Con vistas privilegiadas a la costa catalana y enclavado en el Parque Natural del Montseny, la casa rural Can Perepoc es un refugio de paz y tranquilidad donde se puede disfrutar de maravillosas jornadas en el Montseny, contemplar rojizos atardeceres y celebrar estupendas Kiwiquedadas.
La Masía Can Perepoc es una casa acondicionada para el turismo rural ubicada en el Montseny. Cuenta con 6 habitaciones y tiene capacidad para 12 personas. Cocina, dos baños, wifi y mesa de ping pong incluida entre otros muchos más detalles. Actualmente sólo se puede acceder a la planta baja y a la primera planta (el edificio cuenta con 5 plantas). Una chimenea hace cálidas las noches de invierno y una piscina refresca los calurosos días en verano. Aunque sin duda, el mayor atractivo de este lugar es su ubicación y es que encontrarse rodeado de un entorno de naturaleza y al mismo tiempo poder disfrutar de vistas al mar, sólo es posible en esta señorial masía.
Indicaciones para llegar: Coged autopista Ap-70 y de ahí a la carretera C-35. Salida Sant Celoni.
Una vez en su centro ir en dirección a Santa Fe por la carretera Bv-5114.
En la rotonda se desvía a Campins y seguir en dirección a Santa Fe.
En el km 12,5 seguir en la curva a la derecha el desvió a Sant Cristofol de Fogars de Montclus, tras unos metros se encuentra ya el camino a Can Perepoc.
Fin de semana: 775 € / 14 personas o inferior, de viernes 19 h hasta domingo a las 19 h.
Semana: 1.550 € / 14 personas o inferior.
Fechas especiales: consultarlo con el dueño.
Para más información podéis contactar aquí
Con una localización muy cercana a Barcelona, Can Perepoc permite disfrutar de un estupendo fin de semana en el Parque Natural del Montseny. Con cielos despejados, el Mediterráneo brilla mostrando unas vistas insuperables que van desde Barcelona a Girona.
Cerca de la casa rural existen muchas posibilidades para hacer y ver en el Montseny. Desde paseos por pistas rodeados de naturaleza hasta suaves trekking que desembocan en coquetos lagos, sin contar con el añadido de disfrutar de las delicias gastronómicas propias de la zona.
Una vez he hablado de la casa diréis ¿Qué hacíais allí? Y es que la Casa rural Can Perepoc acogió la cuarta Kiwiquedada anual. Antes de explicar lo que es una Kiquiquedada explicaré que es la Kiwifamilia.
Hace ya 6 años que un grupo de viajeros encontraron un pequeño lugar donde intercambiar impresiones del lejano país llamado Nueva Zelanda. Meha, Casillo (autor de Localizaciones donde se rodó El Señor de los Anillos en Nueva Zelanda y uno de los mayores conocedores de la Tierra Media que existen), Delfines, Gurutze, Montaraz y Vecogu se hacían llamar en el ciberespacio. Esa relación se estrechó en el tiempo y decidieron quedar todos en un punto común eligiendo Madrid para esa primera Kiwiquedada.
Esa unión ha perdurado hasta estos días, ya no sólo hablamos de Nueva Zelanda sino de niños, crónicas desde Galápagos, auroras boreales, trekines interminables por el Nepal y maletas perdidas en la Patagonia.
Para que todos fuéramos anfitriones, decidimos que las Kiwiquedadas tendrían como escenario una ciudad diferente cada año y en 2014 tocaba ya Barcelona, hogar del tito Monti. Pero no siempre se pueden encajar las agendas y finalmente enero de 2015 fue la elegida para reunirnos de nuevo.
Una vez decidida la fecha tocaba ver donde nos acomodaríamos esos días, rápidamente Montaraz (tito Monti) ofreció su casa rural en el Montseny para el evento y realizó reserva en un restaurante local donde probar las delicias de la zona.
Con este magnífico plan nos pusimos rumbo junto con Meha (y Meho) tras nuestro encuentro en Barcelona, a la casita del tito Monti.
Al llegar no puede evitar exclamar: Cono Monti! Esto es una casa rural?
Ante mis ojos, una espectacular mansión borraba toda imagen que se puede tener sobre turismo rural. Cinco plantas, una piscina y mucha historia daban el pistoletazo de salida a una increíble Kiwiquedada.
Ya juntos todos y tras alegrarnos por vernos tras tanto tiempo, pusimos rumbo al restaurante donde nos esperaban unas deliciosas ensaladas con foie y las manitas de cerdo más calóricas de la historia. Entre risas y anécdotas dimos buena cuenta de las viandas locales.
