Cuando planeas un viaje por Europa con niños muchos son los detalles que hay que tener en cuenta para evitar imprevistos. Si encima el viaje ya dura 39 días, armarlo es una odisea propia de auténticos gladiadores viajeros testados en múltiples viajes. Hace dos años que mi amigo David me contó su proyecto viajero por Europa en coche con sus dos niñas pequeñas. Una ruta abierta a experiencias con mucho tiempo para disfrutar en familia. Aquí nos cuenta el resultado de tan grandiosa andadura.
David aparte de un padrazo, es un gran enfermero y viajero sin fronteras. Hace años no lo dudó y marchó a Italia en busca de un mejor horizonte laboral. Tras el nacimiento de su última princesa se fijo una increíble meta: recorrer parte de Europa en coche acompañado de su familia. Estuvo meses planeando los detalles y obtuvo como resultado la mejor recompensa posible: experiencias maravillosas que desembocaron en la felicidad de todos los miembros de la familia. He aquí su relato de este viaje por Europa:
Decidir emprender un viaje por Europa con dos niñas durante casi cuarenta días no sé si es una osadía, como muchos nos decían antes de iniciarlo, pero sin duda es una aventura sin igual. Para que no se convirtiera en una locura o en un periplo arriesgado, tuve que llevarlo todo previsto, muy bien preparado. Al igual que con niños no hay que plantearse horarios, ya que son imprevisibles, tampoco hay que dejar hueco al riesgo, aunque sí a la improvisación. Muchas veces, aunque crees saberlo todo de tus hijos, no dejan de sorprenderte en determinadas circunstancias, su comportamiento es un reflejo del tuyo. Si tienes todo más o menos planeado, con los riesgos previstos y cubiertos, tú estarás tranquilo, viajarás más relajado y los niños imitarán tu conducta, se comportarán mejor seguro que si te ven nervioso por no saber cómo afrontar alguna contingencia imprevista.
Yo pronostiqué muchos de los problemas que nos podían sorprender, incluso los más indeseados, tales como enfermedades, robos, accidentes… para ello lo primero que hice fue solicitar tarjeta sanitaria europea y busque un buen seguro de viaje (leyendo bien todas las coberturas).
Viajando en coche por Europa, solicite la carta verde del seguro (con validez en todo el territorio europeo), todos los teléfonos del seguro en el extranjero, dos juegos de llaves del coche que nunca llevó la misma persona y que no guardábamos en un mismo sitio.
Para evitar tentaciones en los amigos de lo ajeno, conviene no dejar visible nada en el coche, llevábamos siempre los objetos de valor encima o los dejábamos en el hotel. En un bolsillo secreto guardábamos las tarjetas, dinero en metálico y documentación importante. Íbamos con dos tarjetas de crédito (algo muy recomendable), que al igual que las llaves, guardábamos siempre separadas.
David aparte de un padrazo, es un gran enfermero y viajero sin fronteras. Hace años no lo dudó y marchó a Italia en busca de un mejor horizonte laboral. Tras el nacimiento de su última princesa se fijo una increíble meta: recorrer parte de Europa en coche acompañado de su familia. Estuvo meses planeando los detalles y obtuvo como resultado la mejor recompensa posible: experiencias maravillosas que desembocaron en la felicidad de todos los miembros de la familia. He aquí su relato de este viaje por Europa:
VIAJE POR EUROPA CON NIÑOS, UNA AVENTURA DE 39 DÍAS
Decidir emprender un viaje por Europa con dos niñas durante casi cuarenta días no sé si es una osadía, como muchos nos decían antes de iniciarlo, pero sin duda es una aventura sin igual. Para que no se convirtiera en una locura o en un periplo arriesgado, tuve que llevarlo todo previsto, muy bien preparado. Al igual que con niños no hay que plantearse horarios, ya que son imprevisibles, tampoco hay que dejar hueco al riesgo, aunque sí a la improvisación. Muchas veces, aunque crees saberlo todo de tus hijos, no dejan de sorprenderte en determinadas circunstancias, su comportamiento es un reflejo del tuyo. Si tienes todo más o menos planeado, con los riesgos previstos y cubiertos, tú estarás tranquilo, viajarás más relajado y los niños imitarán tu conducta, se comportarán mejor seguro que si te ven nervioso por no saber cómo afrontar alguna contingencia imprevista.
