No sé por qué motivo, cuando se habla de blogs de viajes con niños, el referente siempre suele ser el progenitor que escribe. Me gustaría mostraros los que para mi gusto personal son los 10 mejores blogs de viajes con niños pero dedicándoles una especial atención a esos pequeños protagonistas que con su forma peculiar de hacernos ver el mundo, nos motivan a los padres a querer compartir con ellos un placentero momento descubridor.
No son todos los que hay, pero si están todos los que creo que deberían de estar. Blogs que de una forma u otra tratan con cariño y mimo el tema de viajar con niños o bebes, ayudando con sus relatos a otros padres viajeros y demostrando que viajar con los peques descubriendo el mundo que nos rodea es un auténtico regalo para los padres.
Iris con 20 meses ya tiene el gusanillo viajero bien activo. A los 3 meses hizo su primer viaje desde Madrid a Barcelona y hasta la fecha ha estado en República Checa, Hungría, Estados Unidos y Niagara Falls (Canadá).
Mari Carmen nos cuenta sobre Iris que tratan siempre en sus viajes de ir a algún parque porque está en esa fase en la que le fascina montar en columpios.
Algo curioso que les pasó estando en Praga, fue que la gente al verlos viajar con la peque se solían sorprender mucho porque entonces sólo tenía 5 meses. Siempre le decían cosas a la niña y en un restaurante una camarera les pidió llevársela para la cocina para enseñársela a la cocinera porque decía que parecía una muñeca.
En Locos por los viajes podéis encontrar un artículo específico de ayuda para los papis con consejos para viajar con bebe
Luca también fue precoz en el mundo de los viajes, con 4 meses ya se encontraba recorriendo Alemania. Actualmente tiene 3 años y medio y ya ha visitado 13 países: Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Chipre, Francia, Croacia, Eslovenia, Italia, Malta, Chile, Ucrania, Moldavia, Israel y Palestina.
Lola nos cuenta de Luca que:
Luca es un niño al que le gusta mucho viajar, le encanta sobre todo volar en avión y montarse en tren. Siempre que nos montamos en un avión está preocupado de que color será el aparato, a él le gustan los aviones naranjas.
Su primer viaje como bebé a Alemania le sentó súper bien, ya que era verano y hacia fresquito, por lo que comía y dormía mucho mejor que en casa.
Cuando estamos en otro país y hablan otro idioma siempre repite lo que oye y cuando juega en parques en otros países no tiene problemas de comunicación con los niños locales.
Es increíble que estemos donde estemos, Luca siempre busca su diversión, totalmente ajeno a lo que le rodea, como en nuestro último viaje a Israel: en el Mar Muerto no quiso meterse en el agua porque le escocían los ojos de la sal, pero se lo pasó pipa tirando piedras al agua.
Para que recuerde bien todos los viajes que hacemos, en cada viaje me invento una canción y después cuando la cantamos en casa recordamos el viaje, curiosamente se acuerda de cosas de las que pensábamos que no se había percatado.
Viajar por el mundo con un bebe o niño de forma independiente es mucho más fácil de lo que parece. Lola cuenta con un completo post resumen con sus viajes para los que quieran tomar nota de las experiencias de Luca por el mundo.
Marc lleva ya un dilatada vida viajera, a sus 6 años ha recorrido 39 países de tres continentes (Asia, Europa y América); entre ellos, dos países soberanos no reconocidos por la ONU: Transnistria y Nagorno-Karabaj.
Su primer viaje fue a los 3 meses a Eslovenia y de él su padre Jordi nos cuenta:
Marc es un viajero precoz. Ya antes de nacer tuvo la oportunidad de viajar varias veces en helicóptero, producto del trabajo de su mamá. La leyenda explica incluso que fue concebido en un viaje a Siria. Eso y que sus papás sienten devoción por todo lo que es descubrir otras maneras de vivir, de sentir o de comer en otras latitudes le dejaban pocas alternativas a Marc: debería adaptarse a los viajes casi tan rápidamente como sus papás se adaptarían a sus nuevas tareas de padres novatos.
La paternidad es un reto, una ilusión y un compromiso, pero también es una renuncia a algunas de las actividades anteriores. El tiempo se estrecha y las prioridades pasan a ser otras. Probablemente se terminen las salidas por la noche con los amigos y se minimicen los cines de los sábados por la tarde. Quizá haya que olvidarse por una temporada del gimnasio o de salir a correr antes de cenar. Y se asume.
Pero los papás de Marc no querían renunciar a dejar de viajar. Habían oído tantas veces a su alrededor aquello de que “vosotros podéis viajar porque aun no tenéis niños” que no deseaban que de su boca saliera una sola excusa en este sentido. Los papás decidieron adaptarse a viajar con un bebé. Y decidieron también que eso sería bien pronto. Marc sería un viajero precoz por imperativo legal. O al menos, por imperativo paterno.
Y es así como a los tres meses de edad Marc cruzó por primera vez las fronteras. Fueron 10 días a Eslovenia. Y las adaptaciones necesarias fueron bien pocas. Los papás comprendieron que quizá con niños sea algo más operativo alquilar un apartamento que alojarse en un hotel y que los tiempos necesarios para hacer cualquier tarea pueden ser algo más largos; pero que más allá de eso, casi nada puede dejar de hacerse con un bebé.
Quizá los trekkings serían ahora algo más cortos (pero posibles con el arnés), quizá las visitas a los museos, también. A veces, alguna visita a algún castillo debería ser interrumpida por una sesión de lactancia o por un cambio de pañales, pero más allá de eso, poca cosa más. El éxito fue tal, que un mes más tarde viajaron 10 días a Suiza y a los 5 meses visitaron Estambul, la ciudad preferida por los papás.
Y en un viaje fue donde Marc descubrió que masticar la carne era mucho mejor que comérsela en puré. Y no podía ser en otro sitio que en Argentina, con poco más de un año, cuando le dimos a probar un poco de asado. A partir de aquel momento, no dejó de repetir “carne, carne”. Creo que esta palabra fue de las primeras que aprendió más allá de “papa” y “mamá”.
Los viajes se han ido sucediendo y con la edad del niño, la adaptación a cada situación.
Marc no está muy acostumbrado a las piscinas en hoteles. No suele haberlas donde nos hospedamos. Quizá, un día en cada viaje. Y ello le parece un premio. Ni tampoco programamos muchas actividades específicas para niños durante los viajes. Algún día un zoo, quizá otro alguna feria con atracciones o algún día en la playa; sin embargo, Marc disfruta explorando Angkor, descubriendo monos narigudos o orangutanes en Borneo, admirando las cúpulas y los bazares de Isfahan, subiéndose a las pirámides mayas o nadando entre tiburones y rayas en Belice. Nada de lo que no disfruten sus papás.
Sí que nos parece interesante trabajar el viaje unas semanas antes. Es en aquel momento cuando se le empieza a hablar de la cultura maya, sus ritos y su arquitectura. O se le explica donde viven los orangutanes y cuáles son sus actividades diarias. Eso conlleva, que el niño esté expectante ante cada visita, pues ha oído hablar de ellas y sabe lo que se va a encontrar. En estas condiciones, los niños se encuentran en la misma situación que los padres: expectantes ante un momento que saben que es especial y que llevan días esperando (los papás, probablemente años).
