Con una ensenada poco profunda y repleta de vida marina, el lujoso Intercontinental Hotel Mauritius Balaclava Resort cuenta con todo lo necesario para pasar unas fabulosas vacaciones familiares disfrutando de las cálidas aguas del Índico y los multicolores atardeceres de la isla. Aunque nuestra estancia en Isla Mauricio la planteamos íntegramente en una villa en Belle Mare, debido a una oferta de última hora decidimos pasar la mitad de nuestra estancia en el Intercontinental Hotel Mauritius Balaclava Fort resultando ser el mejor alojamiento que tuvimos. Os dejamos la review de nuestra estancia con las múltiples luces y pocas sombras que encontramos.
Debido al retraso que sufrimos en el vuelo, nuestra hora de llegada a Isla Mauricio se vió retrasada en dos horas las cuales echamos enormemente de menos ya que en el trayecto desde el aeropuerto al Intercontinental Hotel Mauritius Balaclava anocheció dificultándonos leer los letreros que nos indicaban el camino correcto y cometiendo un par de equivocaciones fruto del cansancio.
Una vez en el hotel y estando terriblemente fatigados por todo el viaje nos llevamos la enorme decepción de no encontrarnos nuestra habitación lista, tardando más de media hora en darnos la llave. Durante la espera nos sirvieron un par de fríos zumos.
Este detalle la verdad es que no nos gustó. Siendo las 7 de la tarde y con una niña de 4 años agotada consideramos que un hotel de 5 estrellas debería de tener prevista y arreglada la habitación para el check in.
Al llegar a la habitación nos encontramos con el siguiente imprevisto: la llave electrónica no funcionaba, teniendo que esperar otros 20 minutos más a que solucionaran el problema.
Ya en la habitación pudimos comprobar que las imágenes que veíamos en la web del Intercontinental Mauritius Balaclava Fort se correspondían fielmente a la realidad: habitación muy amplia con un sofá cama y un lujoso cuarto de baño. La habitación daba al jardín del hotel y desde ahí, tan solo un minuto andando nos separaba de la playa. La habitación tenía sólo un enchufe europeo, el resto era de triple clavija. Aparte de las amenidades propias de un hotel de 5 estrellas, contaba con un aparato para pastillas repelente de mosquitos.
Habíamos elegido la opción de alojarnos en media pensión que incluía desayuno y cena buffet. El Intercontinental Mauritius cuenta con varios restaurantes temáticos (hindú, chino, comida local...) los cuales no están incluidos en la media pensión y por eso mismo, decidimos no visitarlos.
En los desayunos probamos el kéfir, las frutas, huevos fritos, tortitas y pan con queso, delicias que nos ponían las pilas para los intensos días vividos en Isla Mauricio. El café siendo nosotros poco cafeteros apreciamos que no era precisamente bueno.
El buffet para la cena tenía varias zonas temáticas: ensaladas, zona hindú, plancha, postres y fuera una estupenda barbacoa de pescados y carnes. Destacar las ensaladas griegas y el delicioso helado de pistacho.
Hubo varios días que almorzamos en el hotel y decidimos hacerlo en el bar de la piscina para no tener que movernos de nuestra hamaca: hamburguesas, ensaladas y pizzas hindús absolutamente deliciosas pero a precios elevados.
Aunque la restauración del Intercontinental Mauritius distaba de la deliciosa cocina del Barceló Sancti Petri, nos pareció aceptablemente buena y variada.
La mayor parte de la playa del hotel estaba llena de rocas y era imposible bañarse en ellas pero en la zona principal habían creado un pequeño malecón que formaba una ensenada libre de rocas y perfecta para el baño. Esta ensenada se encontraba conectada con el mar lo que hacía que la presencia de vida marina fuera abundante. El snórkel aquí aunque no era tan abundante como en Ile des Deux Cocos, fue mucho mejor que en cualquier otro lado de la isla: peces trompeta, calamares de colores, cangrejos, miles de peces plateados, peces Picasso y peces saltarines del fango entre otros. Al tener una profundidad tan escasa, el agua de la ensenada estaba siempre a una temperatura muy cálida.
Este detalle de temperatura-profundidad hacía de la ensenada un lugar perfecto para el disfrute de los niños. Helia se pasaba todo el día en el agua buscando piedrecitas de coral, persiguiendo a los peces, y aprendiendo a usar su nueva máscara de snórkel.
Durante la tarde, bajaba tanto el nivel del mar que apenas quedaban zonas con más de 30cm de agua viendo claramente todo el fondo y sus habitantes.
La playa no era de fina arena sino que estaba formada por restos de coral por lo que andar por ella era imposible sin llevar escarpines o calcetines de aquagym.
