Cataratas de Iguazu vistas desde el Agua, Aire y Tierra

Nombradas muy acertadamente como una de las 7 maravillas de la naturaleza, las cataratas de Iguazú son posiblemente los saltos de aguas más bonitos que existen en el mundo. Para disfrutar de toda su grandeza nada mejor que visitar las Cataratas de Iguazú por agua, aire y tierra y ya si coincide el viaje en los días del mes en el cual la luna se encuentra en su fase de llena, la excursión a la Garganta del Diablo bajo un cielo nocturno iluminado regalara un momento mágico y único.

Esta ultima visión de las Cataratas de Iguazú con luna llena no la pudimos vivir ya que nuestra visita no coincidió con la luna llena, pero el resto lo disfrutamos mojándonos y e inmortalizando tan bonitos momento con la cámara de fotos acuáticas.

El día por las Cataratas de Iguazú comenzó en la parte brasileña, viéndolas desde el mirador del Hotel de las Cataratas. Una vez allí entramos en el Parque Nacional do Iguacu para ver todos los saltos desde el lado brasileño.

Metros de pasarelas nos hacían pasar entre los arcoíris que el sol formaba por las gotas de aguas en suspensión que la fuerza del agua hacia saltar. El paseo fue increíblemente bonito y desde unos de los miradores ya pudimos apreciar el rugir de la Garganta del Diablo. Para finalizar subimos en el ascensor y tuvimos una buena panorámica de las Cataratas de Iguazú desde arriba.

Nos habían comentado que la visión aérea de las Cataratas de Iguazú era impactante de bella por lo que le comentamos a nuestro guía de hacer el sobrevuelo de Iguazú. Dicho y hecho, nos llevo a la compañía que lo realiza y durante 10 minutos pudimos admirarlas desde el cielo azul. Desde esa perspectiva la falla que ocasiona la separación entre Brasil y Argentina es muy fácil de divisar, así como la columna de bruma que levanta el salto de la Garganta del Diablo.

Tras esa visión aérea partimos rumbo a Argentina para tener otra panorámica de las Cataratas de Iguazú, en esta ocasión desde el lado argentino. Aunque el trayecto es corto, es bastante engorroso el cruce de fronteras ya que tienes que pasar tanto por la de Brasil como por la Argentina.

Una vez llegamos al Parque Nacional de Iguazú (Argentina) nos montamos en el Tren de la Selva que tuvo como primera parada la Garganta del Diablo. Fuimos bastante tarde por lo que el sol apretaba y el recorrido de 1km de ida hacia el último mirador se nos hizo largo pero mereció la pena cuando llegamos al final del camino y escuchamos el rugido de la Garganta del Diablo. Lo que más llamo nuestra atención fueron los pájaros que cruzaban suavemente las aguas para entrar en sus nidos insertados en la roca que forma la falla.

Para finalizar regresamos al tren que nos dejo en la última parada de nuestro excitante día: la aventura acuática por la Catarata de Iguazú y es que si desde el aire Iguazú impresiona, desde una lancha en el agua uno se siente insignificante ante tal portento de la madre naturaleza. Nos mojamos y remojamos disfrutando como niños de esa bonita visión de los saltos.

Una vez llegamos a tierra, un autobús descubierto que atravesó toda la exuberante vegetación de la selva nos condujo hasta la puerta de salida poniendo punto final al día de visitas por las Cataratas de Iguazú desde el Agua, Aire y Tierra. Para la próxima nos quedara descubrir Iguazú bajo la luna llena, mientras llegue ese momento seguiremos disfrutando con los recuerdos que nos traen ver imágenes de tan estupendo día.