Donde comer en Bratislava: Restaurante Slovak Pub

En el corazón de la calle peatonal de compras, se encuentra el mejor restaurante de Bratislava. Con colmados platos típicos y una buena cerveza, el Slovak Pub puede presumir de ser el sitio de referencia para comer los mejores Halusky de Bratislava y posiblemente de Eslovaquia. Tanto fue la buena impresión que nos llevamos el primer día, que hicimos coincidir el ultimo almuerzo del viaje para poder disfrutar de nuevo de este interesante lugar.

Trió de entremeses típicos en Eslovaquia

Durante la organización del viaje, habíamos leído reseñas del Slovak Pub. Se encuentra en la calle Obchodná 62, que es la arteria principal de compras de Bratislava. La sorpresa fue grande cuando nos dimos cuenta de que estaba muy cerca de nuestro hotel, por lo que nada más aterrizar partimos rumbo a degustar la gastronomía local bien regada de una buena “pivo” o cerveza.

La entrada se encuentra algo escondida ya que la comparte con una pizzería. El Restaurante Slovak Pub se ubica en la segunda planta sin acceso más fácil para los que llevamos silla de niños.

Su horario es de lunes a jueves de 10:00 a 00:00, los viernes y sábado cierra a las 02:00 y los domingos abre a las 12:00.

Subiendo las desgastadas escaleras, ya nos encontramos con interesantes figuras de madera y con la puerta de entrada del restaurante. Es de destacar que esta antesala tiene todo el aspecto de una vieja iglesia reconvertida ya que presenta incluso las vidrieras típicas.

Una vez dentro, varias amplias salas con decoración eslovaca y suelos y mesas de madera se encontraban llenas de gente que hacia buen acopio de platos y guisos. Y es que este local sirve durante la semana menús a 5 euros por lo que es lugar de encuentro de los estudiantes universitarios (la universidad se encuentra bastante cerca) y turistas.

Tras sentarnos, uno de los camareros nos trajo el menú, el cual se encontraba en eslovaco y en ingles. Nos llamo la atención un plato combinado de 3 entrantes que tenía el famoso plato eslovaco de Halusky. Entre las sopas también destacaba la de cebolla que se sirve en una hogaza de pan.

Es de destacar, que este restaurante tiene noches temáticas en las cuales se muestran danzas y bailes típicos de la zona, así como cuenta con una televisión donde muestra como se elaboran los platos de Halusky, empanadillas y sopas de cebollas de forma tradicional.

Nos pedimos el plato combinado que tenia una pinta increíble, algo parecido a cerdo empanado, de postre un strudel de manzana y un rollo de “algo” y una buena jarra de cerveza.

La cerveza estaba absolutamente deliciosa y tenía el mismo sabor que nuestra amada cerveza de Praga.

De izq a dcha: Halusky, empanadillas y chucrut

Tras la primera jarra de cerveza y esperando un buen tiempo, trajeron el plato triple de entrantes.

El primero era el Halusky, una combinación de harina y patata mezclado con queso de oveja y con trozos pequeños de tocino fritos. El segundo eran unas empanadillas realizadas con la misma masa que el Halusky y que tenían en su interior queso de oveja, llevaban una crema de queso, tocino frito y cilantro. El último entrante era más parecido al chucrut y también incluía trozos de tocino. Ni que decir, que este plato nos hizo sudar para acabarlo pero todos estaban absolutamente deliciosos.

En los días posteriores durante nuestro viaje por Eslovaquia fuimos pidiendo estos platos típicos en otros restaurantes y en ningún sitio estaban tan ricos como en el Slovak Pub.

De segundo un filete de cerdo con quesos, huevo y otros ingredientes. Y de postre el strudel caliente con un sabor delicioso y un rollo de sabor un poco extraño aunque bastante rico.

Cerdo empanado con queso

Cerdo con tocino, huevo y cebolla

La cuenta en esa primera ocasión fue de 37 euros.

El último día regresamos al Slovak Pub, en esta ocasión acompañados de nuestros amigos. Volvimos a repetir el plato de entremeses, cerdo y strudel. Ellos se pidieron Gulasch y un cerdo empanado relleno de jamón y queso que también es típico en Eslovaquia. De postre cambiamos el rollo extraño por un plato denominado Semolina, que vino a ser como una maicena con azúcar y canela y también pedimos un café, que según Joan fue el mejor que se tomo en Bratislava.

Strudel y rollo raro

Semolina

La cuenta para 4 personas fue de 60 euros ya que lo más caro era el plato triple de entremeses: 19 euros. El resto de los filetes tenía un precio de 6 euros y los postres a 2 euros, todo un súper precio teniendo en cuenta lo increíblemente bien que comimos.

Y es que si os entra el gusanillo del hambre en Bratislava, nada mejor que ir a comer al Restaurante Slovak Pub donde disfrutareis de la deliciosa gastronomía eslovaca y a un buen precio. Como apunte, los camareros apenas hablan ingles por lo que hay que ser precisos a la hora de pedir los platos.