Pocos son los problemas que hayamos tenido en estos destinos; y ninguno que no haya tenido una solución casi inmediata. Es por ello, que animo a todos los viajeros con niños, a que sigan viajando. Nada debe impedir que la afición viajeras de los papás quede truncada por la paternidad.
Podéis encontrar el relato de su viaje por Centroamérica aquí y aquí el de Armenia y Georgia.
Daniel (10 años) y David (7 años) también comenzaron pronto en esto de los viajes. Dani con 9 meses visitó Chipre y David fue el más precoz de todos nuestros niños viajeros: con sólo 2 meses viajo a Bahrein.
Luego el recuento de paises visitados de estos niños es apabullante: Dani 68 estados y David 46 y esto es sin incluir otros estados a los que llegaron en el útero de su madre.
Florencio nos cuenta que:
Han estado en varios países no aptos para niños, pero quizás el que más, por temas de salud, haya sido Islas Salomón, donde existe la incidencia mundial más alta de malaria.
Anécdotas tenemos muchas, por ejemplo cuando Dani con menos de dos años aprendió a saludar al estilo japonés e iba por las calles de Tokio haciéndolo con todo el que se cruzaba. Los nipones, muy serios ellos, le correspondían sin dudar.
Pienso que viajar les ha enseñado tolerancia y ha incrementado su curiosidad en general. David es aun pequeño, pero Dani no deja de insistirme en que lo lleve a países como Nepal, Namibia o de nuevo a Japón.
Para decidir las actividades a realizar en los viajes suele haber lucha, porque yo prefiero visitar sitios culturales y ellos algo que requiera una mayor actividad física. En general, suelen quejarse del número de iglesias que visitamos.
Esos viajeros bajitos podréis encontrarlos en este enlace y su aventura por Filipinas aquí.
Sakura con dos meses realizo su primer trayecto en avión: de Londres a Huelva y una vez allí conoció el Algarve portugués. Lleva 8 países visitados: Reino Unido, España, Portugal, Japón, Serbia, Tailandia, Finlandia y Estonia.
De Sakura su padre Ignacio nos cuenta que:
Desde pequeñita Sakura entiende perfectamente el concepto de vacaciones y de horarios más relajados. Le gusta ir a sitios donde hace calor e ir a la playa o a la piscina. Y comer helado, una de sus pasiones y que en Londres controlamos bastante más que de vacaciones. Serbia es un destino poco habitual, con o sin niños. La madre de uno de los amiguitos de Sakura es serbia, y nos invitó al bautizo en Belgrado, que además coincidía con su primer cumpleaños. Yo creo que aún no se cree que le dijésemos que sí. Lo pasamos de maravilla, y las chicas y mujeres serbias nos quitaban a Sakura de los brazos para darle besos o hacerse fotos con ella.
Cuando fuimos a Huelva la primera vez, nos pasó varias veces que, después de mirarnos a mí y a Izumi, gente que no nos conocía de nada metía la cabeza en el cochecito o se asomaba a la mochilita diciéndonos “dehame veh como ha zalio”. A Izumi le hacía mucha gracia porque no había malicia ninguna, solo curiosidad sana. Pero también le sorprendía mucho. La primera vez que Sakura fue a Japón, con 8 meses, probó el arroz de allí (a palo seco, sin aderezos o salsas) y no quiso comer otra cosa durante una semana entera. Arroz de desayuno, comida y cena. Aunque los genes ayuden mucho, he de decir que el arroz blanco japonés está mucho más rico que el que se come en España o Europa.
Un post muy útil para viajar con niños de Dokodemo Door Blog es: Guía para viajar a Japón con bebe.
Arnau y Roger de 17 y 15 años respectivamente empezaron a viajar con menos de 6 meses cuando siendo Arnau un futuro bebé de 3 meses de gestación se embarcó durante 2 meses por la Ruta Maya.
De ellos Hector nos cuenta que:
Al mes de nacer Arnau estuvo en Mallorca, a los 6 meses recorrió 13.000 kilómetros por los Estados Unidos, a los 10 meses se fue a Estambul y al año y medio a Portugal. A los 2 años nació su hermanito Roger y se fueron juntos a Menorca donde sus papás vieron que era muy difícil viajar con dos.
Es cuando apareció Mi baúl de Ruedas, una autocaravana que los llevó por toda España, Francia, Italia, Inglaterra, Países de la Ex Yugoslavia, etc. Son más de 25 países que han recorrido, todos en el norte de África, Europa y Norteamérica.
De adolescentes les cuesta ya mas seguir el ritmo a los papis y sólo se apuntan a viajes cortos o que venga el resto de familia. A los otros viajes les dicen que nos vayamos los papás solos.
Eso sí, mientras no sea un viaje a los parques temáticos, que a eso se apuntan enseguida a pesar de haber estado en Los Angeles y dos veces en Orlando. Ah! y cruceros!! a un crucero se apuntan aunque dure 365 días, mientras haya comida, jacuzzis y discotecas.
Podéis leer aquí los viajes de estos chicos a Bulgaria y Macedonia y a las Rocosas del Canada.
Alberto y Raúl de 3 y 1 año respectivamente conocen al dedillo nuestro país vecino ya que son bastantes los viajes que a él han realizado. Otros países que han visitado de Europa son: Países Bajos, Francia, Dinamarca y Suecia.
De ellos nos cuenta Antonio que:
El primer gran viaje de Alberto fue a la ciudad de Oporto. Contaba con 9 meses y aun no había nacido su hermano Raúl. Fue allí, en Oporto, y a esa temprana edad donde Alberto descubrió su gran afición: tirar de los manteles en los restaurantes. Afortunadamente esta costumbre la erradicó de sus intenciones meses después.
Raúl comenzó a viajar mucho más joven, cuando contaba con 5 meses, todo un hombrecito, y fue a la ciudad de Copenhague, Dinamarca. Aun habiendo sido un gran viaje, una maldita bronquiolitis impidió disfrutar con plenitud los últimos días en la ciudad nórdica de Estocolmo, hasta donde nos desplazamos en tren tras finalizar nuestra estancia en Copenhague. Este contratiempo nunca nos animó a dejar de viajar con niños, pero sí a tomar ciertas precauciones a la hora de elegir destino.
A ambos, como a sus padres, les encanta viajar a Portugal. Aprovechan cualquier fin de semana o puente para hacer una escapada en familia o con amigos al que consideran el país hermano. Vivir junto a la frontera hispano-lusa facilita mucho la aventura, especialmente la visita al Algarve, nuestro destino favorito y al que acudimos varias veces al año a disfrutar de sus playas, su gente y su gastronomía. Fue en el último viaje a Portugal, hace tan sólo un par de meses, cuando Alberto conoció a Rita, su primer amor (al menos eso pensamos pues desde el segundo día ya empezaba a estar serio y lagrimear cuando no estaban juntos. Fue la primera y única vez hasta ahora que Alberto nos insistió para que le pidiéramos un número de teléfono para llamarla desde España). Raúl en este mismo viaje, comenzó a adquirir la vieja costumbre de su hermano con los manteles.
