Hace algún tiempo que una foto en las redes sociales me robó el corazón: una niña de grandes ojos verdes me sonreía llegando directamente al alma con ese gesto. Los autores de tan excepcional fotografía viajera no podían ser otros que los chicos de Siuler. Buscando en su blog uno se pierde fácilmente entre un mar de preciosos rostros y chispeantes relatos. Es por ello que les he pedido que nos muestren esas miradas viajeras que a ellos les robaron el corazón y han accedido a adornar nuestro blog con sus instantáneas más especiales.
Leer la biografía viajera de Sabine y Luis ha sido como ver escrita la historia viajera de Paco&Vero Travels. Y es que estos maños comenzaron haciendo sus primeros pinitos viajeros por agencia. Llego un momento en el que decidieron ser dueños de su tiempo y se aventuraron a viajar por libre encontrándose experiencias inesperadas y descubriendo sonrisas y miradas cómplices.
Sabine se encarga de la logística de vacunación, visados y vuelos entre otras cosas. Juntos comenzaron con su proyecto blog en el año 2011 para devolver en parte, esa información viajera que recibieron en su momento.
Con todos ustedes: Los viajes de Luis y Sabine a través de miradas del mundo:
Caminábamos por las calles de la capital de la región de Ladakh, al norte de India, cuando la vimos. Creo que no tenemos que explicar porqué nos cautivó. Sus ojos verdes casi irreales, su sonrisa, ese pañuelo que le cubría la cabeza. Todo se convirtió de repente en una fotografía. Estuvimos un ratito charlando y jugando con ellos. Eran tres hermanitos y estaban pidiendo limosna en la puerta de un templo.
Unos pequeños protagonistas que nos dieron una lección de vida, porque aunque muchos en sus circunstancias no encontrarían un motivo para sonreír, ellos cada día nos demostraron que sí lo tenían...
Y es que como dijo Alejandro Dumas, “La vida es fascinante ….
Nos encontrábamos de viaje por Birmania allá por el año 2004. Por los cristales del coche, vimos a unas personas trabajando en el campo y le pedimos al conductor que parase.
Apenas nos podíamos comunicar con ellos, así que nuestro amable chofer nos hizo de traductor. Estaban realizando labores de siembra y entre los trabajadores, nos encontramos con esta niña. Tenía unos 12 años. Ese día no había ido al colegio porque la profesora había ido al mercado semanal de la ciudad a vender la producción recogida en la aldea. Una versión creemos que un poco alejada de la realidad porque hay países dónde la escolarización de los niños todavía es una asignatura pendiente. Lo que más nos llamó la atención fue su timidez. Cada vez que intentábamos hacerle una foto, bajaba la vista. Así que respetamos su espacio.
Nos despedimos y al llegar al coche, la otra mitad de Siuler viajes y fotos había desaparecido. Desde la lejanía, y sin que ella se percatase le tomó esta fotografía. Con esa mirada perdida, pensando quizás en el futuro, que como dijo Eleanor Roosevelt, pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños.
Paseando por las calles de Santiago de Cuba, oímos una guitarra sonar a lo lejos. Estaba completamente sólo, sentado en un banco y nosotros dos fuimos los únicos espectadores de su concierto. Una fotografía que nos transmite cierta melancolía y todavía nos hace recordar uno de los emblemas musicales de Cuba…
Volvíamos para reencontrarnos con nuestro chofer y decidimos acortar el camino atravesando una estrecha, oscura y abandonada callejuela de Varanasi. Casi no reparamos en él, se mostraba afanoso y silencioso, elaborando dulces.
Le saludamos asintiendo con la cabeza. Fue nuestra manera de pedirle permiso para poder fotografiarle.
Y con ese gesto tan característico indio de negación, y con una mezcla de indiferencia y perplejidad, accedió.
Una fotografía que refleja lo incómoda que a veces puede resultar la vida. Pero lo cierto es que no hemos visto nunca una mirada que exprese tanta dignidad delante de nuestra cámara.