Junto a la zona de la playa principal se encontraba una piscina que tenía anexionada un jacuzzi y una infantil. Rodeadas de tumbonas, ocurría lo que siempre pasa en cualquier otro hotel del mundo: desde muy temprano ya estaban “ocupadas” por toallas reservando el sitio.
La profundidad de la piscina infantil no alcanzaba los 30 cm, el jacuzzi máximo 60 y la piscina el 1,20 metros.
Encontrándose junto a la playa no entendemos como siempre la piscina estaba llena de gente y la ensenada vacía. Viajar tan lejos para estar en una piscina en vez de en una estupenda playa es algo que nunca comprenderemos.
En la piscina-jacuzzi, Helia conoció a niños de muchas nacionalidades con los que intercambió juegos y bromas.
Durante nuestros paseos por los jardines al atardecer descubrimos como el complejo cuenta con más piscinas, pero en estas no está permitido el baño a los niños pequeños.
Tanto en las playas como en las piscinas, a partir de las 10 de la mañana era imposible encontrar una tumbona libre.
El Intercontinental Mauritius cuenta con un gimnasio, peluquería, tiendas, spa y todas las comodidades propias de un hotelazo de 5 estrellas. También tiene una zona de deportes acuáticos por si te apetece hacer sky sobre el agua o submarinismo.
En la carretera que lleva al hotel se encuentra un pequeño supermercado, un campo de golf e incluso una gasolinera, pero no existen restaurantes cerca.
Lo mejor sin duda alguna y uno de los motivos por lo que a pesar de las pegas surgidas durante nuestra estancia le damos un sobresaliente a este hotel. El día de la excursión de los delfines y debido a un supuesto despiste de la Oficina de Turismo de Mauricio, estuvimos desde las 5:30 AM de la mañana hasta las 7:30 AM esperando en el Hall del hotel a que se solucionara el problema. Gracias a la enorme ayuda brindada por el recepcionista quién no sólo habló con los proveedores del tour sino con la misma oficina de turismo, pudimos ese día ver cumplido nuestro sueño de bañarnos con delfines salvajes. Él mismo gestionó al taxista que nos llevó y recogió para que el “madrugón” que nos habíamos dado tuviera sentido ya que desde la oficina de turismo nos indicaron que no tenían transporte para ese día. En definitiva una aventura que relataremos más extensamente y de la cuál nos llevamos el recuerdo de ese amable señor que desde las 5:30 de la mañana estuvo ayudándonos.
En los camareros de los restaurantes, el personal del servicio de habitaciones y en definitiva, todo el personal que trataba con el público, encontrabas siempre unas amables palabras y una amplia sonrisa.
Una fiesta de colores naranjas y rojos absolutamente maravillosa y que perdurarán por siempre en nuestra retina. A partir de las 17:30 ya empezaba el espectáculo en el cielo y sentados en una tumbona (que a esa hora ya si estaban libres) disfrutábamos de esos épicos momentos inolvidables
Aunque en un principio teníamos reservadas todas las noches en Orchid Villas en Belle Mare, decidimos tras encontrar una oferta para el Intercontinental Mauritius Balaclava, partir nuestra estancia en la isla y “probar” la estancia en un resort. Tras valorar los pros y contras de ambos tipos de alojamiento, si volviéramos a viajar a Mauricio sin duda alguna elegiríamos estar todo el tiempo en el Resort Balaclava: por su localización próxima a Port Louis, por la comodidad de la media pensión y sobre todo por su playa…esa playa donde puedes despreocuparte casi de la peque porque sabes que el agua no le cubre y donde puede disfrutar en sus cálidas aguas de una estupenda fauna marina.
Y esta ha sido nuestra sobresaliente estancia en el Intercontinental Hotel Mauritius Balaclava, un resort muy recomendable para las familias que viajan con niños por todas las comodidades que ofrecen para tener unas vacaciones de playa perfectas.
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¡¡Buen viaje!!
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CHECK IN EN EL INTERCONTINENTAL MAURITIUS BALACLAVA RESORT
Debido al retraso que sufrimos en el vuelo, nuestra hora de llegada a Isla Mauricio se vió retrasada en dos horas las cuales echamos enormemente de menos ya que en el trayecto desde el aeropuerto al Intercontinental Hotel Mauritius Balaclava anocheció dificultándonos leer los letreros que nos indicaban el camino correcto y cometiendo un par de equivocaciones fruto del cansancio.
Una vez en el hotel y estando terriblemente fatigados por todo el viaje nos llevamos la enorme decepción de no encontrarnos nuestra habitación lista, tardando más de media hora en darnos la llave. Durante la espera nos sirvieron un par de fríos zumos.
Este detalle la verdad es que no nos gustó. Siendo las 7 de la tarde y con una niña de 4 años agotada consideramos que un hotel de 5 estrellas debería de tener prevista y arreglada la habitación para el check in.
