Isla paradisíaca deshabitada con el mar más turquesa de Mauricio sería la perfecta definición para Ile Aux Cerfs. Conocida como Isla de los Ciervos, es destino ineludible no sólo de los turistas que visitan Islas Mauricio sino de locales que van los fines de semana a pasar el día con su picnic. Surcando sus cristalinas aguas en Catamarán se llega a esta joya, en donde hoy en día ya no habitan los ciervos que le dieron su nombre y en la cual se puede practicar todos los deportes acuáticos inimaginables. Os invitamos a acompañarnos en nuestra excursión en catamarán a Ile Aux Cerfs disfrutando del paisaje más fotografiado de toda Isla Mauricio.
Antiguamente Ile Aux Cerfs se encontraba habitada por ciervos, de ahí que los primeros exploradores la bautizaran como Isla de los Ciervos. Actualmente esta especie ya no tiene su hogar en este paraíso, siendo sustituida por la tribu de los domingueros que acuden fielmente cada fin de semana para disfrutar de sus bellos parajes y cálidas aguas. La pernoctación está prohibida en la isla y sólo es posible hacerlo en el hiper caro Hotel Touessrok que cuenta incluso con un campo de golf.
Para llegar a ella lo mejor es contratar una excursión, que bien puede hacerse en lancha rápida o deslizándose suavemente por sus aguas en Catamarán como elegimos nosotros.
La empresa con la que realizamos la excursión a Ile Aux Cerfs fue Oceane Cruises Mauritius
Easterlies Ltd Royal Road Trou d'Eau Douce Mauritius
Teléfono de reservas: 00 230 480 27 67
Estando nuestra villa a tan solo 10 minutos del puerto donde salía el catamarán en Trou d'Eau Douce, la hora de recogida de nuestro transfer fue a las 8:30.
Al llegar sólo te encuentras un pequeño cartel indicativo de que ese es el punto de salida para las excursiones a la Isla de los ciervos.
Tras pasar lista a los miembros que íbamos a surcar las cristalinas aguas del Índico ese día, nos montamos en una lancha que fue distribuyéndonos por los varios catamaranes anclados cerca de la costa.
Una vez todos a bordo comenzamos la navegación, hidratándonos con algún refresco y cerveza local. Nosotros (debido al intenso sol típico de Islas Mauricio) nos quedamos dentro del catamarán donde curiosamente demostramos que el mundo es un pañuelo: conocimos a un señor danés que vivía a pocos minutos de nuestra casa en Fuengirola. Casualidades de la vida.
Incluso dentro del catamarán oíamos el chisporroteo de la piel del resto de los integrantes de la excursión friéndose en la cubierta bajo el abrasador sol, es increíble el poco respeto que le tiene la gente al cáncer de piel.
Nuestro capitán nos llamó a todos para darnos el planning completo del día. Primero realizaríamos un poco de snórkel, después del baño y tomarnos algunos snacks montaríamos en lancha para visitar una cascada. Acto seguido almuerzo en el catamarán y llegada a Ile Aux Cerfs con tiempo libre suficiente como para disfrutar de sus playas o realizar algún deporte acuático y después regreso a Trou d'Eau Douce
Con el listón un poco alto tras realizar snórkel en Ile Des deux Cocos, los fondos marinos elegidos para dicha actividad nos parecieron bastante pobres en colorido y vida marina. Lo mejor fue que la peque se bañó un rato y disfrutó encima del flotador que el capitán del barco le lanzó para su diversión.
Ante la pregunta de la peque sobre si allí “había peces malos que se comieran Helias” no pudimos evitar reírnos a carcajadas. Se lo pasó tan bien que tuvimos que negociar duro la subida al barco cuando finalizó el snórkel.
Montados en una lancha nos adentramos en un paraje de abruptos acantilados que enmarcaban una cascada. Esta no era excesivamente vistosa, pero sí muy caudalosa mojándonos enteros.
De regreso al catamarán, el buffet de pescado, pollo, arroz, pasta y ensaladas estaba preparado y listo para su degustación. Todo delicioso y cocinado en el momento.
Con la barriga llena y después de las dos excursiones, la peque se quedó dormida hasta que llegamos suavemente con el catamarán a Ile Aux Cerfs.
