El segundo destino imprescindible en Bocas del Toro es la excursión que se realiza con el triplete de visitas a Boca del Drago, Playa las Estrellas y a la enigmática Isla Pájaros, misterioso promontorio rocoso que sirve como único hábitat del Caribe para la cría del precioso Rabijunco Piquirrojo. Os mostramos nuestro día más sorprendente en Bocas del Toro que a pesar de no tener estrellas de mar caídas desde el cielo, tuvo buenas sorpresas.
A la hora indicada, nuestros fantásticos acompañantes Dennis y Gilberto estaban esperándonos en la puerta del hotel Playa Tortuga. Emprendimos el camino a Bocas del Toro Town y desde allí nos montamos en la lancha del capitán Gabriel rumbo al mar.
En esta ocasión rodeamos la Isla de Bocas del Toro en el sentido opuesto al día anterior. Durante el trayecto nos cruzamos con preciosos eco-hoteles que no solo respetaban la arquitectura local caribeña sino que según Dennis; habían sido muy responsables con la naturaleza durante la construcción de ellas.
Pilotes repletos de gaviotas que esperaban su turno aerodinámicamente para despegar nos arrancaron una sonrisa durante el camino.
Inevitablemente y estando en el paraíso caribeño de Bocas del Toro, ver una “casita acuática” a la venta hizo volar nuestra imaginación sobre la posibilidad de comprarnos un pequeño trozo de paraíso para descansar durante días.
La primera parada de un amenazante día que se tornaba gris fue en la famosa Playa las Estrellas que nos recordó mucho a aquello de “Tortuguero sin tortugas” pues bien, se ve que el turismo masivo de esta playa y la manada de inconscientes que día a día la visitan, ha acabado con su elemento diferenciador y durante el rato largo que pasamos en sus aguas no tuvimos la suerte de ver ninguna estrella, a diferencia de todas las que habíamos visto el día anterior en el Parque Nacional Marino de Bastimentos y las miles que vimos en San Blas.
Durante nuestro paseo por Playa las Estrellas, nuestro capi nos mostró la pecera natural de las langostas más frescas que hemos visto nunca.
A primera hora de la mañana pudimos disfrutar de la playa casi en solitario como comprobamos al regreso de Isla Pájaros cuando ya el turismo de masas había invadido tan paradisiaca playa.
Tras un rato de intentos de chapuceos y snorkel fallido en el que una llovizna nos hizo resguardarnos bajo techo cubierto, regresamos a nuestra lancha rumbo a la siguiente parada del día en Bocas del Toro.
Más salvaje que Playa las Estrellas, en Boca del Drago disfrutamos de una de las mejores comidas que habíamos probado en Panamá: Salpicón de pulpo con tostones fritos y arroz con frijoles, sencillamente de rechupete! Helia se aventuró a pedirse una piña colada “sin” y posiblemente, es la piña colada más deliciosa del mundo! Con ron ni me imagino lo rica que puede estar.
Una agradable conversación con nuestros guías, un corto paseo por la playa y la barriga llena sirvió de punto final a nuestra estancia en Boca del Drago y nos puso rumbo al plato fuerte de las visitas del día que ya Dennis, iba presentándonos como uno de sus lugares favoritos de Bocas del Toro: Isla Pájaros.
Enigmática, misteriosa y sorprendente son los adjetivos calificativos que mejor pueden definir a esta enorme mole de roca y palmera que emerge valiente sobre el bravo mar. Santuario de vida plumífera, en ella habitan sin peligro a la amenaza humana alcatraces, gaviotas, pelícanos, fragatas y la más hermosa de todas: el Rabijunco Piquirrojo curiosa ave que ha elegido Isla Pájaros como único lugar del Caribe en el que realizar la cría de sus pollitos.
Con oleaje intenso nos fuimos aproximando a aquella abrupta isla parecida al típico refugio que solo los piratas del Caribe eligen para dejar sus tesoros a buen recaudo. Su silueta en medio del mar, quitaba la respiración. El mar la golpeaba insistentemente siendo continuo el balanceo de nuestra embarcación. Nada más llegar nos dimos cuenta de lo especial que era el lugar y nos hizo recordar la visita a Islas Ballestas en Perú.
Gabriel detuvo la lancha e intentó colocarnos en nuestro palco de honor desde el cual pudimos contemplar como los Rabijuncos realizaban un suave y estiloso vuelo de aproximación al promontorio rocoso para llegar a los nidos que en la viva roca tenían y en donde sus polluelos esperaban el almuerzo.
La silueta de este ave es de lo más singular teniendo como timón de cola unas finas plumas.
Tras casi 500 disparos de la cámara pude comprobar cómo alguno de mis disparos había podido captar al ave más bonita que haya visto nunca.
Satisfechos con el final del día, regresamos a nuestro hotel Playa Tortuga haciendo la parada de rigor en el embarcadero de Bocas del Toro.
Si bien la excursión por Cayo Coral en Bocas del Toro es la joya de la corona, el paseo por Boca del Drago, Playa las Estrellas e Isla Pájaros bien merece ser considerado ya que pocos lugares del mundo son tan magnéticos como Isla Pájaros.
A la hora indicada, nuestros fantásticos acompañantes Dennis y Gilberto estaban esperándonos en la puerta del hotel Playa Tortuga. Emprendimos el camino a Bocas del Toro Town y desde allí nos montamos en la lancha del capitán Gabriel rumbo al mar.