A Raúl le encanta conocer a niños para jugar con ellos a cualquier cosa, especialmente echar una carrera. Le encanta correr, su mayor afición junto a que le lean cuentos y hacer filas con cualquier objeto dejándose llevar por su imaginación (es muy creativo).
Durante los viajes a Raúl le gusta que le lleven empotrado en la mochila mientras aprovecha la posición para tocarnos el pelo y hacerle giros a modo de tirabuzón, especialmente a su madre. A Alberto por el contrario, le encanta tener libertad para moverse. Desde muy pequeño siempre ha acompañado a sus padres caminando. Durante uno de nuestro mejores viajes, el viaje a Cádiz, cada noche de regreso a nuestro apartamento, nada más y nada menos que tras 10 horas de pateo intenso por la ciudad, siempre nos decía: “papí, mami, estoy cansao” ¡Todo un campeón!
Aquí encontrareis los viajes de Raúl y Alberto.
Izaro cuenta ya con 3 años y 4 meses. Su primera escapada fue con 1 mes a La Rioja y con 2 meses su primer 'viaje', vacaciones en el Mediterráneo catalán; con 3 meses, montó en avión por primera vez y realizó un crucero por el Mediterráneo, una experiencia marítima viajera nueva para los tres.
Izaro conoce ya muchos sitios de España, Francia, Italia, Eslovenia y Túnez.
De ella Miguel nos cuenta que:
Nos gusta mucho el senderismo y caminar por parajes naturales, en la montaña. En Eslovenia, nos aventuramos a realizar una ruta hasta una cascada, y llevamos por si acaso la sillita de la peque, por si se cansaba. A los 10 minutos, nos dimos cuenta que la pista no era transitable con la sillita, por lo que sin que se diera cuenta, tuvimos que esconder la sillita detrás de unos árboles y matorrales. Cuando vio que no había sillita, le contamos que se había estropeado y que la habíamos dejado en el bosque, para que sus amigos los animales, entre otros el oso, el lobo, los pájaros, las ardillas, la arreglasen. Costó que asimilará esta historieta, pero el caso es que pudimos continuar sin sillita, a pesar de que a su padre le tocó llevarla en hombros un buen rato. A la vuelta, según nos acercábamos a la zona, le explicamos que los animales del bosque nos habían llamado para decirnos que la sillita estaba lista. Y así, al llegar a la zona donde la habíamos escondido, como por arte de magia, la recuperamos de la cuneta. Izaro no daba crédito, y bajó hasta el coche mirando y repasando todos y cada uno de los detalles de la sillita.
También en Eslovenia, visitando el castillo de Predjama, justo cuando íbamos a entrar, la peque se nos durmió en la sillita. Tuvimos que visitar esta maravilla de castillo a turnos. Mientras uno estaba en la planta baja del castillo con la peque dormida, el otro visitaba el castillo, y luego, relevo.
Visitando la cueva de Pozalagua, durante la visita guiada, había otro niño en el grupo. Se pusieron a hablar entre ellos, en un lenguaje inteligible que al principio causó muchas risas en el grupo, pero al ver que en la penumbra y silencio de la cueva, cada vez hablaban y gritaban más alto, en plan competición, al final la gente nos miraba un poco raro, les dimos la visita. Y no había manera de callarlos, en serio.
A Izaro le gusta lo mismo que a todos los críos: jugar en los columpios, ver animales y darles de comer, andar en bicicleta, tirar piedras a ríos/lagos, etc. Le gusta mucho el agua y la playa, ha salido muy acuática. Suele costar horrores sacarle del agua, siempre hay que 'engañarle' con algo. En el zoo de Ljubljana se lo pasó bomba y siempre presume que ella fue la única que dio de comer a los osos.
Imprescindible para viajar con niños su artículo de Botiquín básico. Cuenta con una estupenda guía para viajar a Eslovenia con niños y una interesante escapada en familia al valle de Karrantza, descubriendo el tesoro natural de la comarca de Enkarterri.
De Antonio y Luis, su mama Nieves nos cuenta:
Nuestros peques empezaron a viajar muy prontito. El mayor fue en la barriguita de mamá a Suiza y el pequeño a Selva Negra. Desde entonces ya llevamos unas cuantas aventuras. Elegimos los destinos conscientes de que viajamos con peques, pero pensamos que no hay que centrarse en lugares típicos para niños, el mundo es muy diverso y hay que enseñar a apreciar las diferencias. Nos gusta que nuestros hijos conozcan diferentes culturas, comidas y que aprendan detalles de historia o geografía del lugar. Para conseguir esto hablamos mucho en casa sobre los futuros viajes, les invento cuentos sobre detalles de los destinos y así les creo el gusanillo por la nueva aventura. Pero creemos que los viajes no son más que vacaciones y es un momento ideal para pasar tiempo juntos en familia, que hoy día, con los trabajos, extraescolares... se hace difícil.
Ellos disfrutan mucho de estas aventuras y aunque parezcan pequeños, retienen muchas cositas de los viajes. Este verano alquilamos una autocaravana en Irlanda, mi hijo pequeño de dos años cada vez que ve una por la carretera me dice con su media lengua muy contento "¡mamá, mamá! ¡Ahí va una autonavanana!!! ¿la nuestra donde está?" Je je aún no entiende el concepto de alquiler y para él fue una experiencia maravillosa.
No os podéis perder los Cuentos viajeros que Nieves le cuenta a sus hijos antes de cada nueva aventura.
Se suele decir que hay dos tipos de viajeros, los que "nacen" y los que se "hacen"... Bueno en el caso de las nuestras, han nacido viajeras, pero también se "han hecho" en un viaje.... Mamá se quedó embaraza de Gala en nuestro viaje por China en el 2006, y de la peque, Zoe, durante nuestro viaje a Londres en la nochevieja de 2009.
Os podéis imaginar que con estos antecedentes, las niñas estaban predestinadas...
El primer viaje de Gala (sin contar la visita a Roma en la barriga de mamá estando embarazada de 30 semanas), fueron 10 días por Italia viendo Pisa, Florencia y Venecia.
En aquel viaje tenía 16 meses y, no podremos nunca olvidar la cara que puso al ver el David de Miguel Ángel en la Galería de la Academia. Se paró, lo miró perpleja y se sentó en un banco cerca de 10 minutos mirándolo sin pestañear... Ni que decir tiene que la peque disfrutó una barbaridad en ese viaje. Después de aquel viaje llegó Japón!!! Con 2 años viajó durante 3 semanas por el país del sol naciente, disfrutó del contacto con la gente, de los monumentos, de la comida y con cada descubrimiento veíamos sus ojos abrirse como platos.
El primer gran viaje de Zoe llegó con 10 meses, hicimos un Interrail en el verano de 2011 con las dos peques. Durante 3 semanas disfrutaron de ciudades como Munich, Viena, Praga, Berlin, Amsterdam, Bruselas... y el último día de viaje, Gala cogió un gran berrinche, porque no quería volver a casa, ella quería seguir conociendo ciudades nuevas.