Con las fuerzas repuestas partimos rumbo al Parque Natural del Montseny para realizar un poco de turismo rural con los niños y que disfrutaran explorando la zona con las escasas nieves que en la cima se encontraban.
Un pequeño paseo entre hojas secas y nieve y regresamos de nuevo a la Masía Can Perepoc para ver los rojizos tonos que el atardecer nos regalaba desde la espectacular terraza.
Reunidos en torno al fuego, nuestro anfitrión nos invitó a realizar una visita guiada por la parte no abierta al público de la casa. Cinco plantas dan para mucha visita, pero sin duda la habitación que más nos impresionó y más risas ocasionó fue la capilla. Antiguamente, una familia adinerada y muy católica vivía allí con su servicio.
Tras la visita nos esperó una cena muy catalana de pan con tumaca y una empanada gallega de pulpo que hizo que se nos volvieran los ojos de lo rica que estaba, regado con un delicioso vino Pata Negra.
Os presento a casi todos los miembros de la Kiwifamilia. De Izquierda a derecha: Monti (Javier), Casillo (Javier), Casillo wife (Alicia), Quique, Gurutze (Mari Cruz), Meho (José) Meha (María) y Paco. Faltaban los nenes acostados todos y nuestra querida amiga Delfines (a la próxima no puedes faltar!).
Historias y anécdotas viajeras inundaron los siguientes ratos. A las ya conocidas y transatlánticas crónicas de Monti por Galápagos, Nicaragua y Costa Rica, se le unió la aventura sudafricana de Gurutze y las maletas patagónicas por cortesía del señor Meho. Esta historia es tan grande, que vosotros mismos deberíais de leerla…una historia que va más allá de la ficción y que demuestra el buen corazón de las gentes humildes.
Un nuevo día amaneció y saliendo nuestro vuelo tan pronto procedimos a despedirnos de nuestra querida Kiwifamilia y partir hacia el aeropuerto acompañados de Meha y Meho.
La cuarta Kiwiquedada había terminado para nosotros dejándonos en la memoria el regalo de un día fantástico en la casa rural del tito Monti y un espectacular atardecer en el Montseny.
TURISMO RURAL EN MONTSENY: MASIA CAN PEREPOC
La Masía Can Perepoc es una casa acondicionada para el turismo rural ubicada en el Montseny. Cuenta con 6 habitaciones y tiene capacidad para 12 personas. Cocina, dos baños, wifi y mesa de ping pong incluida entre otros muchos más detalles. Actualmente sólo se puede acceder a la planta baja y a la primera planta (el edificio cuenta con 5 plantas). Una chimenea hace cálidas las noches de invierno y una piscina refresca los calurosos días en verano. Aunque sin duda, el mayor atractivo de este lugar es su ubicación y es que encontrarse rodeado de un entorno de naturaleza y al mismo tiempo poder disfrutar de vistas al mar, sólo es posible en esta señorial masía.
COMO LLEGAR A CAN PEREPOC
Indicaciones para llegar: Coged autopista Ap-70 y de ahí a la carretera C-35. Salida Sant Celoni.
Una vez en su centro ir en dirección a Santa Fe por la carretera Bv-5114.
En la rotonda se desvía a Campins y seguir en dirección a Santa Fe.
En el km 12,5 seguir en la curva a la derecha el desvió a Sant Cristofol de Fogars de Montclus, tras unos metros se encuentra ya el camino a Can Perepoc.
CUANTO CUESTA CAN PEREPOC
Fin de semana: 775 € / 14 personas o inferior, de viernes 19 h hasta domingo a las 19 h.
Semana: 1.550 € / 14 personas o inferior.
Fechas especiales: consultarlo con el dueño.
Para más información podéis contactar aquí
QUE VER EN EL MONTSENY
Con una localización muy cercana a Barcelona, Can Perepoc permite disfrutar de un estupendo fin de semana en el Parque Natural del Montseny. Con cielos despejados, el Mediterráneo brilla mostrando unas vistas insuperables que van desde Barcelona a Girona.
Cerca de la casa rural existen muchas posibilidades para hacer y ver en el Montseny. Desde paseos por pistas rodeados de naturaleza hasta suaves trekking que desembocan en coquetos lagos, sin contar con el añadido de disfrutar de las delicias gastronómicas propias de la zona.
CUARTA KIWIQUEDADA
Una vez he hablado de la casa diréis ¿Qué hacíais allí? Y es que la Casa rural Can Perepoc acogió la cuarta Kiwiquedada anual. Antes de explicar lo que es una Kiquiquedada explicaré que es la Kiwifamilia.
