo y no nos dejaba bajarnos del taxi. Nos disculpamos por el error y le dimos otro billete de 1000 y ya paro y nos dejo bajarnos. Una vez ya en la calle Paco reviso su cartera y me dijo: nos ha engañado! Yo le había dado bien el dinero!. Pues sí, resulto que al final la multa la terminamos pagando nosotros y que el taxista hábilmente había cambiado el billete de 1000 baths por uno de 100 para darnos el timo.
De regreso al hotel hablamos con la directora y le explicamos lo que nos había ocurrido. Al llevar yo anotado los datos del coche se puso en contacto con la compañía de taxis que comento de devolvernos el dinero y nos pidió reiteradas disculpas por la actuación de su taxista. Nosotros no lo cogimos ya que nuestra intención era dar a conocer la mala fe con la que había actuado nuestro taxista.
Paco y Vero: De Andalucía? Pues sin manos!!
En Damasco nuestro hotel estaba alejado del centro por lo que tuvimos que coger varios taxis. Todos los taxistas entablaban con nosotros conversación y nos preguntaban siempre que de donde éramos. Al decirle que de Málaga no comentaban nada pero cuando especificábamos que estaba cerca de Córdoba y Granada en Andalucía eran las palabras claves para que reconocieran nuestra procedencia. El ultimo se emociono muchísimo y nos decía que nosotros también teníamos sangre árabe corriendo por las venas (La cultura Omeya vivió y realizo grandes construcciones en Andalucía como la Mezquita de Córdoba) todo esto lo hacía vuelto hacia atrás y soltando el volante. Los que habéis viajado por los países árabes ya conocéis lo caótico de su tráfico, a esto añadirle un taxista emocionado que conduce sin mirar la calle. Ahora nos reímos mucho de esta anécdota de viaje y de las muestras de cariño recibidas pero en su momento nos agarramos bien al coche y posiblemente aun quede marca de nuestras uñas en las puertas del taxi.
Y estas han sido las anécdotas de viajes de taxis y taxistas de Libreta, Enepi, Mindful, Paco y Vero. Y vosotros tenéis alguna? Si quieres compartirla con nosotros podéis contárnoslas aquí para próximas ediciones.
Me muero de risa... aunque nuestra experiencia en Egipto fue realmente terrorífica todo forma parte del viaje, de la aventura y de lo alucinante que es viajar.
ResponderEliminarFelicidades Vero por tener estas ideas tan grandes que nos hacen aprender y pasar un buen rato.
Besicos
¡Me encantan estas anécdotas viajeras! Creo que cuando viajamos, nos pasa de todo, y aunque sean cosas surrealistas, al cabo del tiempo te ries de todas ellas y las recuerdas hasta con cariño. ¡Muchas gracias por incluirme Vero! :)
ResponderEliminarEstupendo post. la verdad es que los taxistas siempre dan juego en los viajes. los hay buenos, malos, golfos o encantadores, pero siempre aprendes algo de ellos. Feliz fin de semana
ResponderEliminarMadre mía, cuantas aventuras. Cuando empecé a leer el artículo estaba pensando que a mi no me había pasado nada en un taxi, pero según iba leyendo alguna que otra experiencia si que se me ha venido a la cabeza.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un saludo.
La verdad es que el mundo de los taxis es tremendo!! Yo en Egipto también pasé miedo y creía que con nuestro taxista nos estrellaríamos!! jajajaja
ResponderEliminarMolan estas historietas... y es que los taxis dan para mucho! Jejeje
ResponderEliminarUn saludote ;)
Yo tuve una experiencia con un taxista en Egipto que no sabía leer y se perdió yendo al hotel que estaba a las afueras y se hizo de noche y apareció en un barrio peligrosillo y la gente se puso nerviosa y … en fin, las cosas de los viajeros.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Qué risa las taxihistorias. YO también he ido recordando algunas experiencias en taxis cuando hemos estado de viajes, sobre todo en Egipto y Marruecos, vaya kamikazes, jeme. Un post muy divertido!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el post Vero, buena colección de anécdotas entre unos cuantos viajeros. Yo siempre he pensado que los taxis/taxistas dicen bastante del país al que pertenecen.
ResponderEliminarUna vez un taxista en el UK nos dijo que se había equivocado, había tomado una ruta algo más larga y...nos devolvió parte del dinero!!!!
Primero y ante todo muchas gracias a todos por vuestros comentarios y anécdotas.
ResponderEliminar1 Libreta: Viajar es una aventura que le añade vida a los años y esas anécdotas son fundamentales en los viajes.
2 Sara: Paco me ha recordado otras cuantas anécdotas que nos han pasado en taxis!!
3: Fernando: Creo que el que más y el que menos tiene algún relato de taxista en su curriculum viajero, aquí hemos contado dos pero nos quedan otras cuantas por contar.
4 María: Si siempre nos ocurre algo en la ruta!!
5 Mari Carmen: Egipto se lleva la palma! Y en los países árabes en general. Realmente uno se plantea como se tiene el valor de subirse a un taxi con el tráfico que tienen.