HABITACIÓN DEL INTERCONTINENTAL BALACLAVA
Al llegar a la habitación nos encontramos con el siguiente imprevisto: la llave electrónica no funcionaba, teniendo que esperar otros 20 minutos más a que solucionaran el problema.
Ya en la habitación pudimos comprobar que las imágenes que veíamos en la web del Intercontinental Mauritius Balaclava Fort se correspondían fielmente a la realidad: habitación muy amplia con un sofá cama y un lujoso cuarto de baño. La habitación daba al jardín del hotel y desde ahí, tan solo un minuto andando nos separaba de la playa. La habitación tenía sólo un enchufe europeo, el resto era de triple clavija. Aparte de las amenidades propias de un hotel de 5 estrellas, contaba con un aparato para pastillas repelente de mosquitos.
RESTAURACIÓN EN EL MAURITIUS BALACLAVA
Habíamos elegido la opción de alojarnos en media pensión que incluía desayuno y cena buffet. El Intercontinental Mauritius cuenta con varios restaurantes temáticos (hindú, chino, comida local...) los cuales no están incluidos en la media pensión y por eso mismo, decidimos no visitarlos.
En los desayunos probamos el kéfir, las frutas, huevos fritos, tortitas y pan con queso, delicias que nos ponían las pilas para los intensos días vividos en Isla Mauricio. El café siendo nosotros poco cafeteros apreciamos que no era precisamente bueno.
El buffet para la cena tenía varias zonas temáticas: ensaladas, zona hindú, plancha, postres y fuera una estupenda barbacoa de pescados y carnes. Destacar las ensaladas griegas y el delicioso helado de pistacho.
Hubo varios días que almorzamos en el hotel y decidimos hacerlo en el bar de la piscina para no tener que movernos de nuestra hamaca: hamburguesas, ensaladas y pizzas hindús absolutamente deliciosas pero a precios elevados.
Aunque la restauración del Intercontinental Mauritius distaba de la deliciosa cocina del Barceló Sancti Petri, nos pareció aceptablemente buena y variada.
PLAYA Y PISCINA DEL INTERCONTINENTAL HOTEL BALACLAVA
La Playa del Intercontinental Mauritius Balaclava Resort
La mayor parte de la playa del hotel estaba llena de rocas y era imposible bañarse en ellas pero en la zona principal habían creado un pequeño malecón que formaba una ensenada libre de rocas y perfecta para el baño. Esta ensenada se encontraba conectada con el mar lo que hacía que la presencia de vida marina fuera abundante. El snórkel aquí aunque no era tan abundante como en Ile des Deux Cocos, fue mucho mejor que en cualquier otro lado de la isla: peces trompeta, calamares de colores, cangrejos, miles de peces plateados, peces Picasso y peces saltarines del fango entre otros. Al tener una profundidad tan escasa, el agua de la ensenada estaba siempre a una temperatura muy cálida.
Este detalle de temperatura-profundidad hacía de la ensenada un lugar perfecto para el disfrute de los niños. Helia se pasaba todo el día en el agua buscando piedrecitas de coral, persiguiendo a los peces, y aprendiendo a usar su nueva máscara de snórkel.
Durante la tarde, bajaba tanto el nivel del mar que apenas quedaban zonas con más de 30cm de agua viendo claramente todo el fondo y sus habitantes.
La playa no era de fina arena sino que estaba formada por restos de coral por lo que andar por ella era imposible sin llevar escarpines o calcetines de aquagym.
Piscinas y Jacuzzis
Junto a la zona de la playa principal se encontraba una piscina que tenía anexionada un jacuzzi y una infantil. Rodeadas de tumbonas, ocurría lo que siempre pasa en cualquier otro hotel del mundo: desde muy temprano ya estaban “ocupadas” por toallas reservando el sitio.
La profundidad de la piscina infantil no alcanzaba los 30 cm, el jacuzzi máximo 60 y la piscina el 1,20 metros.
Encontrándose junto a la playa no entendemos como siempre la piscina estaba llena de gente y la ensenada vacía. Viajar tan lejos para estar en una piscina en vez de en una estupenda playa es algo que nunca comprenderemos.
En la piscina-jacuzzi, Helia conoció a niños de muchas nacionalidades con los que intercambió juegos y bromas.
Durante nuestros paseos por los jardines al atardecer descubrimos como el complejo cuenta con más piscinas, pero en estas no está permitido el baño a los niños pequeños.
Tanto en las playas como en las piscinas, a partir de las 10 de la mañana era imposible encontrar una tumbona libre.
INSTALACIONES DEL HOTEL MAURITIUS BALACLAVA
El Intercontinental Mauritius cuenta con un gimnasio, peluquería, tiendas, spa y todas las comodidades propias de un hotelazo de 5 estrellas. También tiene una zona de deportes acuáticos por si te apetece hacer sky sobre el agua o submarinismo.