En ellas crece ahora una pasión por los viajes por la que llegan a pedir con insistencia que las lleves a París, y cuando les preguntas que si es porque quieren ir a Disneyland, te contestan que lo quieren es conocer la Torre Eiffel, pues que van a hacer unos padres ante esto??? Imaginaros dónde pasamos la Semana Santa de 2016.... y por cierto, también las llevamos a Disneyland París.
Nuestro último gran viaje con ellas fue el pasado verano, cuando estuvimos recorriendo Indonesia, la ruta fue planificada por nosotros, pero consensuada con nuestras pequeñas viajeras.
"Papá queremos ver Orangutanes, y vamos a subir a los volcanes, y el templo ese tan chulo que nos enseñaste en fotos, y acuérdate de que queremos ver a "Nemo" así que tienes que buscar unas islas bonitas para ir a bucear, ahhh y como no nos da tiempo en este viaje, tenemos que volver otra vez para ver los Dragones esos!!! Cómo dijiste que se llamaban??? Dragones de Komodo.... Vale Papá, el año que viene!!!"
Hemos de decir que nuestros viajes con ellas no han sido pensados como "viajes para niños", al contrario, somos de la manera de pensar que nuestras pequeñas viajeras pueden ir a "casi" cualquier lugar que vaya un adulto, y bien nos lo demostraron en el viaje a Indonesia cuando subieron al cráter del volcán Ijen.
Creemos que el viajar de esta manera, sin ofrecerles unos viajes 100% pensados para niños, sin centrarnos exclusivamente en actividades para ellas, sino más bien haciéndolas disfrutar del destino, de su naturaleza, monumentos, museos, y añadiendo pequeñas píldoras de diversión para ellas, les ha hecho apreciar lo que los viajes les pueden ofrecer.
En fin, pensamos que hemos creado unos pequeños "monstruos viajeros" de los cuales estamos tremendamente orgullosos.
Y estos son los pequeños (y no tan pequeños ya) protagonistas de los 10 blogs de viajes con niños que más nos gustan. En último lugar nos gustaría presentaros a la estrella de pacoyverotravels: Helia.
Comenzó a viajar con 7 meses a un país cerquita: Portugal. Ahora con 5 años y medio ha viajado con sus papis por 30 países de 4 continentes principalmente de Europa por la comodidad que supone, aunque sus papis ya se están aventurando a llevarla a sitios más lejanos en los que ella se lo pasa genial. Se abrocha sola el cinturón de seguridad en los aviones y le encanta saltar en las camas de los hoteles. Es capaz de detectar a kilómetros un parque y en el que mejor ha estado fue en uno grandísimo de un pueblo de Letonia donde disfruto muchísimo.
Quiero agradecer a los papis dejarnos conocer un poco más a sus tesoros y desde aquí darles las gracias por su colaboración en este articulo.
No son todos los que hay, pero si están todos los que creo que deberían de estar. Blogs que de una forma u otra tratan con cariño y mimo el tema de viajar con niños o bebes, ayudando con sus relatos a otros padres viajeros y demostrando que viajar con los peques descubriendo el mundo que nos rodea es un auténtico regalo para los padres.
IRIS DE LOCOS POR LOS VIAJES
Iris con 20 meses ya tiene el gusanillo viajero bien activo. A los 3 meses hizo su primer viaje desde Madrid a Barcelona y hasta la fecha ha estado en República Checa, Hungría, Estados Unidos y Niagara Falls (Canadá).
Mari Carmen nos cuenta sobre Iris que tratan siempre en sus viajes de ir a algún parque porque está en esa fase en la que le fascina montar en columpios.
Algo curioso que les pasó estando en Praga, fue que la gente al verlos viajar con la peque se solían sorprender mucho porque entonces sólo tenía 5 meses. Siempre le decían cosas a la niña y en un restaurante una camarera les pidió llevársela para la cocina para enseñársela a la cocinera porque decía que parecía una muñeca.
En Locos por los viajes podéis encontrar un artículo específico de ayuda para los papis con consejos para viajar con bebe
LUCA DE OVERSEAS
Luca también fue precoz en el mundo de los viajes, con 4 meses ya se encontraba recorriendo Alemania. Actualmente tiene 3 años y medio y ya ha visitado 13 países: Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Chipre, Francia, Croacia, Eslovenia, Italia, Malta, Chile, Ucrania, Moldavia, Israel y Palestina.
Lola nos cuenta de Luca que:
Luca es un niño al que le gusta mucho viajar, le encanta sobre todo volar en avión y montarse en tren. Siempre que nos montamos en un avión está preocupado de que color será el aparato, a él le gustan los aviones naranjas.
Su primer viaje como bebé a Alemania le sentó súper bien, ya que era verano y hacia fresquito, por lo que comía y dormía mucho mejor que en casa.
Cuando estamos en otro país y hablan otro idioma siempre repite lo que oye y cuando juega en parques en otros países no tiene problemas de comunicación con los niños locales.
Es increíble que estemos donde estemos, Luca siempre busca su diversión, totalmente ajeno a lo que le rodea, como en nuestro último viaje a Israel: en el Mar Muerto no quiso meterse en el agua porque le escocían los ojos de la sal, pero se lo pasó pipa tirando piedras al agua.
Para que recuerde bien todos los viajes que hacemos, en cada viaje me invento una canción y después cuando la cantamos en casa recordamos el viaje, curiosamente se acuerda de cosas de las que pensábamos que no se había percatado.
Viajar por el mundo con un bebe o niño de forma independiente es mucho más fácil de lo que parece. Lola cuenta con un completo post resumen con sus viajes para los que quieran tomar nota de las experiencias de Luca por el mundo.
MARC DE MIL VIATGES
Marc lleva ya un dilatada vida viajera, a sus 6 años ha recorrido 39 países de tres continentes (Asia, Europa y América); entre ellos, dos países soberanos no reconocidos por la ONU: Transnistria y Nagorno-Karabaj.
Su primer viaje fue a los 3 meses a Eslovenia y de él su padre Jordi nos cuenta:
Marc es un viajero precoz. Ya antes de nacer tuvo la oportunidad de viajar varias veces en helicóptero, producto del trabajo de su mamá. La leyenda explica incluso que fue concebido en un viaje a Siria. Eso y que sus papás sienten devoción por todo lo que es descubrir otras maneras de vivir, de sentir o de comer en otras latitudes le dejaban pocas alternativas a Marc: debería adaptarse a los viajes casi tan rápidamente como sus papás se adaptarían a sus nuevas tareas de padres novatos.
La paternidad es un reto, una ilusión y un compromiso, pero también es una renuncia a algunas de las actividades anteriores. El tiempo se estrecha y las prioridades pasan a ser otras. Probablemente se terminen las salidas por la noche con los amigos y se minimicen los cines de los sábados por la tarde. Quizá haya que olvidarse por una temporada del gimnasio o de salir a correr antes de cenar. Y se asume.