Dos horas libres para recorrer la isla fueron más que suficientes para combinar exploración con descanso. El principal problema de esta isla de domingueros es que llegan tantos barcos a la vez que es necesario alejarse de la zona principal para encontrar algún sitio donde descansar y disfrutar.
Buscando un tranquilo lugar donde dejar la toalla pasamos por el centro de actividades acuáticas: todas las que se te puedan ocurrir se practican en Ile Aux Cerfs. Desde paracaídas, a flotadores donuts pasando por el clásico babana boat y la tirolina por la selva.
Tal y como nos había recomendado nuestra amiga Rocío. Fuimos directos a la zona del estrecho donde una fuerte corriente hace las delicias de los bañistas. A mí personalmente y nadando junto a Helia me pareció demasiado intensa por lo que no nos aventuramos a cruzar al otro lado con la cámara réflex, no fuera que un tropiezo la hiciera caer al agua.
Una vez extendimos la toalla, nos bañamos en esas cristalinas aguas de Ile Aux Cerfs, enterramos un par de veces en la arena a Helia y disfrutamos el momento.
A la hora estipulada regresamos al catamarán y nos despedimos de Ile Aux Cerfs. En esta ocasión y como el sol ya no estaba tan intenso, salimos fuera a disfrutar del paisaje que no podía ser más relajante.
Una vez en el puerto dijimos adiós de la tripulación. Paco y yo coincidimos en que su atención había sido sobresaliente durante todo el recorrido, siempre repartiendo snacks e hidratándonos con refrescos.
En el camino de regreso a nuestra villa vimos una escena que aunque no esté captada con la cámara recordaremos…en un templo hindú habían celebrado una fiesta y todos sus miembros estaban coloreados por las pinturas que se habían arrojado.
Nuestra excursión a Ile Aux Cerfs supuso un broche de oro a nuestra estancia en Isla Mauricio disfrutando de la idílica imagen de playas de fina arena y aguas de tonalidades turquesas mecidos por la suave navegación de nuestro Catamarán. Sin duda alguna, la visita perfecta en Mauricio.
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Antiguamente Ile Aux Cerfs se encontraba habitada por ciervos, de ahí que los primeros exploradores la bautizaran como Isla de los Ciervos. Actualmente esta especie ya no tiene su hogar en este paraíso, siendo sustituida por la tribu de los domingueros que acuden fielmente cada fin de semana para disfrutar de sus bellos parajes y cálidas aguas. La pernoctación está prohibida en la isla y sólo es posible hacerlo en el hiper caro Hotel Touessrok que cuenta incluso con un campo de golf.
Para llegar a ella lo mejor es contratar una excursión, que bien puede hacerse en lancha rápida o deslizándose suavemente por sus aguas en Catamarán como elegimos nosotros.
Localización y Precios de la Excursion a Ile Aux Cerfs
La empresa con la que realizamos la excursión a Ile Aux Cerfs fue Oceane Cruises Mauritius
Localización de la empresa
Easterlies Ltd Royal Road Trou d'Eau Douce Mauritius
Teléfono de reservas: 00 230 480 27 67
Precios de la excursión a Ile Aux Cerfs
- Adultos 2400 Rupias
- Niños de 5 a 11 años 1200 rupias
- Menores de 5 años gratis
Nuestra Excursión a Ile Aux Cerfs
Estando nuestra villa a tan solo 10 minutos del puerto donde salía el catamarán en Trou d'Eau Douce, la hora de recogida de nuestro transfer fue a las 8:30.
Al llegar sólo te encuentras un pequeño cartel indicativo de que ese es el punto de salida para las excursiones a la Isla de los ciervos.
Tras pasar lista a los miembros que íbamos a surcar las cristalinas aguas del Índico ese día, nos montamos en una lancha que fue distribuyéndonos por los varios catamaranes anclados cerca de la costa.
Una vez todos a bordo comenzamos la navegación, hidratándonos con algún refresco y cerveza local. Nosotros (debido al intenso sol típico de Islas Mauricio) nos quedamos dentro del catamarán donde curiosamente demostramos que el mundo es un pañuelo: conocimos a un señor danés que vivía a pocos minutos de nuestra casa en Fuengirola. Casualidades de la vida.