6 Helena: Anda que no!! Jajaja Creo que podríamos hacer entre todos un libro de taxis.
7 Paco: Me parece que por votación popular tendríamos que hacer un monográfico de los taxistas egipcios.
8 Caliope: Kamikazes totales! Aun no hemos ido a Marruecos pero todo se andara.
9 Enepi: A mí lo que me ha gustado es verte de maestro Obi Wan con abanico. Tu anécdota de los hoteles del cariño menuda es. Para foto hubiera sido la cara que pusiste cuando el taxista se empezó a reír de tu sugerencia de tarifas. Tendríamos que hacer el post de taxistas honrados que de ese tipo tengo yo dos historias.
Si es que por más que pienso casi en cada país nos ha ocurrido algo. Vamos a hacer una segunda parte de este post con otras historias de taxis ¿Quién se apunta contarnos alguna?
Me parece una entrada genial esta, me he reído un montón imaginándome situaciones y sobre todo sustos.
ResponderEliminarYo en república dominicana hartos del resort, nos fuimos mi madre y yo a ver los alrededores, pillamos a un taxista y cuando estábamos hablando con el, una pareja de Italianos nos pregunta que si íbamos para la ciudad si nos importaría compartir taxi, por supuesto que no, nos importo, fijamos el precio con el taxista y cuando llegamos al centro cada uno pagaba lo que le tocaba, el taxista no nos quería dejar ir, nos empezó a abrazar, muy contento, nos decía que nos daba un tour por los alrededores y al final nos llevo a unos pocos de sitios sin cargo extra, sinceramente creo que hubo mal entendido y le pagamos cada uno de nosotros lo que le deberíamos haber pagado en total, es decir, le pagamos 4 veces lo que el quería, aún así salio barato.
Un abrazo, quedo a la espera de la segunda parte.
Bueno pues piensa que para vosotros no era nada y para el significaría mucho. Nosotros es que a lo largo de nuestros viajes siempre hemos tenido anécdotas de taxis...esta ha sido solo la primera parte, prometemos volver con mas. Saludos y gracias por pasarte por aquí.
EliminarMuy divertido el post!
ResponderEliminarYo hice un "paseo" en taxi en Túnez, era un Mercedes con asientos de cuero. Carlos se sentó delante y yo sola atrás (sin cinturones) me pasé toda la carrera chorreandome de un lado a otro.
Un par de veces se equivocaron al darnos el cambio... nunca a nuestro favor, claro.
Y no es de taxi, pero bueno... también en Túnez cogimos un autobús donde eramos los únicos guiris para ir de Soussa hasta El Jem. Para volver sólo había un tren al día, y salió 15 minutos antes del horario! Menos mal que como ya habíamos visto lo que queríamos fuimos media horita antes a la estación.
Jajajaja eso que cuentas del asiento me es familiar. Anda que no se viven aventuras en los taxis del mundo!! Un abrazo Ana
EliminarSuper divertido el post, me he reído mucho!
ResponderEliminarEn nuestro último viaje a Chile, cogimos un taxi para ir al aeropuerto. El taxista nos contó que un cliente suyo había desaparecido en el vuelo de Malasia y que el único chileno que había en el atentado del 11S también lo había llevado el al aeropuerto. .. todo esto antes de coger el vuelo de vuelta a España!!!!
En Israel un taxista se puso a cantar por Julio Iglesias....
Jajaja taxis por el mundo, esto da para escribir un libro. Genial idea!
Si es que los taxis del mundo dan para escribir un libro como tu dices! Nosotros tenemos en la recamara alguna historia mas de taxis. Próximamente vera la luz.
EliminarSaludos y me alegra mucho que te haya gustado el articulo.
yo también tengo muchas anécdotas con los taxistas En Cuba cogimos un taxi y salimos por la ventanilla
ResponderEliminaren el Cairo cogimos tres matrimonios un taxi y como íbamos apretados nos vagamos y nos montamos en otro mas grande .entonces vino el taxista que abandonamos y se insultaron este se bajo del taxi y se empezaron a morder en el suelo. nosotros que no entendíamos nada salimos del taxi escopeteaos .y nos fuimos corriendo de allí .En Guatemala nos pusimos atrás pensado que no se llenaría .la furgoneta taxi y cuando se lleno mi marido que tiene claustrofobia empezó a gritar y trepo por encima de todos .el taxi paro y mi marido salió corriendo .el taxista se bajo y le dijo ponte adelante con migo pero ahora tienes que ser el guía cantar. poner la radio. contar chistes. y quitarnos el susto a todos. pues cuando se bajo tenia las manos con gafas viseras .gorros que les iba quitando a todos . luego todos le animaban y nos dio un viaje muy alegre cuando bajamos todos le dieron la mano .por lo mal que lo había pasado y lo arreglo ..OTRO DIA MAS AVENTURAS
Divertidisimas Mari Carmen!!! son increíbles!!! La de la claustrofobia de tu esposo y sus cantares es de lo mas!!! saludos y muchísimas gracias por aportar mordiscos y cantos jajajaja
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