Pero los papás de Marc no querían renunciar a dejar de viajar. Habían oído tantas veces a su alrededor aquello de que “vosotros podéis viajar porque aun no tenéis niños” que no deseaban que de su boca saliera una sola excusa en este sentido. Los papás decidieron adaptarse a viajar con un bebé. Y decidieron también que eso sería bien pronto. Marc sería un viajero precoz por imperativo legal. O al menos, por imperativo paterno.
Y es así como a los tres meses de edad Marc cruzó por primera vez las fronteras. Fueron 10 días a Eslovenia. Y las adaptaciones necesarias fueron bien pocas. Los papás comprendieron que quizá con niños sea algo más operativo alquilar un apartamento que alojarse en un hotel y que los tiempos necesarios para hacer cualquier tarea pueden ser algo más largos; pero que más allá de eso, casi nada puede dejar de hacerse con un bebé.
Quizá los trekkings serían ahora algo más cortos (pero posibles con el arnés), quizá las visitas a los museos, también. A veces, alguna visita a algún castillo debería ser interrumpida por una sesión de lactancia o por un cambio de pañales, pero más allá de eso, poca cosa más. El éxito fue tal, que un mes más tarde viajaron 10 días a Suiza y a los 5 meses visitaron Estambul, la ciudad preferida por los papás.
Y en un viaje fue donde Marc descubrió que masticar la carne era mucho mejor que comérsela en puré. Y no podía ser en otro sitio que en Argentina, con poco más de un año, cuando le dimos a probar un poco de asado. A partir de aquel momento, no dejó de repetir “carne, carne”. Creo que esta palabra fue de las primeras que aprendió más allá de “papa” y “mamá”.
Los viajes se han ido sucediendo y con la edad del niño, la adaptación a cada situación.
Marc no está muy acostumbrado a las piscinas en hoteles. No suele haberlas donde nos hospedamos. Quizá, un día en cada viaje. Y ello le parece un premio. Ni tampoco programamos muchas actividades específicas para niños durante los viajes. Algún día un zoo, quizá otro alguna feria con atracciones o algún día en la playa; sin embargo, Marc disfruta explorando Angkor, descubriendo monos narigudos o orangutanes en Borneo, admirando las cúpulas y los bazares de Isfahan, subiéndose a las pirámides mayas o nadando entre tiburones y rayas en Belice. Nada de lo que no disfruten sus papás.
Sí que nos parece interesante trabajar el viaje unas semanas antes. Es en aquel momento cuando se le empieza a hablar de la cultura maya, sus ritos y su arquitectura. O se le explica donde viven los orangutanes y cuáles son sus actividades diarias. Eso conlleva, que el niño esté expectante ante cada visita, pues ha oído hablar de ellas y sabe lo que se va a encontrar. En estas condiciones, los niños se encuentran en la misma situación que los padres: expectantes ante un momento que saben que es especial y que llevan días esperando (los papás, probablemente años).
Pocos son los problemas que hayamos tenido en estos destinos; y ninguno que no haya tenido una solución casi inmediata. Es por ello, que animo a todos los viajeros con niños, a que sigan viajando. Nada debe impedir que la afición viajeras de los papás quede truncada por la paternidad.
Podéis encontrar el relato de su viaje por Centroamérica aquí y aquí el de Armenia y Georgia.
DAVID Y DANIEL DE FMANEGA
Daniel (10 años) y David (7 años) también comenzaron pronto en esto de los viajes. Dani con 9 meses visitó Chipre y David fue el más precoz de todos nuestros niños viajeros: con sólo 2 meses viajo a Bahrein.
Luego el recuento de paises visitados de estos niños es apabullante: Dani 68 estados y David 46 y esto es sin incluir otros estados a los que llegaron en el útero de su madre.
Florencio nos cuenta que:
Han estado en varios países no aptos para niños, pero quizás el que más, por temas de salud, haya sido Islas Salomón, donde existe la incidencia mundial más alta de malaria.
Anécdotas tenemos muchas, por ejemplo cuando Dani con menos de dos años aprendió a saludar al estilo japonés e iba por las calles de Tokio haciéndolo con todo el que se cruzaba. Los nipones, muy serios ellos, le correspondían sin dudar.
Pienso que viajar les ha enseñado tolerancia y ha incrementado su curiosidad en general. David es aun pequeño, pero Dani no deja de insistirme en que lo lleve a países como Nepal, Namibia o de nuevo a Japón.
Para decidir las actividades a realizar en los viajes suele haber lucha, porque yo prefiero visitar sitios culturales y ellos algo que requiera una mayor actividad física. En general, suelen quejarse del número de iglesias que visitamos.
Esos viajeros bajitos podréis encontrarlos en este enlace y su aventura por Filipinas aquí.
SAKURA DE DOKODEMO DOOR BLOG
Sakura con dos meses realizo su primer trayecto en avión: de Londres a Huelva y una vez allí conoció el Algarve portugués. Lleva 8 países visitados: Reino Unido, España, Portugal, Japón, Serbia, Tailandia, Finlandia y Estonia.
De Sakura su padre Ignacio nos cuenta que:
Desde pequeñita Sakura entiende perfectamente el concepto de vacaciones y de horarios más relajados. Le gusta ir a sitios donde hace calor e ir a la playa o a la piscina. Y comer helado, una de sus pasiones y que en Londres controlamos bastante más que de vacaciones. Serbia es un destino poco habitual, con o sin niños. La madre de uno de los amiguitos de Sakura es serbia, y nos invitó al bautizo en Belgrado, que además coincidía con su primer cumpleaños. Yo creo que aún no se cree que le dijésemos que sí. Lo pasamos de maravilla, y las chicas y mujeres serbias nos quitaban a Sakura de los brazos para darle besos o hacerse fotos con ella.
Cuando fuimos a Huelva la primera vez, nos pasó varias veces que, después de mirarnos a mí y a Izumi, gente que no nos conocía de nada metía la cabeza en el cochecito o se asomaba a la mochilita diciéndonos “dehame veh como ha zalio”. A Izumi le hacía mucha gracia porque no había malicia ninguna, solo curiosidad sana. Pero también le sorprendía mucho. La primera vez que Sakura fue a Japón, con 8 meses, probó el arroz de allí (a palo seco, sin aderezos o salsas) y no quiso comer otra cosa durante una semana entera. Arroz de desayuno, comida y cena. Aunque los genes ayuden mucho, he de decir que el arroz blanco japonés está mucho más rico que el que se come en España o Europa.
Un post muy útil para viajar con niños de Dokodemo Door Blog es: Guía para viajar a Japón con bebe.
ARNAU Y ROGER DE MI BAUL DE BLOGS
Arnau y Roger de 17 y 15 años respectivamente empezaron a viajar con menos de 6 meses cuando siendo Arnau un futuro bebé de 3 meses de gestación se embarcó durante 2 meses por la Ruta Maya.