PREPARATIVOS DEL VIAJE POR EUROPA CON NIÑOS
Yo pronostiqué muchos de los problemas que nos podían sorprender, incluso los más indeseados, tales como enfermedades, robos, accidentes… para ello lo primero que hice fue solicitar tarjeta sanitaria europea y busque un buen seguro de viaje (leyendo bien todas las coberturas).
Viajando en coche por Europa, solicite la carta verde del seguro (con validez en todo el territorio europeo), todos los teléfonos del seguro en el extranjero, dos juegos de llaves del coche que nunca llevó la misma persona y que no guardábamos en un mismo sitio.
Para evitar tentaciones en los amigos de lo ajeno, conviene no dejar visible nada en el coche, llevábamos siempre los objetos de valor encima o los dejábamos en el hotel. En un bolsillo secreto guardábamos las tarjetas, dinero en metálico y documentación importante. Íbamos con dos tarjetas de crédito (algo muy recomendable), que al igual que las llaves, guardábamos siempre separadas.
Para nuestra seguridad, siempre distribuíamos las cosas de valor para que, en el caso de que nos atracaran, siempre nos quedara un as en la manga (no llevar todo el dinero junto, todas las tarjetas juntas, llevar fotocopia de documentos tales como DNI, tarjetas sanitarias, números de teléfono importantes), incluso yo llevaba toda esa documentación escaneada en el correo electrónico para acceder a ella desde cualquier parte en caso que me dejaran sin nada.
En el Ministerio de Asuntos Exteriores se puede recabar mucha información muy útil para viajar al extranjero, teléfonos y direcciones de embajadas y consulados españoles en los países a los que vas de turismo, incluso puedes utilizar el registro del viajero.
El registro del viajero consiste en una herramienta para localizar o contactar con los españoles en el extranjero en caso de emergencia grave. Para ampliar información podéis consultar la web de Asuntos Exteriores Registro del Viajero.
En cuanto a los utensilios que en mi caso me procuré contaba con un GPS (con mapas europeos y radares), un diccionario multilingüe, un teléfono con determinadas aplicaciones muy útiles sin necesidad de datos (una muy buena es Mapswithme, se descargan los mapas de determinada zona cuando tienes conexión wifi y luego se pueden usar sin necesidad de datos móviles, tan caros fuera de España), un buen botiquín incluyendo antibióticos tan difíciles de conseguir en Europa y que te pueden sacar de un apuro con los niños, ropa de abrigo (aunque viajes en verano), nunca se sabe.
De ropa hay que llevar lo imprescindible + 1, sin pasarse, hay que calcular que cada cierto tiempo en el viaje es necesario visitar una lavandería o acudir al servicio de lavandería de los hoteles a los que vayamos. También conviene hacer una buena clasificación de la ropa, nuestro maletero era un vestidor móvil, conviene llevar mochilas pequeñas para moverte con el cambio de ropa del día y no estar transportando todas las maletas cada noche.
Algo que también nos fue muy útil es el dvd portátil para el coche, ya que algunos trayectos se prolongaban impertinentemente, causando un brote de aburrimiento en las niñas que no se hubiera podido dominar de no haber sido por la carga de películas y música que recopilé antes de salir.
A la hora de organizar el viaje en general lo realice por partes, decidí los sitios que quería visitar, los kilómetros que eso suponía y el tiempo del que disponía. Entonces fui estructurando el viaje en pequeñas etapas que no me ocuparan todo el día en el coche, salvo algunos desplazamientos en que era inevitable pasarse casi todo el día en carretera (como por ejemplo la etapa de Bedford a París con viaje en barco incluido), y tras estas etapas grandes planificaba un día posterior sin coche al menos. Aunque el viaje se disfruta no sólo en el destino, sino también durante el transcurso, no siempre es fácil explicárselo a unas niñas de seis y dos años, por lo que era imprescindible, no abusar de las horas dentro del auto.
