El Torcal de Antequera es un bello paisaje Kárstico ubicado entre los pueblos de Antequera y de Villanueva de la Concepción. Está formado por piedras calizas que debido a la erosión desigual de sus estratos, muestran peculiares formas que se pueden observar en las diferentes rutas existentes. Recorrer el Torcal de Antequera por cualquiera de ellas no sólo os regalará un plácido contacto con la naturaleza, sino una clase magistral de geología donde disfrutaréis con los caprichosos diseños tallados por la madre naturaleza.
Se encuentra ubicado entre los pueblos de Antequera y Villanueva de la Concepción, carretera A-7075, km 42. El centro de Visitantes Torcal Alto, tiene un observatorio astronómico, aseos, tienda, restaurante y un pequeño museo. Cuenta con dos aparcamientos, uno junto al centro de visitantes y otro en la entrada del parque a 3,75kms. Cuando se acaban las plazas en el aparcamiento superior que se encuentra en el centro de visitantes, se corta la carretera y los senderistas se ven obligados a aparcar en el que se encuentra a la entrada. Existe un servicio de traslado en forma de minibús de un punto a otro que cuesta 1,5 euros ida y vuelta. Muchos visitantes deciden subir por sus propias piernas lo cual consideramos un tremendo ERROR. Vimos a muchos de estos valientes llegar sin aliento y no tener fuerzas para comenzar la caminata por el Torcal de Antequera.
Del 1 de Octubre al 30 de Marzo de 10.00hr a 17.00h
Del 1 de Abril al 30 de Septiembre de 10.00hr a 19.00h
Es gratuito
El paisaje kárstico del Torcal de Antequera tiene su origen en el período Jurásico. Esa zona formaba parte del fondo marino en el cual se fueron depositando durante millones de años sedimentos de diferentes orígenes estratificados por capas.
En la era Cerozoica se produjo el levantamiento de toda la zona dejando los sedimentos calizos al descubierto y exponiéndolos a las inclemencias climatológicas. Los agentes climáticos como el viento, la lluvia y el sol hicieron su labor de tallado y modelación en el Torcal de Antequera. Al estar formados por diferentes clases de sedimentos, cada uno con una dureza y resistencia diferente, se moldearon las extrañas siluetas y peculiares trazos en la piedra caliza que han llegado a nuestros días.
El Torcal de Antequera tiene 3 senderos públicos “señalizados” (o eso opinan ellos).
Ruta Naranja o de acceso: que es el tramo que separa los dos aparcamientos y es de 3,75 kms.
Ruta Amarilla: De 3km de extensión por el Torcal Alto con tramos estrechos, húmedos y ricos de vegetación.
Ruta Verde: La ruta verde es una ruta circular de 1,5km que en realidad es una versión acortada y más fácil de la ruta amarilla como podéis ver en el mapa.
Existen otras rutas guiadas y no señalizadas que se pueden reservar a través de la web
Ruta de los Ammonites
La ruta dura 2 horas y media y se realiza con guía y en una zona de acceso restringido.
Marzo, Abril, Mayo, Septiembre y Octubre inicio a las 11 en el Centro de Visitantes y finalización a las 13:30 horas.
Julio, Agosto y los viernes y sábados de 19 a 21 horas.
Precio: 8 euros
Niños mayores de 12 años: 6,5 euros
Niños menores de 12 años gratuitos
No está permitido realizar esta ruta a los menores de 8 años.
También encontraréis “Senderismo con tu mascota”, “Ruta por el laberinto Kárstico”, “Ruta de las cuevas”…. Más información de todas aquí.
En el cuál no sólo se puede pedir información de las rutas sino que se puede comprar algún elemento que te falte o que te hayas olvidado para realizar senderismo como gorro, guantes, fundas para las botas, palos... También cuenta con un pequeño museo donde te explican la formación del Torcal así como el hábitat en el que se integra de flora y fauna. Es muy interactivo e ideal para los niños donde podrán darle a botones y oler a que huele el Torcal: Romero, Menta y Salvia.