De ellos Hector nos cuenta que:
Al mes de nacer Arnau estuvo en Mallorca, a los 6 meses recorrió 13.000 kilómetros por los Estados Unidos, a los 10 meses se fue a Estambul y al año y medio a Portugal. A los 2 años nació su hermanito Roger y se fueron juntos a Menorca donde sus papás vieron que era muy difícil viajar con dos.
Es cuando apareció Mi baúl de Ruedas, una autocaravana que los llevó por toda España, Francia, Italia, Inglaterra, Países de la Ex Yugoslavia, etc. Son más de 25 países que han recorrido, todos en el norte de África, Europa y Norteamérica.
De adolescentes les cuesta ya mas seguir el ritmo a los papis y sólo se apuntan a viajes cortos o que venga el resto de familia. A los otros viajes les dicen que nos vayamos los papás solos.
Eso sí, mientras no sea un viaje a los parques temáticos, que a eso se apuntan enseguida a pesar de haber estado en Los Angeles y dos veces en Orlando. Ah! y cruceros!! a un crucero se apuntan aunque dure 365 días, mientras haya comida, jacuzzis y discotecas.
Podéis leer aquí los viajes de estos chicos a Bulgaria y Macedonia y a las Rocosas del Canada.
RAUL Y ALBERTO DE NATURALEZA Y VIAJES
Alberto y Raúl de 3 y 1 año respectivamente conocen al dedillo nuestro país vecino ya que son bastantes los viajes que a él han realizado. Otros países que han visitado de Europa son: Países Bajos, Francia, Dinamarca y Suecia.
De ellos nos cuenta Antonio que:
El primer gran viaje de Alberto fue a la ciudad de Oporto. Contaba con 9 meses y aun no había nacido su hermano Raúl. Fue allí, en Oporto, y a esa temprana edad donde Alberto descubrió su gran afición: tirar de los manteles en los restaurantes. Afortunadamente esta costumbre la erradicó de sus intenciones meses después.
Raúl comenzó a viajar mucho más joven, cuando contaba con 5 meses, todo un hombrecito, y fue a la ciudad de Copenhague, Dinamarca. Aun habiendo sido un gran viaje, una maldita bronquiolitis impidió disfrutar con plenitud los últimos días en la ciudad nórdica de Estocolmo, hasta donde nos desplazamos en tren tras finalizar nuestra estancia en Copenhague. Este contratiempo nunca nos animó a dejar de viajar con niños, pero sí a tomar ciertas precauciones a la hora de elegir destino.
A ambos, como a sus padres, les encanta viajar a Portugal. Aprovechan cualquier fin de semana o puente para hacer una escapada en familia o con amigos al que consideran el país hermano. Vivir junto a la frontera hispano-lusa facilita mucho la aventura, especialmente la visita al Algarve, nuestro destino favorito y al que acudimos varias veces al año a disfrutar de sus playas, su gente y su gastronomía. Fue en el último viaje a Portugal, hace tan sólo un par de meses, cuando Alberto conoció a Rita, su primer amor (al menos eso pensamos pues desde el segundo día ya empezaba a estar serio y lagrimear cuando no estaban juntos. Fue la primera y única vez hasta ahora que Alberto nos insistió para que le pidiéramos un número de teléfono para llamarla desde España). Raúl en este mismo viaje, comenzó a adquirir la vieja costumbre de su hermano con los manteles.
A Raúl le encanta conocer a niños para jugar con ellos a cualquier cosa, especialmente echar una carrera. Le encanta correr, su mayor afición junto a que le lean cuentos y hacer filas con cualquier objeto dejándose llevar por su imaginación (es muy creativo).
Durante los viajes a Raúl le gusta que le lleven empotrado en la mochila mientras aprovecha la posición para tocarnos el pelo y hacerle giros a modo de tirabuzón, especialmente a su madre. A Alberto por el contrario, le encanta tener libertad para moverse. Desde muy pequeño siempre ha acompañado a sus padres caminando. Durante uno de nuestro mejores viajes, el viaje a Cádiz, cada noche de regreso a nuestro apartamento, nada más y nada menos que tras 10 horas de pateo intenso por la ciudad, siempre nos decía: “papí, mami, estoy cansao” ¡Todo un campeón!
Aquí encontrareis los viajes de Raúl y Alberto.
IZARO DE EL TXOKO DE LONIFASIKO
Izaro cuenta ya con 3 años y 4 meses. Su primera escapada fue con 1 mes a La Rioja y con 2 meses su primer 'viaje', vacaciones en el Mediterráneo catalán; con 3 meses, montó en avión por primera vez y realizó un crucero por el Mediterráneo, una experiencia marítima viajera nueva para los tres.
Izaro conoce ya muchos sitios de España, Francia, Italia, Eslovenia y Túnez.
De ella Miguel nos cuenta que:
Nos gusta mucho el senderismo y caminar por parajes naturales, en la montaña. En Eslovenia, nos aventuramos a realizar una ruta hasta una cascada, y llevamos por si acaso la sillita de la peque, por si se cansaba. A los 10 minutos, nos dimos cuenta que la pista no era transitable con la sillita, por lo que sin que se diera cuenta, tuvimos que esconder la sillita detrás de unos árboles y matorrales. Cuando vio que no había sillita, le contamos que se había estropeado y que la habíamos dejado en el bosque, para que sus amigos los animales, entre otros el oso, el lobo, los pájaros, las ardillas, la arreglasen. Costó que asimilará esta historieta, pero el caso es que pudimos continuar sin sillita, a pesar de que a su padre le tocó llevarla en hombros un buen rato. A la vuelta, según nos acercábamos a la zona, le explicamos que los animales del bosque nos habían llamado para decirnos que la sillita estaba lista. Y así, al llegar a la zona donde la habíamos escondido, como por arte de magia, la recuperamos de la cuneta. Izaro no daba crédito, y bajó hasta el coche mirando y repasando todos y cada uno de los detalles de la sillita.
También en Eslovenia, visitando el castillo de Predjama, justo cuando íbamos a entrar, la peque se nos durmió en la sillita. Tuvimos que visitar esta maravilla de castillo a turnos. Mientras uno estaba en la planta baja del castillo con la peque dormida, el otro visitaba el castillo, y luego, relevo.
Visitando la cueva de Pozalagua, durante la visita guiada, había otro niño en el grupo. Se pusieron a hablar entre ellos, en un lenguaje inteligible que al principio causó muchas risas en el grupo, pero al ver que en la penumbra y silencio de la cueva, cada vez hablaban y gritaban más alto, en plan competición, al final la gente nos miraba un poco raro, les dimos la visita. Y no había manera de callarlos, en serio.
A Izaro le gusta lo mismo que a todos los críos: jugar en los columpios, ver animales y darles de comer, andar en bicicleta, tirar piedras a ríos/lagos, etc. Le gusta mucho el agua y la playa, ha salido muy acuática. Suele costar horrores sacarle del agua, siempre hay que 'engañarle' con algo. En el zoo de Ljubljana se lo pasó bomba y siempre presume que ella fue la única que dio de comer a los osos.
Imprescindible para viajar con niños su artículo de Botiquín básico. Cuenta con una estupenda guía para viajar a Eslovenia con niños y una interesante escapada en familia al valle de Karrantza, descubriendo el tesoro natural de la comarca de Enkarterri.