Incluso dentro del catamarán oíamos el chisporroteo de la piel del resto de los integrantes de la excursión friéndose en la cubierta bajo el abrasador sol, es increíble el poco respeto que le tiene la gente al cáncer de piel.
Nuestro capitán nos llamó a todos para darnos el planning completo del día. Primero realizaríamos un poco de snórkel, después del baño y tomarnos algunos snacks montaríamos en lancha para visitar una cascada. Acto seguido almuerzo en el catamarán y llegada a Ile Aux Cerfs con tiempo libre suficiente como para disfrutar de sus playas o realizar algún deporte acuático y después regreso a Trou d'Eau Douce
Primera parada: Snórkel
Con el listón un poco alto tras realizar snórkel en Ile Des deux Cocos, los fondos marinos elegidos para dicha actividad nos parecieron bastante pobres en colorido y vida marina. Lo mejor fue que la peque se bañó un rato y disfrutó encima del flotador que el capitán del barco le lanzó para su diversión.
Ante la pregunta de la peque sobre si allí “había peces malos que se comieran Helias” no pudimos evitar reírnos a carcajadas. Se lo pasó tan bien que tuvimos que negociar duro la subida al barco cuando finalizó el snórkel.
Segunda parada: cascadas
Montados en una lancha nos adentramos en un paraje de abruptos acantilados que enmarcaban una cascada. Esta no era excesivamente vistosa, pero sí muy caudalosa mojándonos enteros.
De regreso al catamarán, el buffet de pescado, pollo, arroz, pasta y ensaladas estaba preparado y listo para su degustación. Todo delicioso y cocinado en el momento.
Con la barriga llena y después de las dos excursiones, la peque se quedó dormida hasta que llegamos suavemente con el catamarán a Ile Aux Cerfs.
Tercera parada: Ile Aux Cerfs la isla de los domingueros
Dos horas libres para recorrer la isla fueron más que suficientes para combinar exploración con descanso. El principal problema de esta isla de domingueros es que llegan tantos barcos a la vez que es necesario alejarse de la zona principal para encontrar algún sitio donde descansar y disfrutar.
Buscando un tranquilo lugar donde dejar la toalla pasamos por el centro de actividades acuáticas: todas las que se te puedan ocurrir se practican en Ile Aux Cerfs. Desde paracaídas, a flotadores donuts pasando por el clásico babana boat y la tirolina por la selva.
Tal y como nos había recomendado nuestra amiga Rocío. Fuimos directos a la zona del estrecho donde una fuerte corriente hace las delicias de los bañistas. A mí personalmente y nadando junto a Helia me pareció demasiado intensa por lo que no nos aventuramos a cruzar al otro lado con la cámara réflex, no fuera que un tropiezo la hiciera caer al agua.
Una vez extendimos la toalla, nos bañamos en esas cristalinas aguas de Ile Aux Cerfs, enterramos un par de veces en la arena a Helia y disfrutamos el momento.
A la hora estipulada regresamos al catamarán y nos despedimos de Ile Aux Cerfs. En esta ocasión y como el sol ya no estaba tan intenso, salimos fuera a disfrutar del paisaje que no podía ser más relajante.
Una vez en el puerto dijimos adiós de la tripulación. Paco y yo coincidimos en que su atención había sido sobresaliente durante todo el recorrido, siempre repartiendo snacks e hidratándonos con refrescos.
En el camino de regreso a nuestra villa vimos una escena que aunque no esté captada con la cámara recordaremos…en un templo hindú habían celebrado una fiesta y todos sus miembros estaban coloreados por las pinturas que se habían arrojado.
Nuestra excursión a Ile Aux Cerfs supuso un broche de oro a nuestra estancia en Isla Mauricio disfrutando de la idílica imagen de playas de fina arena y aguas de tonalidades turquesas mecidos por la suave navegación de nuestro Catamarán. Sin duda alguna, la visita perfecta en Mauricio.
- Este artículo está incluido dentro de la colaboración que hemos realizado con la Oficina de Turismo de Isla Mauricio durante nuestro #mauricioconniños
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Muy buena informacion, en la web de la compañia no informan de nada, solo pura literatura.
ResponderEliminarBuenas Manuel, me alegro que te guste la informacion y que disfrutes de la excursion. Saludos y buen viaje!
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