Nuevamente un gesto con la cabeza, se convirtió en nuestro agradecimiento. Desaparecimos por la angosta callejuela, con sus ojos todavía clavados en nuestra retina mientras nuestro protagonista continuó amasando lo más dulce de su sórdido mundo.
Un grupo de niños correteaban y jugaban entre las casitas de un poblado en el parque nacional de Taman Negara en Malasia. Y esta pequeñina desde que nos vio, no nos quitó los ojos de encima. Cada vez que la mirábamos, se escondía entre las faldas de su hermana mayor. Cuando vimos que se olvidó un poco de nosotros sacamos la cámara y pudimos capturar dos imágenes. Esta fue la última...
Un globo, fue nuestra forma de pedirle perdón y lo que nos permitió recuperar su confianza, pero si algo tenemos claro es que muchas veces no es necesario hablar el mismo idioma para entenderse por el mundo, porque nunca nadie nos había dejado tan claro el mensaje de que la sesión de fotos por hoy, había terminado. Así que obedecimos, guardamos la cámara, y nos dedicamos a disfrutar de la belleza de nuestro entorno, sabiendo que nos llevábamos un pedacito de él en forma de lágrima.
Caminando por las calles de Jaisalmer, en India nos encontramos con este escenario. Es sabido que la India es el país que reúne la mayor población de niños de la calle. Estos niños no saben lo que es vivir bajo la atención familiar y la protección de una figura adulta. Viven en edificios abandonados, cajas de cartón, estaciones en desuso, o en cualquier rincón donde puedan refugiarse para no ser agredidos ni descubiertos por la policía.
Pero afortunadamente, no era el caso de nuestro protagonista. No tendría más de 4 añitos, su madre dormía abrazando a su hermano menor bajo su sari y él permanecía a su lado, protegiendo lo más valioso y vigilando los pasos de cualquier intruso que se atreviese a romper esta sobrecogedora estampa familiar.
Siempre que podemos nos gusta alquilarnos una moto y perdernos con el mapa. Y esto es lo que nos ocurrió en la zona de Sapa en Vietnam. Estábamos completamente perdidos, vimos una humilde casita a pie de carretera y paramos a preguntar….
No sabríamos decir si fue su espléndida sonrisa al vernos, la serenidad de su rostro, la experiencia acumulada en cada una de sus arrugas o la paz de su mirada lo que nos llamó la atención. Pero fue un amor a primera vista.
Sus ojos brillaron cuando le señalamos la cámara. Pero se levantó y se marchó…. Qué decepción!, nos habíamos quedado sin foto, pensamos. Pero no, al cabo de un rato, volvió. Llevaba algo en la mano. Y es que había ido a buscar ¡un peine! al que le faltaban tantas púas como a ella dientes. Se soltó el moño y se tomó unos minutos para peinar su larga melena. Y nuestro amor a primera vista era ya imposible de disimular.
Ahora ya estaba preparada y nos regaló una serie de fotografías que se convirtieron en uno de los mejores momentos de nuestro paso por Vietnam. Eso sí, no conseguimos que nos regalara una sonrisa para las fotos. Era demasiado coqueta …
Nos despedimos de ella con un abrazo, nos montamos en la moto y nos fuimos. Todavía llevábamos el mapa en la mano. Y reanudamos nuestro camino. Seguíamos igual de perdidos, pero enamorados.
Nos encontramos con ella de casualidad, paseando por una playa en Sharm El Sheikh. Una de esas miradas difíciles de olvidar. No cruzamos ninguna palabra. No hizo falta. Se dirigía con paso firme y decidido hacia algún destino. Lo único que teníamos claro era que dedicarnos un minuto de su tiempo no entraba dentro de sus planes. Así que solo tuvimos una oportunidad. Y este fue el resultado. No dio tiempo a más. Y siguió su camino, sin inmutarse… como si nosotros jamás hubiésemos existido. Pero tenemos que confesaros, que ella para nosotros guarda un lugar especial en nuestro archivo fotográfico.