Al encontrarse el Torcal a 1200 metros de altura y sin ningún núcleo urbano cerca que produzca contaminación lumínica, es un lugar ideal para la visualización del espacio. Tiene actividades para el público durante todo el año.
Muy recomendable por precio y calidad donde se puede degustar la gastronomía de la zona. Nada mejor después de una caminata que disfrutar de un plato de los montes (lomo frito, patatas, huevos fritos, chorizo y pimientos) o de la famosa porra antequerana (de lujo!).
Primero tendréis que valorar si vuestro hijo va a ser capaz de subir o bajar empinadas cuestas brincando cuál cabra montesa. Aunque en el centro de visitantes os digan que es posible que los niños de 4 años realicen la ruta verde pensar si vuestro hijo será capaz. Al igual que si tenéis problemas en las rodillas o movilidad algo reducida, tener en cuenta que no podréis hacer la ruta. Hay que subir mucho y bajar más. Existen tramos muy estrechos en los que tendréis que llevar el niño en brazos mientras bajáis/subís…en fin que si Helia no fuera tan aventurera, nos hubiéramos vuelto al segundo metro de escalada porque la verdad es que si nosotros teníamos miedo de resbalarnos, con la peque se multiplicaba por dos.
Palos de Trekking: para las subidas y las bajadas son fantásticos, sobre todo si encontráis el terreno embarrado y con charcos de agua. Yo los eché mucho de menos.
Calzado adecuado: los tenis new balance preciosos que tenéis en el armario no os servirán para la caminata en el Torcal. Unas botas de montaña que tengan un buen revestimiento, que cubran los tobillos y que sean waterproof serán las adecuadas.
Llevar ropa por capas y sobre todo un corta vientos. A 1200 metros de altura cuando hace frío…te quedas congelado por lo que es recomendable llevar ropa por capas y un chubasquero que te proteja algo ante una lluvia inesperada, ya que durante las rutas de senderismos por el Torcal, no encontrarás ni un solo lado donde resguardarte.
Agua y barritas energéticas: Si sois como nosotros que somos capaces de convertir rutas “fáciles” de 45 minutos en rutas de casi dos horas, llevar agua, una pequeña bolsa de cereales o unas barritas energéticas os darán fuerzas a mitad de camino para poder terminar el recorrido “easy”.
Protector solar y gorra: Nosotros hemos ido en febrero y hay que reconocer que a las 12 de la mañana, en un día despejado, el sol “pegaba” y al igual que con la lluvia no encuentras ningún sitio donde resguardarte.
Hace más de una década, nuestra visita al Torcal de Antequera se vió frustrada por una intensísima neblina que la cubría en su totalidad haciendo imposible hacer ninguna ruta. Desafiando a la suerte fuimos a primera hora de la mañana hacia nuestro destino. El sol aparecía perezoso entre las nubes derritiendo la escarcha condensada sobre la hierba durante la noche.
Llegamos al centro de visitantes sobre las 10 de la mañana y solo encontramos libres a esa hora un par de plazas de aparcamiento. Al bajar del coche, el gélido aire de la mañana nos dió una bofetada de realidad y nos hizo correr raudos y veloces a solicitar información.
Una vez dentro le preguntamos a la chica por una ruta apta para realizar con una niña de 4 años y nos recomendó la verde, la cual se tarda unos 45 minutos en condiciones estandar pero debido a las intensas lluvias de días anteriores que habían formados charcos y mucho barro, tardaríamos una hora y 15 minutos más o menos.
Antes de comenzar hicimos una rápida visita al museo del Torcal que se encuentra en el mismo centro de visitantes. En este museo se muestra de una manera muy divertida e interactiva la evolución geológica así como la flora y la fauna autóctona que habita en el Torcal. A Helia le hicieron especial gracia unas mangueras donde se podía oler hierbas aromáticas como Menta y Romero. La visita finaliza en la tienda donde puedes comprar algún souvenir o un gorro para cubrirte la cabeza.