El sentido del viaje era, sin duda, disfrutarlo todos, por lo que me orienté sobre todo a los gustos de las niñas, si ellas disfrutaban nosotros disfrutaríamos, si ellas se aburrían, nosotros desesperaríamos.
Decidí buscar en los destinos elegidos siempre alguna actividad para niños, ya fuera un museo, al aire libre, un viaje en bicicleta por la ciudad o incluso en tren turístico (cacharro donde nunca me hubiera imaginado subir).
Una vez que tenía todo previsto y preparado empecé a reservar los alojamientos, pero sólo reservé las primeras cinco noches: la noche en Valencia, el viaje en barco a Civitavecchia y tres noches en Roma, a partir de ahí decidiríamos sobre la marcha. Si nos gustaba algún lugar más de lo previsto pasaríamos alguna noche más, si no nos convencía o el tiempo lo impedía, partiríamos antes hacia el próximo destino, y si alguna contingencia nos abordaba, daríamos media vuelta y para casa, sin necesidad de cancelar nada.
Las reservas las hacía el día anterior o como mucho dos días antes, y a pesar de ser pleno verano, no tuvimos ningún problema en encontrar siempre algún jergón donde dejar caer nuestros cansados huesos y nuestras soñadoras almas.
La aplicación móvil que me fue realmente útil para ir reservando sobre la marcha fue Booking, incluso he de decir que en un hotel francés tuve un malentendido y ellos salieron en mi defensa sin ningún problema.
Las características de los hoteles imprescindibles para mi eran que tuviera parking (no podía dejar el coche cargado de cosas en cualquier calle), que tuviera wifi (fundamental para estar en contacto con la familia y para buscar el hotel del día siguiente en internet, incluso para ir escribiendo el blog y colgando las fotos que iban viendo familiares y amigos), que tuviera lavandería en algunos casos, que incluyera el desayuno (a veces se hace muy difícil arrancar de entre las sábanas a dos niñas pequeñas y conviene tener cerca la primera comida del día, para no perder mucho tiempo) y que la situación del hotel fuera lo más cómoda posible.
En un viaje así se debe economizar el tiempo, es vital, porque viajando con niñas no se puede tampoco ir corriendo, entonces merece la pena ahorrar tiempo en cosas que puedes controlar.
Teniendo todo esto más o menos previsto sólo queda desenfundar tu espíritu aventurero, relajarte y gozar de cada minuto del viaje y disfrutar y reír mucho junto a tu familia, espantando lejos de ti el poso amargo de la rutina e intentando no pensar en ningún momento en la vuelta, que aunque parezca que nunca va a llegar, llega y es entonces cuando comienzas a pensar en tu próximo viaje…
Día 1: Málaga – Valencia
Día 2: Barcelona
Día 3: Ferry Barcelona – Citavecchia
Día 4 y 5: Roma
Día 6 y 7: Toscana, Stia y Arezzo
Día 8: Parco di Pinocchio, Deiva Marina y Cinque Terre
Día 9: Le Cinque Terre
Día 10: Como, Italia
Día 11: Interlaken, Suiza
Día 12 y 13: Meiringen,Hofstetten bei Brienz, Interlaken
Día 14: Stein am rhein, Suiza
Día 15: Constanza – Füssen, Castillo de Neuschwanstein
Día 16 y 17: Gutach y Triberg (Selva Negra)
Día 18: Todtnau, Titisee
Día 19: Mainz
Día 20 y 21: Ruta Romántica del Rhin y Colonia
Día 22 y 23: Gante y Brujas
Día 24: Bedford
Día 25: Woburn deer Park
Día 26: Mead Open Farm, Bedforshire
Día 27 y 28: Bedford
Día 29 y 30: Disneyland
Día 31: Paris, Saint Malo
Día 32: Le Mont Saint Michele y Dinard
Día 33: Valle del Loira
Día 34: Chateau de Chambord y Blois
Día 35: Burdeos
Día 36: San Sebastián
Día 37 y 38: Madrid
Día 39: Málaga
Aunque Eurodisney pueda parecer la experiencia con mayúscula para las dos pequeñas durante este recorrido por Europa de 39 días, hubo muchas otras actividades que realizaron durante su viaje que les encantaron. Paseos en bici por Brujas, recorridos por las montañas suizas con paisajes de inigualable belleza, granjas donde poder dar de comer a cabras y castillos de ensueño fueron algunos de los alicientes con los que se encontraron las exploradoras.