ANTONIO Y LUIS DE EL MUNDO DE MAPANI
De Antonio y Luis, su mama Nieves nos cuenta:
Nuestros peques empezaron a viajar muy prontito. El mayor fue en la barriguita de mamá a Suiza y el pequeño a Selva Negra. Desde entonces ya llevamos unas cuantas aventuras. Elegimos los destinos conscientes de que viajamos con peques, pero pensamos que no hay que centrarse en lugares típicos para niños, el mundo es muy diverso y hay que enseñar a apreciar las diferencias. Nos gusta que nuestros hijos conozcan diferentes culturas, comidas y que aprendan detalles de historia o geografía del lugar. Para conseguir esto hablamos mucho en casa sobre los futuros viajes, les invento cuentos sobre detalles de los destinos y así les creo el gusanillo por la nueva aventura. Pero creemos que los viajes no son más que vacaciones y es un momento ideal para pasar tiempo juntos en familia, que hoy día, con los trabajos, extraescolares... se hace difícil.
Ellos disfrutan mucho de estas aventuras y aunque parezcan pequeños, retienen muchas cositas de los viajes. Este verano alquilamos una autocaravana en Irlanda, mi hijo pequeño de dos años cada vez que ve una por la carretera me dice con su media lengua muy contento "¡mamá, mamá! ¡Ahí va una autonavanana!!! ¿la nuestra donde está?" Je je aún no entiende el concepto de alquiler y para él fue una experiencia maravillosa.
No os podéis perder los Cuentos viajeros que Nieves le cuenta a sus hijos antes de cada nueva aventura.
GALA Y ZOE DE MOCHILEROS 2.0
De Gala y Zoe, su papa Víctor nos cuenta:Se suele decir que hay dos tipos de viajeros, los que "nacen" y los que se "hacen"... Bueno en el caso de las nuestras, han nacido viajeras, pero también se "han hecho" en un viaje.... Mamá se quedó embaraza de Gala en nuestro viaje por China en el 2006, y de la peque, Zoe, durante nuestro viaje a Londres en la nochevieja de 2009.
Os podéis imaginar que con estos antecedentes, las niñas estaban predestinadas...
El primer viaje de Gala (sin contar la visita a Roma en la barriga de mamá estando embarazada de 30 semanas), fueron 10 días por Italia viendo Pisa, Florencia y Venecia.
En aquel viaje tenía 16 meses y, no podremos nunca olvidar la cara que puso al ver el David de Miguel Ángel en la Galería de la Academia. Se paró, lo miró perpleja y se sentó en un banco cerca de 10 minutos mirándolo sin pestañear... Ni que decir tiene que la peque disfrutó una barbaridad en ese viaje. Después de aquel viaje llegó Japón!!! Con 2 años viajó durante 3 semanas por el país del sol naciente, disfrutó del contacto con la gente, de los monumentos, de la comida y con cada descubrimiento veíamos sus ojos abrirse como platos.
El primer gran viaje de Zoe llegó con 10 meses, hicimos un Interrail en el verano de 2011 con las dos peques. Durante 3 semanas disfrutaron de ciudades como Munich, Viena, Praga, Berlin, Amsterdam, Bruselas... y el último día de viaje, Gala cogió un gran berrinche, porque no quería volver a casa, ella quería seguir conociendo ciudades nuevas.
En ellas crece ahora una pasión por los viajes por la que llegan a pedir con insistencia que las lleves a París, y cuando les preguntas que si es porque quieren ir a Disneyland, te contestan que lo quieren es conocer la Torre Eiffel, pues que van a hacer unos padres ante esto??? Imaginaros dónde pasamos la Semana Santa de 2016.... y por cierto, también las llevamos a Disneyland París.
Nuestro último gran viaje con ellas fue el pasado verano, cuando estuvimos recorriendo Indonesia, la ruta fue planificada por nosotros, pero consensuada con nuestras pequeñas viajeras.
"Papá queremos ver Orangutanes, y vamos a subir a los volcanes, y el templo ese tan chulo que nos enseñaste en fotos, y acuérdate de que queremos ver a "Nemo" así que tienes que buscar unas islas bonitas para ir a bucear, ahhh y como no nos da tiempo en este viaje, tenemos que volver otra vez para ver los Dragones esos!!! Cómo dijiste que se llamaban??? Dragones de Komodo.... Vale Papá, el año que viene!!!"
Hemos de decir que nuestros viajes con ellas no han sido pensados como "viajes para niños", al contrario, somos de la manera de pensar que nuestras pequeñas viajeras pueden ir a "casi" cualquier lugar que vaya un adulto, y bien nos lo demostraron en el viaje a Indonesia cuando subieron al cráter del volcán Ijen.
Creemos que el viajar de esta manera, sin ofrecerles unos viajes 100% pensados para niños, sin centrarnos exclusivamente en actividades para ellas, sino más bien haciéndolas disfrutar del destino, de su naturaleza, monumentos, museos, y añadiendo pequeñas píldoras de diversión para ellas, les ha hecho apreciar lo que los viajes les pueden ofrecer.
En fin, pensamos que hemos creado unos pequeños "monstruos viajeros" de los cuales estamos tremendamente orgullosos.
Y estos son los pequeños (y no tan pequeños ya) protagonistas de los 10 blogs de viajes con niños que más nos gustan. En último lugar nos gustaría presentaros a la estrella de pacoyverotravels: Helia.
HELIA DE PACOYVEROTRAVELS
Comenzó a viajar con 7 meses a un país cerquita: Portugal. Ahora con 5 años y medio ha viajado con sus papis por 30 países de 4 continentes principalmente de Europa por la comodidad que supone, aunque sus papis ya se están aventurando a llevarla a sitios más lejanos en los que ella se lo pasa genial. Se abrocha sola el cinturón de seguridad en los aviones y le encanta saltar en las camas de los hoteles. Es capaz de detectar a kilómetros un parque y en el que mejor ha estado fue en uno grandísimo de un pueblo de Letonia donde disfruto muchísimo.
Quiero agradecer a los papis dejarnos conocer un poco más a sus tesoros y desde aquí darles las gracias por su colaboración en este articulo.
Muchas familias preciosas con espíritu viajero, qué bien!
ResponderEliminarLa verdad es que es una alegría ver como tantas familias se aventuran juntos por el mundo. Saludos y gracias por comentar!
EliminarEsto da gusto! Niños afortunados pero también unos padres muy afortunados. Merece la pena aprovechar todo lo que se pueda, el tiempo pasa volando y aunque suene a tópico, no os daréis cuenta que ya seguirán solos su camino. Luego vienen satisfacciones de otro tipo, cuando veo el viaje que ha hecho mi hija de 21 años por Sudamérica, me cae la baba y pienso que haber viajado con ella desde pequeña ha sido su mejor escuela. No me canso de repetirle que tiene que ser capaz de emocionarse con las cosas sencillas que el camino le va enseñando. Es muy fácil emocionarse delante del Taj Mahal o del Macchu Pichu pero lo que la hará inmensamente feliz es el tener la capacidad de emocionarse con una puesta de sol, con una guitarra, compartiendo charla con los amigos de un hostel y las pequeñas cosas que los viajes le mostrarán cada día.