Nuestra siguiente parada fue en el cercano mirador de Las Ventanillas, desde el cuál se tiene un palco de honor a toda la sierra.
A por todas…
Y llego el momento de comenzar la ruta verde. Tanto esta como la amarilla tienen el comienzo en la zona final del aparcamiento del centro de visitantes y hacia allí nos encaminamos.
Nada más comenzar empezamos a flipar un poco…cuesta arriba entre charcos de barro y estrecheces…no parábamos de pensar ¿dónde nos estamos metiendo? Poco a poco íbamos avanzando y aunque los gemelos nos quemaban y las rodillas nos crujían (si nos soléis leer, ya os imaginareis que somos más bien urbanitas) intentamos seguir subiendo. Cuando llegábamos a una zona más llana, disfrutábamos con el paisaje y de nuevo de vuelta a las bajadas y subidas. Con charcos de agua de más de 4 metros de largos, a cada paso manteníamos el equilibrio cual acróbata de circo. La señalización de la ruta, lejos de estar bien indicada como decía la chica que nos atendió en el centro de visitantes, estaba compuesta por algunos pequeños pivotes de madera con flechas de pintura desgastadas por las inclemencias climatológicas.
A ratos pensábamos que nos perdíamos, hasta que nos cruzábamos con otros visitantes que seguían la misma ruta que nosotros.
En el cruce de caminos con la Ruta Amarilla comprobamos que en el rato que llevábamos andando sólo nos habíamos desplazado 700 metros desde el punto de salida.
Estando a mitad de camino hicimos una pequeña parada reponedora de fuerzas y fuimos a por el tramo final, ese en el que solo las cabras montesas que vimos entre las rocas superiores, son capaces de subir y bajar sin despeinarse. Fue en ese momento en el cual Paco ayudaba a bajar a Helia y después a mí, cuando más en falta echamos nuestros queridos palos de trekking que guardan polvo después de Nueva Zelanda.
En el último tramo ya se ve a lo lejos el restaurante y es quizás esta zona donde mejor se puede apreciar los diferentes estratos en la piedra que han sufrido una erosión desigual.
Dando por finalizada la caminata casi dos horas después nos dirigimos al restaurante para un merecido homenaje.
Allí un camarero rápidamente nos sirvió un estupendo plato de los montes y unas deliciosas porras antequeranas. Ya más descansados pusimos punto y final a esta “divertida aventura” como la clasificó Helia y nos marchamos.
Durante la bajada vimos a un montón de excursionistas subiendo desde el aparcamiento de abajo y nos sorprendimos al ver que el acceso al centro de visitantes había sido cortado debido a que ya estaba el aparcamiento completo, teniendo que dejar el coche abajo y subiendo mediante la lanzadera o mediante las piernas. Es por ello que os recomendamos que si vais a visitar el Torcal de Antequera lleguéis a primerísima hora de la mañana para que podáis encontrar aparcamiento en la zona superior.
COMO LLEGAR AL TORCAL DE ANTEQUERA
DIRECCIÓN
Se encuentra ubicado entre los pueblos de Antequera y Villanueva de la Concepción, carretera A-7075, km 42. El centro de Visitantes Torcal Alto, tiene un observatorio astronómico, aseos, tienda, restaurante y un pequeño museo. Cuenta con dos aparcamientos, uno junto al centro de visitantes y otro en la entrada del parque a 3,75kms. Cuando se acaban las plazas en el aparcamiento superior que se encuentra en el centro de visitantes, se corta la carretera y los senderistas se ven obligados a aparcar en el que se encuentra a la entrada. Existe un servicio de traslado en forma de minibús de un punto a otro que cuesta 1,5 euros ida y vuelta. Muchos visitantes deciden subir por sus propias piernas lo cual consideramos un tremendo ERROR. Vimos a muchos de estos valientes llegar sin aliento y no tener fuerzas para comenzar la caminata por el Torcal de Antequera.
