Una de las mayores sorpresas que me deparaba mi viaje express a Zaragoza era la Escuela Museo Origami (EMOZ). Apasionante lugar que combina a la perfección arte, frikismo y diversión para toda la familia. Acompañadas de Jorge recorrimos las salas plagadas de delicadas y curiosas piezas. Aquí una pequeña muestra de todo lo que dio de sí nuestra visita al Museo Origami de Zaragoza.
Plaza San Agustín, 2, 50002 Zaragoza
Martes-Sábado de 10 a 14 y de 17 a 21
Domingos y Festivos: 10-14:30
Lunes cerrado
Adultos: 3 euros
Entrada Reducida: 2 euros (menores de 18, mayores de 65, profesores, desempleados, estudiantes, carnet joven, familia numerosa, socios Real Zaragoza)
Con unos inicios forjados por la pasión del grupo Zaragozano de Papiroflexia y ubicado en el centro de Historias, la ciudad de Zaragoza puede presumir de su joya EMOZ.
En el Museo de la Papiroflexia no solo se exhiben grandes obras, también cuenta con una escuela taller con varios niveles de dificultad donde los amantes de este arte pueden desarrollar sus dotes escondidas.
Cada año se realizan concursos en este centro cuya finalidad es saber cuántos papeles han sido necesarios para realizar la figura en cuestión. El participante que más se aproxime a la cifra se llevara victorioso dicha joya a casa. En EMOZ todos los años realizan dos piezas iguales, una para el ganador y otra que se quedará en el expositor del museo de Papiroflexia.
Además de las obras de papiroflexia, también se exhiben libros desplegables (los favoritos de Helia) y otro tipo de maravillas realizadas mediante troquelado y recortes.
En esta ocasión no me acompañaban Paco y Helia sino Mónica de Libreta Viajera que actuó como guía de honor durante mi fugaz visita a su tierra.
En la entrada nos recibió Jorge, apasionado y eje principal de este precioso museo. Comenzó explicándonos el tema de los concursos y caminamos junto a él para sumergirnos de lleno en el fascinante mundo de la papiroflexia.
Justo en el acceso una imagen ilustraba la diferencia entre papiroflexia en Occidente (identificada mediante la pajarita) y origami en oriente (con la grulla como representación).
A lo largo de las vitrinas se exponían importantes iconos de grandes maestros del Origami. Mi mirada fue directa hacia Gandalf el Gris que parecía recién sacado de su batalla con el Balrog.
La Virgen del Pilar (con casi el mismo tamaño que ésta) se mostró ante mis ojos como una maravillosa obra de arte.
En una de las paredes se mostraba una imagen de las grullas de Hiroshima en honor de Sadako Sasaki, niña que sufrió leucemia derivada de la radiación de la bomba atómica, y que creía que realizando 1000 de estas grullas de papel podría superar su enfermedad, de la que finalmente falleció. En la Plaza de la Paz de Hiroshima se erigió de forma conmemorativa una estatua de la niña sosteniendo una grulla de papel y donde se dejan a sus pies miles de estas figuras enviadas no solo por niños de Japón sino de todo el mundo, símbolo silencioso de las víctimas de la guerra nuclear.
Pasadas las salas con obras de tamaño más pequeño (que no de menor importancia) llegamos a la joya de la corona del Museo del Origami: el fantástico fondo marino. Tan abstraída estaba disfrutando de él y fotografiándolo que a punto estuve de liarla parda y es que pasito a pasito hacia atrás mi cabeza quedó a escasos cms de una obra de arte de gran renombre que próximamente será trasladada a otro museo….encajar piezas: museo del origami-piezas realizadas con papel-cabeza de vero que las chafa, menos mal que Mónica me alertó a tiempo evitando el desastre.
En la última sala se encontraba la famosa Escuela Taller donde se realizan los cursos de aprendizaje. Jorge nos mostró que el Origami es tan importante en Oriente que incluso está instaurada como asignatura obligatoria en los colegios de Corea del Sur mostrándonos los libros de texto de los niños.
Tras recorrer toda la exposición y conocer un poco más sobre el interesante mundo del Origami y con la promesa de regresar acompañada de Paco y Helia me despedí de nuestro anfitrión Jorge.
El Museo del Origami de Zaragoza es una peculiar visita dentro de la amplia oferta de ocio y cultura familiar que ofrece la ciudad e imprescindible para los amantes de este arte.