Hace ya 6 años que un grupo de viajeros encontraron un pequeño lugar donde intercambiar impresiones del lejano país llamado Nueva Zelanda. Meha, Casillo (autor de Localizaciones donde se rodó El Señor de los Anillos en Nueva Zelanda y uno de los mayores conocedores de la Tierra Media que existen), Delfines, Gurutze, Montaraz y Vecogu se hacían llamar en el ciberespacio. Esa relación se estrechó en el tiempo y decidieron quedar todos en un punto común eligiendo Madrid para esa primera Kiwiquedada.
Esa unión ha perdurado hasta estos días, ya no sólo hablamos de Nueva Zelanda sino de niños, crónicas desde Galápagos, auroras boreales, trekines interminables por el Nepal y maletas perdidas en la Patagonia.
Para que todos fuéramos anfitriones, decidimos que las Kiwiquedadas tendrían como escenario una ciudad diferente cada año y en 2014 tocaba ya Barcelona, hogar del tito Monti. Pero no siempre se pueden encajar las agendas y finalmente enero de 2015 fue la elegida para reunirnos de nuevo.
Una vez decidida la fecha tocaba ver donde nos acomodaríamos esos días, rápidamente Montaraz (tito Monti) ofreció su casa rural en el Montseny para el evento y realizó reserva en un restaurante local donde probar las delicias de la zona.
Con este magnífico plan nos pusimos rumbo junto con Meha (y Meho) tras nuestro encuentro en Barcelona, a la casita del tito Monti.
Al llegar no puede evitar exclamar: Cono Monti! Esto es una casa rural?
Ante mis ojos, una espectacular mansión borraba toda imagen que se puede tener sobre turismo rural. Cinco plantas, una piscina y mucha historia daban el pistoletazo de salida a una increíble Kiwiquedada.
Ya juntos todos y tras alegrarnos por vernos tras tanto tiempo, pusimos rumbo al restaurante donde nos esperaban unas deliciosas ensaladas con foie y las manitas de cerdo más calóricas de la historia. Entre risas y anécdotas dimos buena cuenta de las viandas locales.
Con las fuerzas repuestas partimos rumbo al Parque Natural del Montseny para realizar un poco de turismo rural con los niños y que disfrutaran explorando la zona con las escasas nieves que en la cima se encontraban.
Un pequeño paseo entre hojas secas y nieve y regresamos de nuevo a la Masía Can Perepoc para ver los rojizos tonos que el atardecer nos regalaba desde la espectacular terraza.
Reunidos en torno al fuego, nuestro anfitrión nos invitó a realizar una visita guiada por la parte no abierta al público de la casa. Cinco plantas dan para mucha visita, pero sin duda la habitación que más nos impresionó y más risas ocasionó fue la capilla. Antiguamente, una familia adinerada y muy católica vivía allí con su servicio.
Tras la visita nos esperó una cena muy catalana de pan con tumaca y una empanada gallega de pulpo que hizo que se nos volvieran los ojos de lo rica que estaba, regado con un delicioso vino Pata Negra.
Os presento a casi todos los miembros de la Kiwifamilia. De Izquierda a derecha: Monti (Javier), Casillo (Javier), Casillo wife (Alicia), Quique, Gurutze (Mari Cruz), Meho (José) Meha (María) y Paco. Faltaban los nenes acostados todos y nuestra querida amiga Delfines (a la próxima no puedes faltar!).
Historias y anécdotas viajeras inundaron los siguientes ratos. A las ya conocidas y transatlánticas crónicas de Monti por Galápagos, Nicaragua y Costa Rica, se le unió la aventura sudafricana de Gurutze y las maletas patagónicas por cortesía del señor Meho. Esta historia es tan grande, que vosotros mismos deberíais de leerla…una historia que va más allá de la ficción y que demuestra el buen corazón de las gentes humildes.
Un nuevo día amaneció y saliendo nuestro vuelo tan pronto procedimos a despedirnos de nuestra querida Kiwifamilia y partir hacia el aeropuerto acompañados de Meha y Meho.
La cuarta Kiwiquedada había terminado para nosotros dejándonos en la memoria el regalo de un día fantástico en la casa rural del tito Monti y un espectacular atardecer en el Montseny.
Que estupenda kedada y un lugar encantador! Yo también pertenezco a un grupo igual, creo que salidos de la misma casa (porque me suenan algunos de esos nicks que nombras), en mi caso conocidos hace 6 años compartiendo info sobre USA y que hoy son parte de mi vida en muchos aspectos más que los viajes. Olé por esas kedadas ciberviajeras!
ResponderEliminarQue bien Mapani! Pues me pareces que todos nos conocimos por esas fechas ;) di que si! Que vivan las kedadas viajeras! Un abrazo
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