No tendría más de 4 añitos. Su hermana mayor que la llevaba en brazos la dejó en el suelo entre una multitud de gente que celebraba un concilio budista en el Monasterio de Hemis de Ladakh y le dijo algo al oído antes de desaparecer. Mientras nos sentamos a descansar, permaneció inmóvil, con la mirada perdida durante los más de 10 minutos que la estuvimos observando, tal y como su hermana la había dejado. Nunca sabremos en qué estaría pensando, pero debía ser algo muy importante que requería la máxima concentración. Tampoco sabemos cuánto tiempo tardaron en recogerla. De lo que sí estamos seguros es de que permaneció así, tal y como la veis esperando de nuevo los brazos de su hermana.
Esta fotografía fue la protagonista de una entrada de nuestro blog hace unos meses. La hicimos durante nuestra visita a la tribu de los Veddas en Sri Lanka y quizás a simple vista no os diga mucho. Pero es una de las fotografías a la que más cariño le tenemos, porque encierra una bonita historia que merecía ser contada. ¿Quieres conocerla? Pues aquí la podéis leer.
Y hasta aquí los 10 momentos a través de nuestras fotografías. ¿Los mejores? Seguramente no. ¿Los más intensos? Seguramente tampoco. Siempre pensamos que los momentos que más marcan en un viaje son los que se fotografían con el corazón y no con la cámara. Pero lo que sí podemos aseguraros es que detrás de cada fotografía hay una historia, cómo éstas que hemos querido compartir con todos vosotros. Y detrás de cada mirada, una vida.
Quizás por ello nos guste tanto la fotografía de retrato, porque la verdadera protagonista es la mirada y todo lo que a través de ella sus protagonistas nos cuentan.
Y como diría la canción, seguiremos buscando tu mirada entre los ojos de la gente. Y quien sabe, quizás mañana sea la tuya la que se cruce en nuestro objetivo.
Muchas gracias Verónica por pensar en nosotros para tu entrevista y hacernos un hueco en tu fantástico blog. Ha sido de verdad un auténtico placer. Un abrazo gente ¡!!
Para mí sí que es un autentico placer mirar vuestras fotografías y leer estos relatos tan humanos que me han hecho llorar de la emoción.
Podéis encontrar a Siuler y a sus increíbles fotografías aquí:
Siuler Viajes y Fotos
Su portafolio fotográfico
Leer la biografía viajera de Sabine y Luis ha sido como ver escrita la historia viajera de Paco&Vero Travels. Y es que estos maños comenzaron haciendo sus primeros pinitos viajeros por agencia. Llego un momento en el que decidieron ser dueños de su tiempo y se aventuraron a viajar por libre encontrándose experiencias inesperadas y descubriendo sonrisas y miradas cómplices.
Luis es el encargado de buscar y organizar minuciosamente todo el itinerario ya que al igual que nosotros piensa que "lo más caro del viaje es perder nuestro propio tiempo" y con ello comienza también la degustación del mismo disfrutándolo en tres momentos: antes durante la preparación, mientras viviéndolo y después a través de sus fotografías.
Sabine se encarga de la logística de vacunación, visados y vuelos entre otras cosas. Juntos comenzaron con su proyecto blog en el año 2011 para devolver en parte, esa información viajera que recibieron en su momento.
Con todos ustedes: Los viajes de Luis y Sabine a través de miradas del mundo:
1.- La vida es fascinante, sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas ( Alejandro Dumas )
Caminábamos por las calles de la capital de la región de Ladakh, al norte de India, cuando la vimos. Creo que no tenemos que explicar porqué nos cautivó. Sus ojos verdes casi irreales, su sonrisa, ese pañuelo que le cubría la cabeza. Todo se convirtió de repente en una fotografía. Estuvimos un ratito charlando y jugando con ellos. Eran tres hermanitos y estaban pidiendo limosna en la puerta de un templo.