HORARIOS Y PRECIOS DEL CENTRO DE VISITANTES DEL TORCAL DE ANTEQUERA
HORARIOS
Del 1 de Octubre al 30 de Marzo de 10.00hr a 17.00h
Del 1 de Abril al 30 de Septiembre de 10.00hr a 19.00h
PRECIOS
Es gratuito
FORMACIÓN DE EL TORCAL DE ANTEQUERA
El paisaje kárstico del Torcal de Antequera tiene su origen en el período Jurásico. Esa zona formaba parte del fondo marino en el cual se fueron depositando durante millones de años sedimentos de diferentes orígenes estratificados por capas.
En la era Cerozoica se produjo el levantamiento de toda la zona dejando los sedimentos calizos al descubierto y exponiéndolos a las inclemencias climatológicas. Los agentes climáticos como el viento, la lluvia y el sol hicieron su labor de tallado y modelación en el Torcal de Antequera. Al estar formados por diferentes clases de sedimentos, cada uno con una dureza y resistencia diferente, se moldearon las extrañas siluetas y peculiares trazos en la piedra caliza que han llegado a nuestros días.
RUTAS POR EL TORCAL DE ANTEQUERA
El Torcal de Antequera tiene 3 senderos públicos “señalizados” (o eso opinan ellos).
Ruta Naranja o de acceso: que es el tramo que separa los dos aparcamientos y es de 3,75 kms.
Ruta Amarilla: De 3km de extensión por el Torcal Alto con tramos estrechos, húmedos y ricos de vegetación.
Ruta Verde: La ruta verde es una ruta circular de 1,5km que en realidad es una versión acortada y más fácil de la ruta amarilla como podéis ver en el mapa.
Existen otras rutas guiadas y no señalizadas que se pueden reservar a través de la web
Ruta de los Ammonites
La ruta dura 2 horas y media y se realiza con guía y en una zona de acceso restringido.
Marzo, Abril, Mayo, Septiembre y Octubre inicio a las 11 en el Centro de Visitantes y finalización a las 13:30 horas.
Julio, Agosto y los viernes y sábados de 19 a 21 horas.
Precio: 8 euros
Niños mayores de 12 años: 6,5 euros
Niños menores de 12 años gratuitos
No está permitido realizar esta ruta a los menores de 8 años.
También encontraréis “Senderismo con tu mascota”, “Ruta por el laberinto Kárstico”, “Ruta de las cuevas”…. Más información de todas aquí.
INSTALACIONES DEL TORCAL DE ANTEQUERA
Centro de Visitantes
En el cuál no sólo se puede pedir información de las rutas sino que se puede comprar algún elemento que te falte o que te hayas olvidado para realizar senderismo como gorro, guantes, fundas para las botas, palos... También cuenta con un pequeño museo donde te explican la formación del Torcal así como el hábitat en el que se integra de flora y fauna. Es muy interactivo e ideal para los niños donde podrán darle a botones y oler a que huele el Torcal: Romero, Menta y Salvia.
Observatorio Astronómico
Al encontrarse el Torcal a 1200 metros de altura y sin ningún núcleo urbano cerca que produzca contaminación lumínica, es un lugar ideal para la visualización del espacio. Tiene actividades para el público durante todo el año.
Baños y Restaurante
Muy recomendable por precio y calidad donde se puede degustar la gastronomía de la zona. Nada mejor después de una caminata que disfrutar de un plato de los montes (lomo frito, patatas, huevos fritos, chorizo y pimientos) o de la famosa porra antequerana (de lujo!).
