Mercado Izmailovo: el mejor lugar para comprar matrioskas en Moscú

Ya íbamos advertidos del desorbitado precio que llegan a alcanzar los souvenires en Rusia. Por suerte, seguimos las recomendaciones de otros viajeros que nos aconsejaron hacer las compras de artesanía y adquirir la famosa muñeca matrioska en el Mercado de Izmailovo. Un lugar que aunque se encuentra lejos de los recorridos turísticos habituales, fue el mejor que encontramos en todo el viaje para hacernos con esos preciados recuerdos al mejor precio disponible. Os dejamos información de nuestra visita al Mercado de Izmailovo y los precios a los que adquirimos las diferentes matrioskas que compramos.

Y es que este lugar fue el más económico junto con la tienda de souvenires del Museo de la Gran Madre Patria. Durante el resto del viaje, los precios que estuvimos viendo de los mismos productos se llegaban a multiplicar por 4, por lo que ya sabéis, si tenéis la ocasión de ir a visitar Izmailovo, hacer todas las compras en él.

HORARIOS Y DÍAS DE FUNCIONAMIENTO

De 10 a 16 horas. Los días con más movimiento y puestos abiertos son los fines de semana.

COMO LLEGAR

Al encontrarse en las afueras de la zona turística de Moscú, lo mejor y más rápido es utilizar el maravilloso metro.

Línea de Metro 3 (color azul) en dirección a SHCHELKOVSKAYA.

Parada PARTIZANSKAYA (Партизанская)

NUESTRA VISITA AL MERCADO DE IZMAILOVO

El primer día de nuestro viaje coincidía en domingo, por lo que decidimos hacerle una visita a primera hora de la mañana al Mercado de Izmailovo, el mejor lugar para comprar artesanías rusas y las famosas muñecas de madera llamadas Matrioskas.

Siguiendo las indicaciones de Comete el Mundo y Persiguiendo tus sueños, cogimos el metro en dirección a Partinzanskaya. Sin estar incluida dentro de las famosas estaciones de metro imprescindibles de visitar, nos impresionó la singular belleza de esta estación, en parte porque era el primer día del viaje y absorbíamos como esponjas cada detalle nuevo y en parte porque la grandiosa estatua de unos trabajadores presidiendo la estación nos pareció una maravilla.

Al salir de la estación y llegar a la calle tuvimos un momento de pérdida momentánea y aunque llevábamos un mapa de la ubicación del Mercado de Izmailovo, no conseguíamos saber hacia dónde teníamos que dirigirnos. Por suerte, cerca nuestra se encontraba un policía al que le preguntamos y amablemente nos indicó que siguiéramos en línea recta.

A tan solo 5 minutos de la estación y tras dejar a la derecha un centro comercial, llegamos a la entrada del mercado, un edificio blanco con múltiples torres llenas de color por lo que no os preocupéis que no tiene pérdida encontrarlo!

Aunque habíamos leído que era necesario pagar una entrada, no encontramos en esa puerta a nadie cobrándola, por lo que pasamos directos.

Al llegar a primera hora de la mañana, el lugar se encontraba casi vacío de visitantes y muchos puestos aún sin montar. Fuimos recorriendo las calles y deteniéndonos ante la visión de alguna Matrioska que nos robara el corazón.

En algunos puestos el precio estaba marcado y en los que no, tras decírnoslo, no admitieron nunca el regateo.

También nos dimos cuenta que el precio de las Matrioskas variaba en función de las unidades que contuvieran y del diseño exterior. Compramos dos de tamaño mediano de 5 piezas, una por 550 rublos y otra más elaborada por 600. También le compramos a Helia una pequeña de 3 piezas por 100 rublos.

Paco estuvo mirando algunos gorros rusos que costaban alrededor de 400 rublos cada uno aunque no se animó a llevarse ninguno. Yo me compré un par de pasadores para el pelo de madera decorados por 100 la unidad.

Tras las compras de rigor, seguimos caminando por las diferentes calles en las que nos íbamos encontrando cerámica, recuerdos de la antigua URSS y un puesto de armas.

Unos diseños de bolsos y telas nos resultaron conocidos. Mientras hablábamos entre nosotros el señor que estaba en el puesto nos saludó. Era de Perú y llevaba ya 8 años trabajando en Moscú. Importaba telas y otros productos de artesanía desde su tierra y estuvimos conversando un poco sobre la dura vida en el frío invierno moscovita.

En la primera planta del mercado nos encontramos con una ausencia total de souvenires y artesanía que habían dejado paso a un mercado local donde todo tipo de productos reciclados eran puestos a la venta por sus dueños junto con productos frescos. Allí encontramos un baño donde parar un momento.

Detrás, un pequeño parque dejaba cabida a la zona más artística, donde pintores exponían sus cuadros entre los árboles. Por último cruzamos un puente que nos dió paso al Kremlin de Izmailovo, un lugar lleno de museos y salones de boda.

Dimos por finalizada nuestra excursión al mercado y fuimos en busca de algún lugar donde almorzar. Allí dentro existe una pequeña zona de restauración, pero con el tiempo amenazando lluvia no nos pareció una buena idea comer al aire libre.

Fuimos desandando nuestros pasos y nos paramos en el centro comercial que habíamos visto al llegar. Allí en la última planta probamos un poco de comida local en uno de los puestos.

Si buscáis el mejor lugar de Moscú para hacer vuestras compras de artesanía y haceros con una preciosa Matrioska a precios irresistibles, no dejéis de visitar el mercado de Izmailovo donde por unos pocos rublos, os traeréis el recuerdo estrella de Rusia.