Unos pequeños protagonistas que nos dieron una lección de vida, porque aunque muchos en sus circunstancias no encontrarían un motivo para sonreír, ellos cada día nos demostraron que sí lo tenían...
Y es que como dijo Alejandro Dumas, “La vida es fascinante ….
2.- La belleza no mira, sólo es mirada. (Albert Einstein)
Nos encontrábamos de viaje por Birmania allá por el año 2004. Por los cristales del coche, vimos a unas personas trabajando en el campo y le pedimos al conductor que parase.
Apenas nos podíamos comunicar con ellos, así que nuestro amable chofer nos hizo de traductor. Estaban realizando labores de siembra y entre los trabajadores, nos encontramos con esta niña. Tenía unos 12 años. Ese día no había ido al colegio porque la profesora había ido al mercado semanal de la ciudad a vender la producción recogida en la aldea. Una versión creemos que un poco alejada de la realidad porque hay países dónde la escolarización de los niños todavía es una asignatura pendiente. Lo que más nos llamó la atención fue su timidez. Cada vez que intentábamos hacerle una foto, bajaba la vista. Así que respetamos su espacio.
Nos despedimos y al llegar al coche, la otra mitad de Siuler viajes y fotos había desaparecido. Desde la lejanía, y sin que ella se percatase le tomó esta fotografía. Con esa mirada perdida, pensando quizás en el futuro, que como dijo Eleanor Roosevelt, pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños.
3.- La melodía de tu mirada baila con los acordes de mi alma
Paseando por las calles de Santiago de Cuba, oímos una guitarra sonar a lo lejos. Estaba completamente sólo, sentado en un banco y nosotros dos fuimos los únicos espectadores de su concierto. Una fotografía que nos transmite cierta melancolía y todavía nos hace recordar uno de los emblemas musicales de Cuba…
Aprendimos a quererte,
Desde la histórica altura,
Donde el sol de tu bravura
Le puso cerco a la muerte.
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
4.- Guardo en mis ojos tu última mirada
Volvíamos para reencontrarnos con nuestro chofer y decidimos acortar el camino atravesando una estrecha, oscura y abandonada callejuela de Varanasi. Casi no reparamos en él, se mostraba afanoso y silencioso, elaborando dulces.
Le saludamos asintiendo con la cabeza. Fue nuestra manera de pedirle permiso para poder fotografiarle.
Y con ese gesto tan característico indio de negación, y con una mezcla de indiferencia y perplejidad, accedió.
Una fotografía que refleja lo incómoda que a veces puede resultar la vida. Pero lo cierto es que no hemos visto nunca una mirada que exprese tanta dignidad delante de nuestra cámara.
Nuevamente un gesto con la cabeza, se convirtió en nuestro agradecimiento. Desaparecimos por la angosta callejuela, con sus ojos todavía clavados en nuestra retina mientras nuestro protagonista continuó amasando lo más dulce de su sórdido mundo.
5.- Tu mirada es la medida de mi sensatez.
Un grupo de niños correteaban y jugaban entre las casitas de un poblado en el parque nacional de Taman Negara en Malasia. Y esta pequeñina desde que nos vio, no nos quitó los ojos de encima. Cada vez que la mirábamos, se escondía entre las faldas de su hermana mayor. Cuando vimos que se olvidó un poco de nosotros sacamos la cámara y pudimos capturar dos imágenes. Esta fue la última...
Un globo, fue nuestra forma de pedirle perdón y lo que nos permitió recuperar su confianza, pero si algo tenemos claro es que muchas veces no es necesario hablar el mismo idioma para entenderse por el mundo, porque nunca nadie nos había dejado tan claro el mensaje de que la sesión de fotos por hoy, había terminado. Así que obedecimos, guardamos la cámara, y nos dedicamos a disfrutar de la belleza de nuestro entorno, sabiendo que nos llevábamos un pedacito de él en forma de lágrima.
6.- Soy tu mirada que me observa.