ALREDEDORES DEL RESORT
En la carretera que lleva al hotel se encuentra un pequeño supermercado, un campo de golf e incluso una gasolinera, pero no existen restaurantes cerca.
ATENCIÓN DEL PERSONAL
Lo mejor sin duda alguna y uno de los motivos por lo que a pesar de las pegas surgidas durante nuestra estancia le damos un sobresaliente a este hotel. El día de la excursión de los delfines y debido a un supuesto despiste de la Oficina de Turismo de Mauricio, estuvimos desde las 5:30 AM de la mañana hasta las 7:30 AM esperando en el Hall del hotel a que se solucionara el problema. Gracias a la enorme ayuda brindada por el recepcionista quién no sólo habló con los proveedores del tour sino con la misma oficina de turismo, pudimos ese día ver cumplido nuestro sueño de bañarnos con delfines salvajes. Él mismo gestionó al taxista que nos llevó y recogió para que el “madrugón” que nos habíamos dado tuviera sentido ya que desde la oficina de turismo nos indicaron que no tenían transporte para ese día. En definitiva una aventura que relataremos más extensamente y de la cuál nos llevamos el recuerdo de ese amable señor que desde las 5:30 de la mañana estuvo ayudándonos.
En los camareros de los restaurantes, el personal del servicio de habitaciones y en definitiva, todo el personal que trataba con el público, encontrabas siempre unas amables palabras y una amplia sonrisa.
LOS ATARDECERES EN EL INTERCONTINENTAL BALACLAVA RESORT
Una fiesta de colores naranjas y rojos absolutamente maravillosa y que perdurarán por siempre en nuestra retina. A partir de las 17:30 ya empezaba el espectáculo en el cielo y sentados en una tumbona (que a esa hora ya si estaban libres) disfrutábamos de esos épicos momentos inolvidables
Hotel o Villa: ¿Que tipo de alojamiento elegir en Isla Mauricio?
Aunque en un principio teníamos reservadas todas las noches en Orchid Villas en Belle Mare, decidimos tras encontrar una oferta para el Intercontinental Mauritius Balaclava, partir nuestra estancia en la isla y “probar” la estancia en un resort. Tras valorar los pros y contras de ambos tipos de alojamiento, si volviéramos a viajar a Mauricio sin duda alguna elegiríamos estar todo el tiempo en el Resort Balaclava: por su localización próxima a Port Louis, por la comodidad de la media pensión y sobre todo por su playa…esa playa donde puedes despreocuparte casi de la peque porque sabes que el agua no le cubre y donde puede disfrutar en sus cálidas aguas de una estupenda fauna marina.
Y esta ha sido nuestra sobresaliente estancia en el Intercontinental Hotel Mauritius Balaclava, un resort muy recomendable para las familias que viajan con niños por todas las comodidades que ofrecen para tener unas vacaciones de playa perfectas.
También os puede interesar:
Conducir por Isla Mauricio en un coche de alquiler
¿Vas a viajar a Isla Mauricio?
Comienza buscando un vuelo en Skyscanner para Isla MauricioDespués puedes reservar el hotel Intercontinental Mauritius Balaclava en Booking.
¡¡Buen viaje!!
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A pesar de los problemillas iniciales, veo que el hotel bien merece la pena!! Yo tampoco entiendo por qué la gente se queda en la piscina teniendo una playa genial al lado...
ResponderEliminarLa playita sin oleaje es genial para los niños pequeños Mari Carmen. Helia se pasaba el día detrás de los peces y buscando conchas y al no existir olas ni peligro pues te puedes relajar un poquito mas. Y si, lo de todo el mundo en la piscina y la playa a 5 metros vacía es algo que no entiendo!!! con ese pedazo de playa paradisíaca y la gente en la piscina...en fin. Que es verdad que tuvimos problemas pero sin duda repetiríamos este hotel :) Un abrazo y gracias por pasarte por aquí
EliminarQué paraíso! Me encanta!!! Qué habitación más bonita. Que en el menú haya comida hindú me ha parecido muy original. Como siempre información detalladísima. Como siempre me has dado a conocer un nuevo lugar precioso!
ResponderEliminarLa comida hindú estaba de rechupete pero como pica!! y el helado de pistacho era de otro mundo ...por favor que delicia!! Es un hotel perfecto para los niños por la ensenada Nieves. Un abrazo!!
EliminarNena que hotelazo!! una pasada, seguro que lo disfrutasteis al 100%. Los atardeceres espctaculares, quiero ir! eso sí, el kéfir no lo probaré, arggggg. Un besote.
ResponderEliminarSi Pepa de vez en cuando viene bien un lujito de sitio como este...estábamos flipados en la playa y en la piscina. Son las primeras vacaciones oficiales en las que hemos tenido tanta playa. A mi el Kefir me gusta :) Un abrazo!
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