Durmiendo en un Love Hotel en Corea

Un cambio de ruta de última hora unido a una reserva rápida del alojamiento fueron los principales motivos por los que acabamos un par de noches durmiendo en un love hotel en Corea. Pero …¿cómo son los hoteles del amor? ¿Qué tipo de habitaciones son esas que se alquilan por horas? ¿Quién duerme en un hotel para parejas?

QUE SON LOS LOVE HOTELS

Los Love Hotels son un tipo de hoteles para parejas que existen en Japón y en los que sus habitaciones se pueden alquilar por horas o para pasar la noche completa. Son utilizados para encuentros románticos entre jóvenes, amantes y un largo etcétera de usuarios. Con discretas entradas, se asegura durante todo el proceso del check in y check out la intimidad de los huéspedes. Hoy en día, se están convirtiendo en algo más que un hotel para hacer el amor, ya que también están siendo usados por calidad y precio, para despedidas de solteros, noches de fiestas y múltiples usos.

QUE HACEN PACOYVEROTRAVELS EN UN LOVE HOTEL

De esas veces que cuando realizas un itinerario tienes que cambiar la ruta por dificultades técnicas y eliges una opción de la que no sabes demasiado pero que te ayuda en la ruta… Pues eso nos paso a nosotros con el pueblo de Andong. Queríamos ir al Parque Nacional de Seoraksan, pero las dificultades en los traslados hicieron que desistiéramos y cambiáramos esos dos días para visitar el poblado rural de Hahoe, lugar declarado Patrimonio de la Humanidad.

Andong es un pequeño pueblo típico, que cuenta con mucha vida estudiantil gracias a las universidades próximas y donde la oferta hotelera es muy escasa. Mirando hoteles nos encontramos con el Goryeo Hotel, un tres estrellas que contaba con un buen precio y muy buenas reseñas sobre “limpieza”.

Se encuentra a menos de 5 minutos de la estación de trenes y muy próximo al centro de Andong, con esas características lo tuvimos claro y reservamos sin más miramientos.

Un par de días antes del viaje a Corea, repasando el itinerario y los hoteles creí leer en las reseñas de Trip Advisor unas palabras en inglés que me sonaban “love hotel” pero no le dí mayor importancia pensando que a lo mejor estaba equivocada en el significado o que simplemente, había sido un cliente descontento.

Llego el día en el cual descubriríamos esta pequeña joya de hotel. Tras llegar a la estación de trenes de Andong provenientes de la bulliciosa Seúl, caminamos con nuestras maletas al Hotel Goryeo. Con espartano diseño exterior entramos sin más…

Realizamos el registro en el pequeño mostrador de la entrada, todo era extremadamente normal…yo, inocente de mí, pregunté si servían desayunos y me indicaron que no disponían de restaurante.

En uno de esos flash iluminatorios que te dan de golpe donde pareces verlo todo claro, miré a Joan y le pregunté: niño ¿esto es un love hotel? Me sonrió y me dijo…”yo creo que sí, por si acaso no sacare la luz ultravioleta” Sin poder controlarlo, unas tremendas y sonoras carcajadas brotaron de los cuatro ante la situación que nos encontrábamos. Nuria se mantenía aun incrédula y decía: ¡no será verdad! ¿no?¿ A qué tipo de sitio me habéis traído?

Nos subimos al ascensor y llegamos a nuestra planta y ya, todas las dudas se despejaron: un oscuro pasillo levemente iluminado por los parpadeantes números en rojo de las habitaciones no dejaban lugar a dudas, eso era un hotel del amor donde las parejas se refugiaban en sus habitaciones para dar rienda suelta a sus pasiones.

Casi sin querer mirar, entramos en la habitación y respiramos aliviados…era normal!!! Una muy dura cama de matrimonio para nosotros y justo al lado, una cama pequeña para Helia en un habitáculo espacioso y tremendamente limpio, hicieron que el concepto de love hotel quedara alejado de esa imagen mental de lugar sombrío y sucio.

De diseño moderno y contando con una televisión de 50 pulgadas con multitud de canales de pago, la habitación tenia ademas una nevera con agua caliente y fría, un ordenador para ver videos online y unas amenidades muy peculiares.

Un estropajo, un ambientador, un cepillo del pelo multiuso, preservativos, gel lubricante exciter…todo eso ¿Cómo se combina? Sobre todo la cosa queda en que hace un estropajo con un ambientador en una habitación utilizada para temas pasionales.

Al ser una habitación Deluxe, el cuarto de baño disponía una bañera bastante grande y una palangana que rápidamente retiramos de la vista de Helia por si le daba por jugar con sus patos de goma en ella.

Evidentemente, aunque la situación hacía que no paráramos de reírnos, exploramos la habitación en busca de rastros biológicos (sí, hemos visto demasiados capítulos de CSI) o de otras pruebas incriminatorias que hicieran que cogiéramos las maletas y voláramos en busca de otro hotel más apto para familias viajeras. Pero este no era el caso, la habitación se encontraba pulcramente limpia y salvo por el oscuro pasillo y las dantescas amenidades, nadie podía decir que el lugar fuera un hotel destinado a encuentros amorosos.

La única pega que se le podía poner era la extrema dureza de las camas, recordándonos a las duras noches que pasamos en los futones japoneses, tras dos noches en ella, nuestros riñones decían que ni una más. No creo que hubiéramos podido pasar una nueva noche allí, aunque imaginamos que las camas no están pensadas precisamente para dormir en ellas.

Volviendo a las curiosidades de este lugar, aparte de la entrada principal, tenía dos accesos desde la calle al parking cuyas puertas estaban cubiertas parcialmente para que no se pudiera ver los coches aparcados en su interior y desde allí, se tenia un discreto acceso directo al hotel.

ESCENAS DE PELÍCULA

Una vez instalados bajamos a recepción para pedir el mapa de rigor de la zona y que nos informaran sobre algunos lugares que queríamos visitar. En ese momento nos encontramos con una escena curiosa. Mientras hablábamos con nuestro recepcionista, una joven chica salía rápidamente en dirección al parking mientras un señor bastante más mayor que ella que la acompañaba, le entregó su tarjeta de la habitación al recepcionista para hacer el check out. ¿Encuentros románticos en la tarde?¿profesor-alumna? Nunca lo sabremos, pero sin duda, el encuentro fortuito había concluido ya.

Al salir de nuestro amoroso hotel vivimos otra singular escena en la cual una chica que posiblemente ejercía la profesión más antigua del mundo, conversaba con 3 jóvenes y tras varios minutos, estos siguieron andando mientras ella regresaba a su esquina.

Siguiendo por las calles aledañas, restaurantes, supermercados e incluso un gran centro comercial inundaban de vida el pueblo de Andong.

Tras nuestra estancia en el love hotel una cosa nos quedó clara, hay que eliminar prejuicios ya que con diferencia, fue casi el mejor alojamiento que tuvimos durante todo nuestro viaje por Corea y siendo claro, el amor se hace en todos los hoteles del mundo ;)

Y tú ¿te alojarías en un hotel del amor?

¿Queréis conocer más sobre los Love hotels de Japón? Os dejo dos excepcionales artículos de grandes conocedores de la cultura nipona, Dokodemo Door Blog y Japonismo.

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