Caminando por las calles de Jaisalmer, en India nos encontramos con este escenario. Es sabido que la India es el país que reúne la mayor población de niños de la calle. Estos niños no saben lo que es vivir bajo la atención familiar y la protección de una figura adulta. Viven en edificios abandonados, cajas de cartón, estaciones en desuso, o en cualquier rincón donde puedan refugiarse para no ser agredidos ni descubiertos por la policía.
Pero afortunadamente, no era el caso de nuestro protagonista. No tendría más de 4 añitos, su madre dormía abrazando a su hermano menor bajo su sari y él permanecía a su lado, protegiendo lo más valioso y vigilando los pasos de cualquier intruso que se atreviese a romper esta sobrecogedora estampa familiar.
7.- Creo en el amor a primera vista.
Siempre que podemos nos gusta alquilarnos una moto y perdernos con el mapa. Y esto es lo que nos ocurrió en la zona de Sapa en Vietnam. Estábamos completamente perdidos, vimos una humilde casita a pie de carretera y paramos a preguntar….
No sabríamos decir si fue su espléndida sonrisa al vernos, la serenidad de su rostro, la experiencia acumulada en cada una de sus arrugas o la paz de su mirada lo que nos llamó la atención. Pero fue un amor a primera vista.
Sus ojos brillaron cuando le señalamos la cámara. Pero se levantó y se marchó…. Qué decepción!, nos habíamos quedado sin foto, pensamos. Pero no, al cabo de un rato, volvió. Llevaba algo en la mano. Y es que había ido a buscar ¡un peine! al que le faltaban tantas púas como a ella dientes. Se soltó el moño y se tomó unos minutos para peinar su larga melena. Y nuestro amor a primera vista era ya imposible de disimular.
Ahora ya estaba preparada y nos regaló una serie de fotografías que se convirtieron en uno de los mejores momentos de nuestro paso por Vietnam. Eso sí, no conseguimos que nos regalara una sonrisa para las fotos. Era demasiado coqueta …
Nos despedimos de ella con un abrazo, nos montamos en la moto y nos fuimos. Todavía llevábamos el mapa en la mano. Y reanudamos nuestro camino. Seguíamos igual de perdidos, pero enamorados.
8.- Cuando las miradas hablan, las palabras sobran.
Nos encontramos con ella de casualidad, paseando por una playa en Sharm El Sheikh. Una de esas miradas difíciles de olvidar. No cruzamos ninguna palabra. No hizo falta. Se dirigía con paso firme y decidido hacia algún destino. Lo único que teníamos claro era que dedicarnos un minuto de su tiempo no entraba dentro de sus planes. Así que solo tuvimos una oportunidad. Y este fue el resultado. No dio tiempo a más. Y siguió su camino, sin inmutarse… como si nosotros jamás hubiésemos existido. Pero tenemos que confesaros, que ella para nosotros guarda un lugar especial en nuestro archivo fotográfico.
9.- Busco en tu mirada perdida, la inocencia que en ella habita.
No tendría más de 4 añitos. Su hermana mayor que la llevaba en brazos la dejó en el suelo entre una multitud de gente que celebraba un concilio budista en el Monasterio de Hemis de Ladakh y le dijo algo al oído antes de desaparecer. Mientras nos sentamos a descansar, permaneció inmóvil, con la mirada perdida durante los más de 10 minutos que la estuvimos observando, tal y como su hermana la había dejado. Nunca sabremos en qué estaría pensando, pero debía ser algo muy importante que requería la máxima concentración. Tampoco sabemos cuánto tiempo tardaron en recogerla. De lo que sí estamos seguros es de que permaneció así, tal y como la veis esperando de nuevo los brazos de su hermana.
10.- La mirada es el lenguaje del corazón ( William Shakespeare)
Esta fotografía fue la protagonista de una entrada de nuestro blog hace unos meses. La hicimos durante nuestra visita a la tribu de los Veddas en Sri Lanka y quizás a simple vista no os diga mucho. Pero es una de las fotografías a la que más cariño le tenemos, porque encierra una bonita historia que merecía ser contada. ¿Quieres conocerla? Pues aquí la podéis leer.