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES PARA VISITAR EL TORCAL DE ANTEQUERA CON NIÑOS
Primero tendréis que valorar si vuestro hijo va a ser capaz de subir o bajar empinadas cuestas brincando cuál cabra montesa. Aunque en el centro de visitantes os digan que es posible que los niños de 4 años realicen la ruta verde pensar si vuestro hijo será capaz. Al igual que si tenéis problemas en las rodillas o movilidad algo reducida, tener en cuenta que no podréis hacer la ruta. Hay que subir mucho y bajar más. Existen tramos muy estrechos en los que tendréis que llevar el niño en brazos mientras bajáis/subís…en fin que si Helia no fuera tan aventurera, nos hubiéramos vuelto al segundo metro de escalada porque la verdad es que si nosotros teníamos miedo de resbalarnos, con la peque se multiplicaba por dos.
Palos de Trekking: para las subidas y las bajadas son fantásticos, sobre todo si encontráis el terreno embarrado y con charcos de agua. Yo los eché mucho de menos.
Calzado adecuado: los tenis new balance preciosos que tenéis en el armario no os servirán para la caminata en el Torcal. Unas botas de montaña que tengan un buen revestimiento, que cubran los tobillos y que sean waterproof serán las adecuadas.
Llevar ropa por capas y sobre todo un corta vientos. A 1200 metros de altura cuando hace frío…te quedas congelado por lo que es recomendable llevar ropa por capas y un chubasquero que te proteja algo ante una lluvia inesperada, ya que durante las rutas de senderismos por el Torcal, no encontrarás ni un solo lado donde resguardarte.
Agua y barritas energéticas: Si sois como nosotros que somos capaces de convertir rutas “fáciles” de 45 minutos en rutas de casi dos horas, llevar agua, una pequeña bolsa de cereales o unas barritas energéticas os darán fuerzas a mitad de camino para poder terminar el recorrido “easy”.
Protector solar y gorra: Nosotros hemos ido en febrero y hay que reconocer que a las 12 de la mañana, en un día despejado, el sol “pegaba” y al igual que con la lluvia no encuentras ningún sitio donde resguardarte.
NUESTRA VISITA AL TORCAL DE ANTEQUERA
Hace más de una década, nuestra visita al Torcal de Antequera se vió frustrada por una intensísima neblina que la cubría en su totalidad haciendo imposible hacer ninguna ruta. Desafiando a la suerte fuimos a primera hora de la mañana hacia nuestro destino. El sol aparecía perezoso entre las nubes derritiendo la escarcha condensada sobre la hierba durante la noche.
Llegamos al centro de visitantes sobre las 10 de la mañana y solo encontramos libres a esa hora un par de plazas de aparcamiento. Al bajar del coche, el gélido aire de la mañana nos dió una bofetada de realidad y nos hizo correr raudos y veloces a solicitar información.
Una vez dentro le preguntamos a la chica por una ruta apta para realizar con una niña de 4 años y nos recomendó la verde, la cual se tarda unos 45 minutos en condiciones estandar pero debido a las intensas lluvias de días anteriores que habían formados charcos y mucho barro, tardaríamos una hora y 15 minutos más o menos.
Antes de comenzar hicimos una rápida visita al museo del Torcal que se encuentra en el mismo centro de visitantes. En este museo se muestra de una manera muy divertida e interactiva la evolución geológica así como la flora y la fauna autóctona que habita en el Torcal. A Helia le hicieron especial gracia unas mangueras donde se podía oler hierbas aromáticas como Menta y Romero. La visita finaliza en la tienda donde puedes comprar algún souvenir o un gorro para cubrirte la cabeza.
Nuestra siguiente parada fue en el cercano mirador de Las Ventanillas, desde el cuál se tiene un palco de honor a toda la sierra.
A por todas…
Y llego el momento de comenzar la ruta verde. Tanto esta como la amarilla tienen el comienzo en la zona final del aparcamiento del centro de visitantes y hacia allí nos encaminamos.