Localización, Horarios y Precios del Museo Origami de Zaragoza
Localización
Plaza San Agustín, 2, 50002 Zaragoza
Horarios
Martes-Sábado de 10 a 14 y de 17 a 21
Domingos y Festivos: 10-14:30
Lunes cerrado
Precios
Adultos: 3 euros
Entrada Reducida: 2 euros (menores de 18, mayores de 65, profesores, desempleados, estudiantes, carnet joven, familia numerosa, socios Real Zaragoza)
Con unos inicios forjados por la pasión del grupo Zaragozano de Papiroflexia y ubicado en el centro de Historias, la ciudad de Zaragoza puede presumir de su joya EMOZ.
En el Museo de la Papiroflexia no solo se exhiben grandes obras, también cuenta con una escuela taller con varios niveles de dificultad donde los amantes de este arte pueden desarrollar sus dotes escondidas.
Concursos
Cada año se realizan concursos en este centro cuya finalidad es saber cuántos papeles han sido necesarios para realizar la figura en cuestión. El participante que más se aproxime a la cifra se llevara victorioso dicha joya a casa. En EMOZ todos los años realizan dos piezas iguales, una para el ganador y otra que se quedará en el expositor del museo de Papiroflexia.
Además de las obras de papiroflexia, también se exhiben libros desplegables (los favoritos de Helia) y otro tipo de maravillas realizadas mediante troquelado y recortes.
Nuestra visita al Museo del Origami de Zaragoza
En esta ocasión no me acompañaban Paco y Helia sino Mónica de Libreta Viajera que actuó como guía de honor durante mi fugaz visita a su tierra.
En la entrada nos recibió Jorge, apasionado y eje principal de este precioso museo. Comenzó explicándonos el tema de los concursos y caminamos junto a él para sumergirnos de lleno en el fascinante mundo de la papiroflexia.
Justo en el acceso una imagen ilustraba la diferencia entre papiroflexia en Occidente (identificada mediante la pajarita) y origami en oriente (con la grulla como representación).
A lo largo de las vitrinas se exponían importantes iconos de grandes maestros del Origami. Mi mirada fue directa hacia Gandalf el Gris que parecía recién sacado de su batalla con el Balrog.
La Virgen del Pilar (con casi el mismo tamaño que ésta) se mostró ante mis ojos como una maravillosa obra de arte.
En una de las paredes se mostraba una imagen de las grullas de Hiroshima en honor de Sadako Sasaki, niña que sufrió leucemia derivada de la radiación de la bomba atómica, y que creía que realizando 1000 de estas grullas de papel podría superar su enfermedad, de la que finalmente falleció. En la Plaza de la Paz de Hiroshima se erigió de forma conmemorativa una estatua de la niña sosteniendo una grulla de papel y donde se dejan a sus pies miles de estas figuras enviadas no solo por niños de Japón sino de todo el mundo, símbolo silencioso de las víctimas de la guerra nuclear.
Pasadas las salas con obras de tamaño más pequeño (que no de menor importancia) llegamos a la joya de la corona del Museo del Origami: el fantástico fondo marino. Tan abstraída estaba disfrutando de él y fotografiándolo que a punto estuve de liarla parda y es que pasito a pasito hacia atrás mi cabeza quedó a escasos cms de una obra de arte de gran renombre que próximamente será trasladada a otro museo….encajar piezas: museo del origami-piezas realizadas con papel-cabeza de vero que las chafa, menos mal que Mónica me alertó a tiempo evitando el desastre.
En la última sala se encontraba la famosa Escuela Taller donde se realizan los cursos de aprendizaje. Jorge nos mostró que el Origami es tan importante en Oriente que incluso está instaurada como asignatura obligatoria en los colegios de Corea del Sur mostrándonos los libros de texto de los niños.
Tras recorrer toda la exposición y conocer un poco más sobre el interesante mundo del Origami y con la promesa de regresar acompañada de Paco y Helia me despedí de nuestro anfitrión Jorge.
El Museo del Origami de Zaragoza es una peculiar visita dentro de la amplia oferta de ocio y cultura familiar que ofrece la ciudad e imprescindible para los amantes de este arte.
- Nota: Muchas gracias a Turismo de Zaragoza por invitarme a descubrir este magnifico museo.
Voy a matizar una cosa: la foto no muestra el punto exacto donde te quedaste, puedo afirmar, ya que estaba aterrada con lo que podía haber ocurrido, que tu cabeza quedó a 2-3 cm. de la figura. Aun tiemblo cuando lo recuerdo.
ResponderEliminarMaravilloso museo con exposiciones que cambian cada pocos meses, yo he estado dos veces y volveré porque cada vez es un museo nuevo.
Muchas gracias por acompañarme durante todo el día y por evitar el desastre que mi cabeza estaba a punto de desatar jajaja. Vuestras caras eran un poema!!!
EliminarY si, sin duda es un museo para repetir y repetir...porque es acojonante de chulo!
Un abrazo