ResponderEliminarUn 10 para esos 8 niños viajeros y un 10 para sus padres! Un post muy bonito.
Un abrazo
Teresa ha sido leerte y pensar...me quedan aun 18 años de tranquilidad antes de que se marche!!! Ademas creo que me fastidiaria que Helia se hiciera un viajazo como ese sin mi. Es broma, tu hija es el fiel ejemplo de lo que influye viajar con los niños y dejarlos conocer algo mas. Un abrazo y me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarUn gran post Vero, muchas gracias por la invitacion a colaborar. Me ha parecido muy original y da gusto leer todo tipo de opiniones y experiencias de otros padres viajeros. Cantidad y calidad de colaboraciones.
ResponderEliminarLeyendolo creo que queda claro que los niños, en lugar de ser un estorbo que finiquita tu vida viajera, son grandes compañeros de viaje que le dan su toque personal y hace que veas y disfrutes los viajes de otra manera.
Por cierto, vaya curriculums! Cuando tengan nuestra edad habran recorrido mas de medio planeta si se infectan del virus viajero :)
A nuestra edad habrán triplicado nuestros países! Muchas gracias a ti siempre por participar. Un abrazo
EliminarMuy buen post! toda una referencia de peques viajeros!
ResponderEliminarYo veo a un par de ellas planificando viajes a futuros! os dejarán a los papis y se irán las dos juntas, ya veréis jeje
un abrazo!
Uy Vero ya veras que estas nos dejan en tierra a Nacho y a mi y se piran juntas a Perú o Filipinas!! que peligro tienen. Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
EliminarUna entrada preciosa, Vero. Esta nueva generación de viajeros viene pisando muy fuerte y estoy seguro de que todos ellos dejarán a sus padres bastante atrás. Seguro que de aquí a pocos años algunos de estos viajeros bajitos se encontrarán por ahí en los lugares más insospechados y compartirán experiencias.
ResponderEliminarMuchas gracias por contar con nosotros.
Un abrazo.
PD: Helia está muy guapa en la foto.
Ni que lo digas Florencio! nada mas hay que ver como Dani ya me ha despeinado en países visitados y seguro que experiencias, que el lleva mas tiempo viajando que yo (cumplimos los 10 años viajeros en 2015). Seguro que alguna vez se encontraran nuestros peques por el mundo. Un abrazo y gracias por contarnos las historias viajeras de David y Daniel
EliminarMuchas gracias por invitarnos a participar y estar al lado de esas familias viajeras y grandes blogueros, otra familia la de los bloggers últimamente también :)
ResponderEliminarUn abrazo y un besazo a Helia ;)
Gracias a ti por contarnos un poco de la historia viajera de tus grandes peques. Un abrazo!!
EliminarMi padre me hablo de tu blog y me gustaria apreder de ti. gracias, seguire leyendo
ResponderEliminarGracias a ti por comentar. Saludos
EliminarUna forma muy bonita de dar voz a los peques y presentar unos estupendos blogs de viajes con niños. Yo siempre me pregunto qué contarán, o qué recordaráncon los años mis tres peques de los viajes que hemos realizado.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias Daniel, pensé que era una buena idea conocer un poco mas a los pitufos que nos acompañan. Tu nenes seguro que tendrán miles de anécdotas viajeras y que en el futuro recordaran con mucho cariño el tiempo que pasaban juntos de viaje. Saludos y gracias por pasarte por aquí.
EliminarMil gracias por incluirnos en esta interesantísima lista de familias viajeras, de las que tenemos muchísimo que aprender, y que sin duda son una buena fuente de inspiración para viajar con niños por el mundo. Un placer aportar nuestra visión y anécdotas viajeras, bien capitaneados por Izaro, la peque de la casa, alrededor de la cual giran la mayoría de nuestros viajes ;-). Un abrazo familia!
ResponderEliminarGracias a vosotros por presentarnos a Izaro y su afición a las bicis :) Un abrazo
EliminarGracias Vero por acordarte de nosotros. Ha sido un verdadero placer colaborar en el artículo y aparecer junto a tan grandes familias viajeras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Gracias a ti por contarnos las historias de Raul y Alberto, dos fenómenos guaperas viajeros :)
EliminarA cuál más genial !!! ... algunos de ellos pensarán que sus padres están locos ... pero seguro que a la larga serán los mejores viajeros.
ResponderEliminarDesde luego Alfonso jejejeje aunque otros seguro que lo recordaran con cariño como se iban de viaje a las 5 de la mañana a sitios lejanos. Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
Eliminartres palabras: ME HA ENCANTADO
ResponderEliminarGracias por tus palabras Sergio. Un abrazo.
EliminarYo creo Veronica que hay que distinguir viajes con niños disfrutando todos y todas y viajes donde si vas con niños ni disfrutan ellos ni disfrutas tu. Es mi opinión de padre ya madurito.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Paco sin que sirva de precedente no estoy de acuerdo contigo. Si bien hay sitios que no son aptos para los peques, a mi la opción de dejarme a Helia en casa no me sirve mas que nada porque no disfrutaria del viaje, no concibo separarme de ella y menos disfrutar de un momento de ocio sin. El viaje queda postpuesto hasta que sea un lugar Helia-friendly :)
EliminarBueno quė alegrīa me dan las familias viajeras....afortunadamente puedo usaros como ejemplo cuando la gente me pone a sus niños como la causa por la que no viajan...anda ya!! Me matan!! Si me hubiese dado por tener churumbeles hubiesen estado moviditos, lo que hubiese dado yo de enana por esos curriculum que tienen los niños de esta entrada. Enhorabuena a Verónica por esta entrada y felicidades a las familias trotamundos :-)
ResponderEliminarMuchas gracias Pepa! Esta claro que no te vas a ir de trekking al Himalaya con ellos, pero que se puede llevar a todos lados creo que lo demuestran nuestros compis :) Un abrazote
EliminarMuchísimas gracias por incluirnos. Nos encanta estar en esta lista rodeados de niños viajeros y de papás que transmiten en sus blogs su pasión por viajar de forma honesta. Es un enorme placer y más para nosotros que no somos nada mediáticos y nunca aparecemos en nada ja ja ja. Muchas gracias de nuevo Verónica.
ResponderEliminarGracias a ti por dejarnos conocer a tus pequeños exploradores, por esos artículos tan útiles y cargados de entusiasmo que haces y por ser tan autentica! Me encantan tus consejos!!! Gracias a ti he descubierto una decena de cosas chulas para el botiquín de viajes!! Un abrazo
EliminarHola Vero, estos son sin duda los niños más viajeros de España!! actualizo el CV viajero de Luca: 6 años, 23 países en 4 continentes, gracias y saludos!
ResponderEliminarLuca es un pequeño gran viajero! Si algo tienen en común estos niños es que no hacen los típicos viajes sino que van a destinos inusuales para ellos. Un abrazo
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