Nada más comenzar empezamos a flipar un poco…cuesta arriba entre charcos de barro y estrecheces…no parábamos de pensar ¿dónde nos estamos metiendo? Poco a poco íbamos avanzando y aunque los gemelos nos quemaban y las rodillas nos crujían (si nos soléis leer, ya os imaginareis que somos más bien urbanitas) intentamos seguir subiendo. Cuando llegábamos a una zona más llana, disfrutábamos con el paisaje y de nuevo de vuelta a las bajadas y subidas. Con charcos de agua de más de 4 metros de largos, a cada paso manteníamos el equilibrio cual acróbata de circo. La señalización de la ruta, lejos de estar bien indicada como decía la chica que nos atendió en el centro de visitantes, estaba compuesta por algunos pequeños pivotes de madera con flechas de pintura desgastadas por las inclemencias climatológicas.
A ratos pensábamos que nos perdíamos, hasta que nos cruzábamos con otros visitantes que seguían la misma ruta que nosotros.
En el cruce de caminos con la Ruta Amarilla comprobamos que en el rato que llevábamos andando sólo nos habíamos desplazado 700 metros desde el punto de salida.
Estando a mitad de camino hicimos una pequeña parada reponedora de fuerzas y fuimos a por el tramo final, ese en el que solo las cabras montesas que vimos entre las rocas superiores, son capaces de subir y bajar sin despeinarse. Fue en ese momento en el cual Paco ayudaba a bajar a Helia y después a mí, cuando más en falta echamos nuestros queridos palos de trekking que guardan polvo después de Nueva Zelanda.
En el último tramo ya se ve a lo lejos el restaurante y es quizás esta zona donde mejor se puede apreciar los diferentes estratos en la piedra que han sufrido una erosión desigual.
Dando por finalizada la caminata casi dos horas después nos dirigimos al restaurante para un merecido homenaje.
Allí un camarero rápidamente nos sirvió un estupendo plato de los montes y unas deliciosas porras antequeranas. Ya más descansados pusimos punto y final a esta “divertida aventura” como la clasificó Helia y nos marchamos.
Durante la bajada vimos a un montón de excursionistas subiendo desde el aparcamiento de abajo y nos sorprendimos al ver que el acceso al centro de visitantes había sido cortado debido a que ya estaba el aparcamiento completo, teniendo que dejar el coche abajo y subiendo mediante la lanzadera o mediante las piernas. Es por ello que os recomendamos que si vais a visitar el Torcal de Antequera lleguéis a primerísima hora de la mañana para que podáis encontrar aparcamiento en la zona superior.
Me imagino a Helia imaginando las formas de las piedras, es muy chuli con niños. Mi pueblo está muy cerquita, yo he ido varias veces, la última embarazada. En un par de semanas tenemos reservado para ver los dólmenes que eso no lo conocemos, ya os leí en facebook que merece la pena. Gracias ppr tu relato, genial como siempre!
ResponderEliminarPues si que le gusto mucho! Ademas como había cuevas, la muy atrevida quería entrar en ellas. Ir embarazada al Torcal de Antequera tiene merito!!! Los Dolmenes son una pasada de chulos, el de El Romeral nos alucino. Pronto lo veras ;) Un besote y gracias por pasarte por aquí.
EliminarYo también espero que pronto me hables de los dólmenes! ! Fui con el colegio de pequeña y tengo ganas de volver ahora con los peques. Seguro que me das el empujoncito para buscar el día :)
ResponderEliminarLos Dólmenes son flipantes!! Ya te estas haciendo una escapadita para verlos porque menuda pasada :)
EliminarMuy chulo el Torcal, fui hace años y la verdad que es un paisaje único. Se ve que Helia se lo pasó pipa, je je. El homenaje gastronómico muy merecido, buena manera de acabar la mañana. Un abrazo!
ResponderEliminarHelia se lo paso mejor que los padres que esta claro que trepar cual cabra montesa no es lo nuestro jajaja y el homenaje fue de matricula! Menudas porras antequeranas mas deliciosas!! Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
EliminarUn paisaje natural muy extraterrestre. Me quede con ganas de vistarlo. Lo dejo para la proxima.
ResponderEliminarEs un paisaje precioso. Apúntate para la próxima realizar la ruta amarilla que creo que es espectacular.
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