En esta ocasión rodeamos la Isla de Bocas del Toro en el sentido opuesto al día anterior. Durante el trayecto nos cruzamos con preciosos eco-hoteles que no solo respetaban la arquitectura local caribeña sino que según Dennis; habían sido muy responsables con la naturaleza durante la construcción de ellas.
Pilotes repletos de gaviotas que esperaban su turno aerodinámicamente para despegar nos arrancaron una sonrisa durante el camino.
Inevitablemente y estando en el paraíso caribeño de Bocas del Toro, ver una “casita acuática” a la venta hizo volar nuestra imaginación sobre la posibilidad de comprarnos un pequeño trozo de paraíso para descansar durante días.
Playa las Estrellas
La primera parada de un amenazante día que se tornaba gris fue en la famosa Playa las Estrellas que nos recordó mucho a aquello de “Tortuguero sin tortugas” pues bien, se ve que el turismo masivo de esta playa y la manada de inconscientes que día a día la visitan, ha acabado con su elemento diferenciador y durante el rato largo que pasamos en sus aguas no tuvimos la suerte de ver ninguna estrella, a diferencia de todas las que habíamos visto el día anterior en el Parque Nacional Marino de Bastimentos y las miles que vimos en San Blas.
Durante nuestro paseo por Playa las Estrellas, nuestro capi nos mostró la pecera natural de las langostas más frescas que hemos visto nunca.
A primera hora de la mañana pudimos disfrutar de la playa casi en solitario como comprobamos al regreso de Isla Pájaros cuando ya el turismo de masas había invadido tan paradisiaca playa.
Tras un rato de intentos de chapuceos y snorkel fallido en el que una llovizna nos hizo resguardarnos bajo techo cubierto, regresamos a nuestra lancha rumbo a la siguiente parada del día en Bocas del Toro.
Boca del Drago
Más salvaje que Playa las Estrellas, en Boca del Drago disfrutamos de una de las mejores comidas que habíamos probado en Panamá: Salpicón de pulpo con tostones fritos y arroz con frijoles, sencillamente de rechupete! Helia se aventuró a pedirse una piña colada “sin” y posiblemente, es la piña colada más deliciosa del mundo! Con ron ni me imagino lo rica que puede estar.
Una agradable conversación con nuestros guías, un corto paseo por la playa y la barriga llena sirvió de punto final a nuestra estancia en Boca del Drago y nos puso rumbo al plato fuerte de las visitas del día que ya Dennis, iba presentándonos como uno de sus lugares favoritos de Bocas del Toro: Isla Pájaros.
Isla Pájaros
Enigmática, misteriosa y sorprendente son los adjetivos calificativos que mejor pueden definir a esta enorme mole de roca y palmera que emerge valiente sobre el bravo mar. Santuario de vida plumífera, en ella habitan sin peligro a la amenaza humana alcatraces, gaviotas, pelícanos, fragatas y la más hermosa de todas: el Rabijunco Piquirrojo curiosa ave que ha elegido Isla Pájaros como único lugar del Caribe en el que realizar la cría de sus pollitos.
Con oleaje intenso nos fuimos aproximando a aquella abrupta isla parecida al típico refugio que solo los piratas del Caribe eligen para dejar sus tesoros a buen recaudo. Su silueta en medio del mar, quitaba la respiración. El mar la golpeaba insistentemente siendo continuo el balanceo de nuestra embarcación. Nada más llegar nos dimos cuenta de lo especial que era el lugar y nos hizo recordar la visita a Islas Ballestas en Perú.
Gabriel detuvo la lancha e intentó colocarnos en nuestro palco de honor desde el cual pudimos contemplar como los Rabijuncos realizaban un suave y estiloso vuelo de aproximación al promontorio rocoso para llegar a los nidos que en la viva roca tenían y en donde sus polluelos esperaban el almuerzo.
La silueta de este ave es de lo más singular teniendo como timón de cola unas finas plumas.
Tras casi 500 disparos de la cámara pude comprobar cómo alguno de mis disparos había podido captar al ave más bonita que haya visto nunca.
Satisfechos con el final del día, regresamos a nuestro hotel Playa Tortuga haciendo la parada de rigor en el embarcadero de Bocas del Toro.
Si bien la excursión por Cayo Coral en Bocas del Toro es la joya de la corona, el paseo por Boca del Drago, Playa las Estrellas e Isla Pájaros bien merece ser considerado ya que pocos lugares del mundo son tan magnéticos como Isla Pájaros.
- Nota: Este artículo forma parte de la colaboración que hemos realizado durante nuestro #panamaconniños con la Autoridad de Turismo de Panamá
Oye te han salido unas fotos de profesional, no soy yo muy de pájaros, pero reconozco que estos son preciosos. Felicidades por esas fotazas!!
ResponderEliminarEl Rabijunco es un pájaro precioso, yo tampoco soy de pájaros pero me encanto su forma y su vuelo. Isla Pájaros es increíble, parece la típica isla donde los piratas escondían su cofre del tesoro y lo guardaban con miles de trampas para los incautos. Gracias por lo de las fotos pero después de 600 disparos alguna aceptable me tenia que salir :P jejeje
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