Y hasta aquí los 10 momentos a través de nuestras fotografías. ¿Los mejores? Seguramente no. ¿Los más intensos? Seguramente tampoco. Siempre pensamos que los momentos que más marcan en un viaje son los que se fotografían con el corazón y no con la cámara. Pero lo que sí podemos aseguraros es que detrás de cada fotografía hay una historia, cómo éstas que hemos querido compartir con todos vosotros. Y detrás de cada mirada, una vida.
Quizás por ello nos guste tanto la fotografía de retrato, porque la verdadera protagonista es la mirada y todo lo que a través de ella sus protagonistas nos cuentan.
Y como diría la canción, seguiremos buscando tu mirada entre los ojos de la gente. Y quien sabe, quizás mañana sea la tuya la que se cruce en nuestro objetivo.
Muchas gracias Verónica por pensar en nosotros para tu entrevista y hacernos un hueco en tu fantástico blog. Ha sido de verdad un auténtico placer. Un abrazo gente ¡!!
Para mí sí que es un autentico placer mirar vuestras fotografías y leer estos relatos tan humanos que me han hecho llorar de la emoción.
Podéis encontrar a Siuler y a sus increíbles fotografías aquí:
Siuler Viajes y Fotos
Su portafolio fotográfico
Precioso, emotivo, especial... tengo la suerte de ser amiga de Luis y Sabine y ellos son así... como sus fotos, como sus historias.
ResponderEliminarBesos Vero
Excelentes historias, fotos y personas :) Nadie como Luis y Sabine para captar esas miradas que llegan directamente al alma. Estamos encantados con que nos hayan dejado mostradlas en nuestro blog. Un abrazo.
EliminarImpresionante...
ResponderEliminarCuantas cosas se pueden transmitir. Un saludo.
Desde luego Maria. Gracias por pasarte por aquí.
Eliminarbellas y crudas imágenes de nuestro pueblo ..saludos RICKY
ResponderEliminarSin duda alguna Ricky, pero también cargadas de emoción y amor. Un abrazo.
EliminarNo hay palabras para unas fotos que transmiten tanto! Me tienen cautivada y en especial la mirada y sonrisa de la primera foto.
ResponderEliminarY además vienen acompañadas de unas historias preciosas. Me encantan ^_^
Un abrazo!
La niña de ojos verdes ha sido el principal motivo de este articulo. Y en el descubrí también a una abuelilla coqueta y encantadora. Un abrazo Vero
EliminarMadre mía qué fotazas y qué todo! no me extraña que te llegara al alma. Esos ojos verdes... como se dice parecen irreales de puro bellos, y sobre todo la expresión de felicidad a pesar de los pesares... la abuelita tb me encanta... en fin que a mí tb me ha tocado la fibra , una de tantas... jjaj Precioso Post, os felicito. Besitos
ResponderEliminarGracias Susana! Me alegra que cause en todos el mismo efecto que en nosotros. Un beso!
EliminarPreciosas fotos y mejores historias. Ha sido el descubrimiento del día. :)
ResponderEliminarGracias Victor! Me alegra muchisimo que te hayan gustado. Estos chicos de Siuler son todos unos maestros en captar el alma en sus imágenes. Saludos y gracias por pasarte por aquí.
EliminarPreciosísimas fotos!!! La verdad es que son unos artistas del retrato!!
ResponderEliminarNadie como ellos para los retratos! Me alegra que te guste. Un abrazo!
EliminarMas q imagenes son los ojos de las personas y son. Tan unicas tus fotos por que el destino te hace seleccionar a esa persona que expresa su vida y lo que siente con la mirada cosa que no todo sabemos expresar carlos fuenmayor
EliminarGracias por tus palabras Carlos. Sin duda la magia esta en las intensas miradas captadas por nuestros amigos. Saludos
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