Y hasta aquí la aventura de David y sus chicas recorriendo Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Francia en 39 días.
Muchas gracias David por contarnos esta maravillosa andadura viajera, yo pongo las cervezas para la barbacoa ;)
En el Ministerio de Asuntos Exteriores se puede recabar mucha información muy útil para viajar al extranjero, teléfonos y direcciones de embajadas y consulados españoles en los países a los que vas de turismo, incluso puedes utilizar el registro del viajero.
El registro del viajero consiste en una herramienta para localizar o contactar con los españoles en el extranjero en caso de emergencia grave. Para ampliar información podéis consultar la web de Asuntos Exteriores Registro del Viajero.
En cuanto a los utensilios que en mi caso me procuré contaba con un GPS (con mapas europeos y radares), un diccionario multilingüe, un teléfono con determinadas aplicaciones muy útiles sin necesidad de datos (una muy buena es Mapswithme, se descargan los mapas de determinada zona cuando tienes conexión wifi y luego se pueden usar sin necesidad de datos móviles, tan caros fuera de España), un buen botiquín incluyendo antibióticos tan difíciles de conseguir en Europa y que te pueden sacar de un apuro con los niños, ropa de abrigo (aunque viajes en verano), nunca se sabe.
De ropa hay que llevar lo imprescindible + 1, sin pasarse, hay que calcular que cada cierto tiempo en el viaje es necesario visitar una lavandería o acudir al servicio de lavandería de los hoteles a los que vayamos. También conviene hacer una buena clasificación de la ropa, nuestro maletero era un vestidor móvil, conviene llevar mochilas pequeñas para moverte con el cambio de ropa del día y no estar transportando todas las maletas cada noche.
Algo que también nos fue muy útil es el dvd portátil para el coche, ya que algunos trayectos se prolongaban impertinentemente, causando un brote de aburrimiento en las niñas que no se hubiera podido dominar de no haber sido por la carga de películas y música que recopilé antes de salir.
ORGANIZACIÓN DEL VIAJE POR EUROPA CON NIÑOS
A la hora de organizar el viaje en general lo realice por partes, decidí los sitios que quería visitar, los kilómetros que eso suponía y el tiempo del que disponía. Entonces fui estructurando el viaje en pequeñas etapas que no me ocuparan todo el día en el coche, salvo algunos desplazamientos en que era inevitable pasarse casi todo el día en carretera (como por ejemplo la etapa de Bedford a París con viaje en barco incluido), y tras estas etapas grandes planificaba un día posterior sin coche al menos. Aunque el viaje se disfruta no sólo en el destino, sino también durante el transcurso, no siempre es fácil explicárselo a unas niñas de seis y dos años, por lo que era imprescindible, no abusar de las horas dentro del auto.
El sentido del viaje era, sin duda, disfrutarlo todos, por lo que me orienté sobre todo a los gustos de las niñas, si ellas disfrutaban nosotros disfrutaríamos, si ellas se aburrían, nosotros desesperaríamos.
Decidí buscar en los destinos elegidos siempre alguna actividad para niños, ya fuera un museo, al aire libre, un viaje en bicicleta por la ciudad o incluso en tren turístico (cacharro donde nunca me hubiera imaginado subir).
Una vez que tenía todo previsto y preparado empecé a reservar los alojamientos, pero sólo reservé las primeras cinco noches: la noche en Valencia, el viaje en barco a Civitavecchia y tres noches en Roma, a partir de ahí decidiríamos sobre la marcha. Si nos gustaba algún lugar más de lo previsto pasaríamos alguna noche más, si no nos convencía o el tiempo lo impedía, partiríamos antes hacia el próximo destino, y si alguna contingencia nos abordaba, daríamos media vuelta y para casa, sin necesidad de cancelar nada.
Las reservas las hacía el día anterior o como mucho dos días antes, y a pesar de ser pleno verano, no tuvimos ningún problema en encontrar siempre algún jergón donde dejar caer nuestros cansados huesos y nuestras soñadoras almas.
La aplicación móvil que me fue realmente útil para ir reservando sobre la marcha fue Booking, incluso he de decir que en un hotel francés tuve un malentendido y ellos salieron en mi defensa sin ningún problema.
Las características de los hoteles imprescindibles para mi eran que tuviera parking (no podía dejar el coche cargado de cosas en cualquier calle), que tuviera wifi (fundamental para estar en contacto con la familia y para buscar el hotel del día siguiente en internet, incluso para ir escribiendo el blog y colgando las fotos que iban viendo familiares y amigos), que tuviera lavandería en algunos casos, que incluyera el desayuno (a veces se hace muy difícil arrancar de entre las sábanas a dos niñas pequeñas y conviene tener cerca la primera comida del día, para no perder mucho tiempo) y que la situación del hotel fuera lo más cómoda posible.
En un viaje así se debe economizar el tiempo, es vital, porque viajando con niñas no se puede tampoco ir corriendo, entonces merece la pena ahorrar tiempo en cosas que puedes controlar.
Teniendo todo esto más o menos previsto sólo queda desenfundar tu espíritu aventurero, relajarte y gozar de cada minuto del viaje y disfrutar y reír mucho junto a tu familia, espantando lejos de ti el poso amargo de la rutina e intentando no pensar en ningún momento en la vuelta, que aunque parezca que nunca va a llegar, llega y es entonces cuando comienzas a pensar en tu próximo viaje…
RUTA POR EUROPA EN 39 DÍAS
Día 1: Málaga – Valencia
Día 2: Barcelona
Día 3: Ferry Barcelona – Citavecchia
Día 4 y 5: Roma
Día 6 y 7: Toscana, Stia y Arezzo
Día 8: Parco di Pinocchio, Deiva Marina y Cinque Terre
Día 9: Le Cinque Terre
Día 10: Como, Italia
Día 11: Interlaken, Suiza
Día 12 y 13: Meiringen,Hofstetten bei Brienz, Interlaken
Día 14: Stein am rhein, Suiza
Día 15: Constanza – Füssen, Castillo de Neuschwanstein
Día 16 y 17: Gutach y Triberg (Selva Negra)
Día 18: Todtnau, Titisee
Día 19: Mainz
Día 20 y 21: Ruta Romántica del Rhin y Colonia
Día 22 y 23: Gante y Brujas
Día 24: Bedford
Día 25: Woburn deer Park
Día 26: Mead Open Farm, Bedforshire
Día 27 y 28: Bedford
Día 29 y 30: Disneyland
Día 31: Paris, Saint Malo
Día 32: Le Mont Saint Michele y Dinard
Día 33: Valle del Loira
Día 34: Chateau de Chambord y Blois
Día 35: Burdeos
Día 36: San Sebastián
Día 37 y 38: Madrid
Día 39: Málaga
ACTIVIDADES PARA NIÑOS EN EUROPA
Aunque Eurodisney pueda parecer la experiencia con mayúscula para las dos pequeñas durante este recorrido por Europa de 39 días, hubo muchas otras actividades que realizaron durante su viaje que les encantaron. Paseos en bici por Brujas, recorridos por las montañas suizas con paisajes de inigualable belleza, granjas donde poder dar de comer a cabras y castillos de ensueño fueron algunos de los alicientes con los que se encontraron las exploradoras.
Y hasta aquí la aventura de David y sus chicas recorriendo Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Francia en 39 días.
Muchas gracias David por contarnos esta maravillosa andadura viajera, yo pongo las cervezas para la barbacoa ;)
Uauuuuu me ha encantado.voy a leerlo enterito ;)
ResponderEliminarFue una pedazo de aventura y la organizacion previa e insitu impecable. David es un fenomeno!
EliminarSaludos Irene
Hola. Me sabrias decir aprox el coste del viaje? Gasolina hoteles restaurantes....etc etc????
ResponderEliminarHola! Siento no poder ayudarte ya que este viaje lo realizo un amigo. Saludos
Eliminargreat post
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